Es curioso cómo cabeza y corazón no siempre van de la mano…
Muchas veces, sabes -racionalmente- lo que debes hacer y, sin embargo, tu corazón se niega a hacerlo y es capaz de ir en la dirección diametralmente opuesta.
Estoy haciendo un esfuerzo por escribir, porque desde el día que mi madre ingresó en la UCI es algo que me cuesta horrores, es como si mi cabeza se hubiera bloqueado… tal vez es porque no escribo ficción, porque escribo sobre mi trabajo, y sobre lo que me pasa, que me cuesta tanto escribir sobre una realidad que no deseo…
Haciendo un esfuerzo, estoy frente al teclado. Te confesaré que mi madre no sale de mi cabeza, cada día, en muchos momentos… aparece en mi mente con cada pequeño objeto, ahora mismo estoy escribiendo con un ordenador que me regaló ella, con cada uno de los pequeños detalles que nos traían como regalo cuando volvían de viaje con mi padre, con cada foto que encuentro de ella, en cada canción que escucho,…
Aunque mi cabeza se esfuerce por cambiar de tema y me proponga opciones por hacer para quitarla de mi cabeza, mi corazón vuelve una y otra vez a ella…
La crisis del coronavirus ha cambiado muchas cosas en nuestras vidas. Esta crisis inesperada, que nadie fue capaz de predecir, nos ha llevado a una situación que no se había producido nunca antes. De la noche a la mañana, el riesgo de la pandemia se hizo real, crisis en el sistema sanitario, profesionales trabajando por encima de sus capacidades, much@s nos encontramos teletrabajando en casa el 100% de nuestro tiempo… nuestra capacidad de reacción se puso a prueba.
El teletrabajo, que muchas organizaciones miraban con recelo y se resistían a permitir, pasó a ser el único modo de trabajar para muchos -educación, administración, …- y, además, teniendo que combinarlo con una situación de confinamiento en casa, con familias que deben convertir su casa en su hogar, su puesto de trabajo y el centro escolar de sus hijos, todo a la vez. Este tema supuso una dificultad nueva al inicio del confinamiento en casa. Por ello, en esos días gravé un vídeo de 3 minutos y medio con 4 tips para mejorar en el teletrabajo, para compartir en el canal de nuevos contenidos de APD:

4 Tips para mejorar el teletrabajo, resumidos en esta infografía:

Han transcurrido ya unas unas semanas de confinamiento en casa, y nos hemos ido adaptando. En el transcurso de estos días, creo que ha ido destacando otro tema especialmente relevante, para las personas y para las organizaciones: ¿cómo estar cerca de nuestros clientes, de la sociedad en un momento como este?
Como sociedad estamos viviendo un cóctel de emociones muy difícil de asimilar.
Este cóctel de emociones hace que sea más importante que nunca la empatía con quiénes nos rodean, con nuestra familia, con nuestros amigos, también con nuestros clientes, con nuestros proveedores… y hace que esperemos un gesto de nuestro entorno. Las grandes marcas lo han captado enseguida, y podemos ver cómo se han esforzado por comunicar una marca con sensibilidad.

Marcas con sensibilidad

Leía ayer un artículo “Las marcas modifican sus logos para concienciar a la población”, en el que analiza cómo, de forma temporal, algunas marcas han modificado sus logos para destacar la necesidad de mantener el “alejamiento social”.

La campaña comenzó de la mano de la agencia Shackleton, bajo la denominación #The200Challenge. Y ya se han sumado 350 compañías de 22 países que han puesto distancia entre los elementos de sus logotipos, sólo para recordarnos la necesidad de “respecting social distancing” (respeta la distancia social).

Muchas son las marcas que han empezado a mostrar su cara más solidaria.
Inditex ha puesto a disposición del Gobierno sus recursos logísticos, de aprovisionamiento y de gestión comercial, especialmente desde China. Asimismo, ha puesto ya a funcionar algunas de sus fábricas en la confección de batas protectoras para el personal sanitario y mitigar así el desabastecimiento de material de protección que sufren los hospitales y los centros de mayores.
La planta de Seat en Martorell no se ha detenido del todo, y ha destinado ahora una parte de sus instalaciones a la fabricación de respiradores.
También el sector hotelero. Cada día son más los establecimientos hoteleros que se suman a ayudar, ofreciendo su colaboración voluntaria para alojar a personas enfermas o mayores.
Multitud de empresas están creando fondos solidarios y haciendo donaciones para paliar la situación actual de crisis.
La crisis del coronavirus ha hecho crecer la necesidad de sensibilidad, de responsabilidad  y de empatía. Igual que las grandes marcas, también nosotros somos responsables de mostrar una especial sensibilidad en estos momentos, de interesarnos por nuestros clientes, por la sociedad y de ofrecer nuestra versión más solidaria. Colaborando desinteresadamente con aquello que nos piden, con aquello en lo que podemos aportar.

Nuestra dimensión emocional

Y es que no podemos obviar nuestra dimensión emocional.
Como sociedad estamos viviendo un cóctel de emociones muy difícil de asimilar. Y creo que no sirve solo con repetir unas cuantas frases hechas. Está bien potenciar el optimismo inteligente, y tal vez haya personas a las que les venga bien que haya algún lema para la situación. Pero hay que ser conscientes de lo que estamos viviendo. Me he cansado de escuchar la frase “vamos a salir más fortalecidos de esto” y permíteme que sea un poco escèptica, se repite mucho, pero a mi me da rabia. Yo saldré de esto sin mi madre… y, como yo, miles de familias que han perdido a un ser querido, y no, no saldremos más fortalecidos. El impacto en la economía no va a ser precisamente el de fortalecerla. Saldremos debilitados, tal vez más conscientes de lo que de verdad importa, más empáticos y más conscientes de nuestra vulnerabilidad.
No creo que vayamos a salir más fortalecidos de esto. Pero lo que si nos demuestra es la necesidad de ser más humanos, de preocuparnos realmente de lo que les sucede a las personas que tenemos en nuestro entorno, desde la conciencia de lo que de verdad importa, desde la empatía, desde la solidaridad y desde la bondad.
Desde los sentimientos, es la vía más auténtica para estar cerca de quiénes nos importan. Y eso no puede ser simple postureo, ni frases hechas… eso surge solo desde la sinceridad y desde el corazón.
Alguien muy importante en mi vida me lo enseñó con su ejemplo… y esa proximidad en lo emocional es lo que queda, algo que aplica a tu vida personal y a tu vida profesional.
Puedes quitar a alguien de tu cabeza,
pero no de tu corazón
porque la atención es selectiva
pero el amor es eterno

Hoy una canción de esta semana, una canción que me emociona…
valora si tienes la suerte de tener a esa persona que te quiere y tú la quieres…

Si tú la quieres

no dejes nunca que en la distancia

se apague el fuego…