Creo que tenía déficit de abrazos…

Y mira que conozco la teoría… Como dice la psicoterapeuta Virgina Satir, necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos y doce para crecer. Sin embargo, mi tasa de abrazos estaba últimamente por debajo del nivel de supervivencia, lo admito.
Somos más emocionales de lo que queremos admitir. Debajo de nuestra apariencia de racionalidad y de nuestros esfuerzos por parecer siempre sensatos y lógicos, está todo ese mundo interior emocionalnuestro, que nos empeñamos en mantener escondido –¿qué pensarían los demás si lo vieran?–. Reprimimos emociones, no contamos nuestras «rarezas», escondemos el dolor, evitamos vivir determinados sentimientos que nos duelen, queremos pasar página rápidamente a tantas cosas… y, probablemente, no lo conseguimos, y, en algún momento –muchas veces en el momento más inesperado– aflora eso que llevas dentro

Qué poco sabemos de nuestro

mundo interior…

Y qué poco avanzamos en conocer más de ello.  Veo cómo se siguen dando los mismos modelos de conducta: «no llores», «haz lo que tienes que hacer»… es como no querer escucharnos, es como si las emociones se debieran dejar a un lado. En uno de mis primeros artículos para INED21 hablaba de que Las emociones importan. Importan en la vida, importan en educación… y cuando digo que importan, no me refiero a bonitas intenciones naïf . No, me refiero a que impactan de forma real en tu vida, de un modo tan potente y tan claro, que incluso se puede medir físicamente.

DESARROLLO DEL HIPOCAMPO

El cariño influye en el desarrollo

del hipocampo de los niños

La neurociencia nos ha mostrado que el cerebro es un órgano plástico y moldeable. La interacción de los adultos con los niños y el cariño que se les dedica es determinante en el desarrollo de su cerebro.
El profesor de neurobiología de la Universidad McGill Michael Meaney demostró, con sus investigaciones, cómo influye el cuidado de las madres en el cerebro de sus crías. El experimentó se realizó con ratas.

Las madres ratas que lamían más a sus crías provocaban cambios en ellas que se traducían en la generación de más neuronas y en un mayor desarrollo de la parte del cerebro que regula la memoria o el aprendizaje (hipocampo).


Lo mismo se demostró unos años más tarde con humanos en un estudio llevado a cabo en por la Dra. Joan Luby en la Universidad de Washington, demostrando la influencia que tiene el cariño en el desarrollo del cerebro humano. Es la denominada plasticidad cerebral y pone de manifiesto la capacidad del cerebro de cambiar según la experiencia vivida.
El cariño puede acelerar el crecimiento del cerebro. Por ello, más allá de contenidos académicos y todo eso que consideramos beneficioso para desarrollar el cerebro… las investigaciones nos muestran que el cariño es un instrumento enormemente poderoso en el desarrollo cerebral y cognitivo de l@s niñ@s.

CUANDO SOMOS ADULTOS

Y seguimos necesitando cariño

cuando somos adultos…

La importancia del contacto físico no disminuye cuando crecemos. Seguimos necesitando muestras de cariño. Seguimos necesitando cariciasbesos y abrazos… Necesitamos escuchar ciertas palabras, y necesitamos sentir que nos quieren… Y es que la calidad de tu vida tiene mucho que ver con las personas que tienes cerca, y con el contacto que tienes con ellas.
Podríamos hablar de diversas muestras de cariño, por supuesto, pero hoy me centro, otra vez, en la importancia de los abrazos, un gesto que nos cuesta.

 
¿Qué pasa cuando alguien te abraza? Estudios de la Universidad de Carolina del Norte han revelado que cuando una persona nos abraza –a cualquier edad, no solo a niños– aumentan nuestros niveles sanguíneos de oxitocina, y disminuyen la presión arterial y el ritmo cardíaco. El contacto físico tiene un efecto poderosísimo. Cuando abrazamos y nos abrazan muchos de nuestros órganos se alteran: el corazón, el cerebro, los sensores de nuestra piel y nuestro sistema endocrino.
Según el psicólogo Matt Hertenstein, el simple acto de abrazar no se siente solo en el cuerpo. Y según la Asociación Americana de Psiquiatría, está demostrado que un abrazo reduce la segregación de cortisol –una hormona que se produce en el organismo ante situaciones de estrés–.

OCHO DATOS

8 datos científicos sobre los abrazos

Y hay quién se atreve a ir más allá y señala hasta 8 efectos beneficiosos de los abrazos, tal y como encuentro en este artículo «8 datos científicos que revelan que los abrazos son como las drogas»:

1

Los abrazos reducen el miedo

Una investigación publicada en la revista Psychological Science  –un estudio sobre los miedos y la autoestima–  reveló que los abrazos y el tacto reducen significativamente el miedo de una persona ante situaciones extremas.

2

Estimulan la oxitocina

Como ya hemos comentado, con un abrazo, liberamos oxitocina. La oxitocina es un neurotransmisor que actúa en el sistema límbico, el centro emocional del cerebro, fomentando sensaciones de alegría y bienestar, y reduciendo la ansiedad y el estrés.

3

Bajan el ritmo cardíaco

En un estudio de la Universidad de North Carolina en Chapel Hill, se demostró el efecto relajante de los abrazos. En el experimento, los participantes que no tenían contacto con sus parejas desarrollaron un ritmo cardíaco más rápido en comparación a los de aquellos que abrazaron a sus parejas durante el experimento.

4

Estimulan la dopamina

La dopamina provoca una sensación de bienestar y es también la responsable de la motivación. Los abrazos estimulan que el cerebro libere dopamina, la hormona del placer. Escáneres de MRI Y PER revelan que cuando abrazas a una persona o escuchas música que te gusta, tu cerebro libera dopamina.

5

Estimulan la serotonina

La serotonina fluye cuando te sientes significativo o importante. La soledad y la depresión aparecen cuando la serotonina está ausente. Es a lo mejor una de las razones que facilita la liberación de serotonina. Acercarse y abrazar a alguien libera endorfina y serotonina hacia las arterias sanguíneas. Incluso al acariciar a una mascota, se siente ese efecto relajante que reduce los niveles de estrés.

6

Los bebés que reciben más abrazos tienen un mejor desarrollo

Cada abrazo que damos a un bebé provoca en su cuerpo –y en el nuestro también– una pequeña dosis de oxitocina. Por si necesitas una excusa para abrazarle, un estudio ha demostrado los efectos positivos en los niños que son abrazados durante sus primeros años de vida: la Universidad de Columbia Británica (UBC) muestra que la cantidad de abrazos que un niño recibe puede influir en los cambios epigenéticos en al menos cinco áreas de su ADN, incluidas las áreas relacionadas con elsistema inmune y el metabolismo. Los bebés con menor contacto físico en sus primeras semanas de vida mostraron tener un perfil molecular en sus células que estaba subdesarrollado para su edad.

7

Los abrazos balancean el sistema nervioso parasimpático

Los abrazos también contribuyen a equilibrar nuestro sistema nervioso, a través de la respuesta que da la piel al contacto físico de un abrazo.

8

Mejoran el sistema inmune

Y, finalmente, otros estudios demuestran que los abrazos mejoran el sistema inmune al aumentar la producción de glóbulos blancos.

DEBERÍAMOS ABRAZAR MÁS

«El cariño es un instrumento enormemente poderoso en el desarrollo cerebral y cognitivo de l@s niñ@s».

Creo que tenemos argumentos más que de sobra para propiciar más abrazos en nuestra vida. La bibliografía sobre los efectos positivos de los abrazos es muy extensa. Lo decía al principio, a veces, te puedes sentir extrañ@, te pueden aflorar preocupaciones o tristeza, o tener los biorritmos bajos… o, simplemente, no saber qué te pasa. Y, en ese momento, nada tiene un efecto más reconstituyente que un abrazo… Es mágico.
Es increíble todo lo que cabe en un abrazo… toda la energía que te puede transmitir y la calma que te da.

A veces, lo que no pueden decir las palabras, lo dice un abrazo.

Necesito más abrazos así…

Todos deberíamos disfrutar de ese abrazo

del que no queremos encontrar la salida…

Y la banda sonora que me pone la vida para la ocasión es esta…. una preciosa versión de la clásica«Umbrella» con un ritmo muy diferente, que capturé en mi Shazam para recordar mejor momentos bonitos…

You can run into my arms…

it’s okay, don’t be alarmed…

 
Artículo publicado en INED21