Septiembre es mi mes favorito

Nuevo curso, nuevos proyectos, el clima perfecto, mucha energía… y mi cumpleaños. Nací un 10 de septiembre y me encanta este mes. Creo que todos sentimos una especial predilección por el mes en el que nacimos, ¿verdad? 

El día de tu cumpleaños es un día especial. Es bonito ver a las personas que se acuerdan de ti para felicitarte y, sin querer, es un día de hacer balance. Hacer balance de todo lo bonito que ha pasado por tu vida, recordar momentos especiales, mirar fotos, soplar las velas y pensar en proyectos de futuro, en todo eso que te queda por hacer… y, sin darte cuenta, te marcas objetivos, incluso los escribes, para poder hacer el seguimiento de cómo evolucionan.
Ya sabes que tengo tendencia a medirlo casi todo, supongo que es por deformación profesional.  Una de las citas que suelo utilizar con más frecuencia es:

«Lo que no se mide

no se puede controlar»

Lord Kelvin
Y es que me parece necesario siempre, si no imprescindible, medir si conseguimos nuestros objetivos, si estamos avanzando en la dirección correcta, cómo evolucionamos… El modo de saberlo objetivamente es medirlo.
Las empresas están habituadas a medir el resultado de sus acciones, conocer si están consiguiendo o no sus objetivos. Del mismo modo, también las personas debemos conocer cuál es nuestra situación y cómo estamos evolucionando, si avanzamos a mejor o si empeoramos…

TU VIDA

¿Cómo vas a medir tu vida?

Y medir no tendría mayor problema, si no fuera porque lo difícil no es medir… lo difícil es saber qué debemos medir:

¿Cuáles son los indicadores que nos muestran el éxito de una acción determinada?
¿Cómo determinamos estos indicadores (o KPI’s Key Performance Indicators)?
En definitiva, ¿cómo medimos nuestras vidasNo resulta sencillo.

Oímos con frecuencia hablar sobre indicadores de evolución de la economía, de la situación de un país o de la renta de sus habitantes. Nos hemos familiarizado, por ejemplo, con seguir la evolución del PIB (Producto Interior Bruto) como indicador de la coyuntura de un país. Y, aunque estemos acostumbrados a seguir cómo evoluciona el PIB, tal vez, esta unidad de medida no es la mejor que podemos considerar actualmente.
Joseph Stiglitz reflexiona sobre ello en su libro «Medir nuestras vidas», donde trata sobre las limitaciones  que supone utilizar el PIB como indicador de progreso.

El PIB es un instrumento útil,  pero está siendo profusamente sobre-interpretado y, por supuesto, esconde aspectos de desigualdad. El PIB de un país puede estar creciendo y, sin embargo, los habitantes de ese país pueden no tener una mejor situación, como consecuencia de una situación de desigualdad.

No es fácil determinar la métrica de la evolución del bienestar de la sociedad. Intentar acercarse a la medición del bienestar personal o familiar supone todo un reto, pero no es imposible. Es necesario determinar los indicadores (KPI’s) que resultan más convenientes para cada caso y para cada momento. Y, una vez determinados, calcular su valor y hacer su seguimiento. Y probablemente el PIB global no es un indicador homogéneo, porque puede haber un grado de dispersión muy elevado.

¿QUÉ NOS MOTIVA?

Otros autores que también han trabajado sobre este tema son Clayton ChristensenJames Allworth yKaren Dillon –Harvard Business School– en «How will you mesure your live?» («¿Cómo medirás tu vida?»).
El libro empieza reflexionando sobre cómo muchas personas renuncian, con el tiempo, a sus sueños. Y, aunque viven una vida que no les satisface, se conforman y se convencen de que no es realista pretender vivir de otro modo.
Sin embargo, es lícito y es positivo aspirar a ser lo que quieres ser y a vivir como quieres vivir. Para ello, el primer paso es determinar qué es lo que realmente quieres. Conocer qué te motiva.
Existen dos tipos de factores de motivación, según la teoría de la motivación de Frederick Herberg:

Los motivos «higiénicos»donde se incluyen los ingresos, el prestigio, la seguridad en el puesto de trabajo
los motivos «verdaderamente motivadores»que el trabajo tenga realmente sentido para la persona, que suponga un reto, que aporte reconocimiento y que ofrezcaposibilidades de crecimiento.

En términos muy similares, se expresa también la teoría de Daniel Pink. Según Pink, los pilares de la motivación intrínseca son tres: la autonomía, la maestría y el propósito. Saber qué te  motiva es el primer paso para determinar la estrategia para dirigir tu vida.

ESTRATEGIA

Determinar la estrategia en tu vida

Las personas debemos  decidir de qué modo queremos llegar a nuestros objetivos. Es un tema de asignación de recursos. Nuestros recursos –tiempo, dinero, energía…– son limitados, por lo que es necesario decidir a qué destinarlos. Corremos el riesgo de utilizar nuestros recursos en actividades que nos proporcionan beneficios o satisfacción a corto plazo, en vez de destinarlos a aspectos con un retorno a largo plazo.
Son muchas las personas que quieren desarrollar una vida personal tan satisfactoria como su vida profesional y, sin embargo, no invierten recursos en ello. La inversión de energía y tiempo necesarios para las relaciones personales puede dar la sensación de que no aportan la misma sensación de éxito que los logros en la vida profesional.
Parece que, a veces, olvidamos que si queremos una vida personal satisfactoria, debemos invertir recursos en nuestra familia y en las relaciones con nuestra@s amig@s, y precisamente más en los momentos en los que parece que no es necesario. Deberíamos recordar la importancia de los abrazos, nuestra felicidad está muy relacionada con la calidad de nuestras relaciones personales.
Determinar la estrategia a seguir, en función de lo que nos motiva y lo que queremos, y llevarlo a la práctica.

EN QUÉ

Decidir en qué invertir

En nuestra vida personal, debemos decidir también en qué invertir. Es fácil caer en el error de invertir desigualmente. Si una persona pospone la inversión en su vida personal hasta el momento en que le parezca indispensable; probablemente, ya será demasiado tarde. Nuestros actos deben ser coherentes connuestros valores.
Los autores de «¿Cómo medirás tu vida?» nos ofrecen dos reflexiones muy interesantes:

Los profesionales jóvenes piensan, erróneamente, que las inversiones en su vida personal pueden retrasarse.
Lo que nos aporta dinero no es lo mismo que nos aporta felicidad.

Es necesario ser coherentes… ¿qué es lo que quieres en tu vida? Y ¿qué es necesario hacer para conseguirlo? Estas dos sencillas preguntas te ayudan a marcar tu plan de ruta. Probablemente, no llegarás a lo que quieres de forma inmediata, pero lo conseguirás si cada día das un paso en esa dirección.

REPENSAR TU VIDA

Creo que deberíamos parar más a pensar qué queremos y qué recursos estamos dispuestos a invertir para conseguirlo. Vamos corriendo siempre, sin tener muy claro hacia dónde…

Creo que nos damos cuenta demasiado tarde

de que la vida va en serio

Tu segunda vida empieza cuando descubres que solo tienes una. Este es el título de un libro de Raphaëlle Giordiano, que plantea el mar de dudas en que se ve inmersa la protagonista, Camille, cuando se acerca a los 40 años. Ha conseguido muchas cosas en su vida, pero no se siente realmente feliz, tiene la sensación de que no vive su vida como realmente le gustaría. Una sensación que, a veces, hemos sentido todos… el día a día nos absorbe y sentimos que no hacemos lo que realmente querríamos hacer.
Dejamos pasar los días, dejamos de hacer cosas, esperamos que las cosas cambien solas. Dejamos de tomar decisiones, retrasamos finales

Hasta que un día entiendes que las decepciones y los desengaños son necesarios parasacar de tu vida lo que no debe estar en ella.
Hasta que ves que debes ser tú quién haga lo que quiere hacer.
Hasta que comprendes que todo sucede por algo.

Cuando miramos las cosas en perspectiva, hacia atrás, entendemos que todo tenía un motivo y que todo pasa por algo…  nada sucede por casualidad. Las casualidades son causalidades que todavía no conocemos. Solo tenemos una vida. Será cuestión de vivirla.

Mañana sumo un año más… y me siento felizEnvejecer es obligatorio, crecer es opcional…
Gracias por acompañarme un año más, y por ayudarme a crecer.

Happy birthday

So make a wish…

 
Artículo publicado en INED21