TU CUALIDAD MÁS SEXY

(y no es la que piensas…)

 

Sigo trabajando en poner orden.

Mayo es un mes de mucho trabajo y los nuevos proyectos que se suman a mi agenda van dejando cada día menos espacio… Me encanta mi trabajo -este mes trabajando en proyectos de mentorización de startups, últimas semanas de clase en la universidad, sesiones de coaching y un nuevo programa de liderazgo femenino- pero estos días me falta un poco de tiempo para mí. Sábado trabajando. Mi único respiro de esta semana, viernes por la noche, salir y poder conversar con alguien muy especial, a quien hacía mucho tiempo que no veía. Es increíble el poder de las conversaciones. Ya sabes, siempre digo que debes elegir bien con quién conversar, porque las conversaciones influyen en tu vida. Así que, mejor conversar con personas inteligentes e interesantes, con quién pasa el tiempo volando. Después de unas horas de hablar y de reír, se despide de mí diciéndome que resulto sexy. Y me puse a reír, me hizo gracia, porque no veo nada en sexy en mí, pero me quedé con la frase en mente porque es una expresión que yo también utilizo a veces…

 

Ser sexy

Todo el mundo tiene su propia definición de “ser sexy”. En general, ser sexy tiene que ver con el atractivo de una persona. Pero, ¿qué convierte en sexy a una persona?

El psicólogo Aaron Ben-Zeév escribía en la revista “Psichology Today” sobre la diferencia entre una persona bella y una persona sexy: “la belleza es algo que se caracteriza por complacer los sentidos estéticos, especialmente la vista”, mientras que “ser sexy” está más asociado con la interacción con otras personas.

Por tanto, vas a resultar sexy, o no, en función de cómo interactúas con los demás.

La interacción con los demás es un delicado talento.

La calidad de tu vida depende del sistema de relaciones que consigas establecer, y trenzarlo bellamente es un arte extraordinario.

Tu relación con otras personas depende de ti. Del tiempo que dedicas a esa relación, de cómo te preocupas por esa persona, de lo que compartes con ella y, muy especialmente, de cómo la haces sentir. Y para llegar a construir una relación auténtica, es necesaria una cualidad tremendamente importante: la de saber escuchar.

Observa una conversación… en un restaurante, en la calle, en el trabajo, donde sea. Si observas a otras personas mientras mantienen una conversación, te darás cuenta de que difícilmente hay alguien que escuche. Es fácil comprobar cómo lo que dicen se solapa, varias personas hablando a la vez, que algunas están pendientes de su móvil y que muchas veces ni siquiera miran a los ojos de la persona que habla.

Es algo que no entiendo. Cómo es posible que personas sentadas en una misma mesa no sean capaces de dejar el móvil y de conversar.

Y tal vez porque son escasas las personas capaces de escuchar, esta cualidad las convierte en personas tremendamente sexys.

De hecho, las personas más seductoras de la historia no han sido necesariamente personas que hayan destacado por su atractivo físico. Si tomamos, por ejemplo, el caso de Casanova. A Giacomo Casanova se le considera el conquistador más famoso de la historia, con 132 conquistas a su espalda.  No tenía un físico atractivo, según señalan diversos historiadores, pero cuentan que era un gran conversador y que sabía escuchar con atención.

Stephen Covey destacaba también la escucha activa como un aspecto fundamental «para relacionarnos efectivamente con nuestra pareja, con nuestros hijos, amigos o compañeros de trabajo, debemos aprender a escuchar. Y esto requiere fuerza emocional. El escuchar requiere tener cualidades del carácter altamente desarrolladas tales como paciencia, estar abiertos y desear comprender.»

 

Las personas necesitamos sentirnos comprendidas

Tengo la suerte de dedicar tiempo a escuchar a otras personas también en mi vida profesional. Durante un proceso de coaching, la escucha es un elemento clave. Es necesario escuchar  de forma activa, estando presente, sin juzgar y con el objetivo de comprender.

No podemos olvidar que en una conversación estamos interactuando con otra persona, y las personas necesitamos sentirnos comprendidas.

Nadie es una excepción. Necesitas que te escuchen, necesitas sentirte comprendid@, no solo por lo que haces sino también por lo que sientes. Y ¡es tan difícil encontrar a alguien que te escuche!

Me gusta resultar sexy… si tiene que ver con lo que haces sentir.

Tu cualidad más sexy puede ser la de escuchar.

Solo la escucha sincera te acerca a otra persona y te permite entenderla.

Siempre digo que los verdaderos amigos te preguntan cómo estás… y se quedan a escuchar la respuesta. Es un pequeño gesto que marca una gran diferencia.

Ya ves, es muy posible que ser sexy no tenga que ver con la ropa que llevas, sino que tenga que ver con cómo interactúas con los demás… construir relaciones es importante y solo es posible desde la conexión con la otra persona.

Escuchar… tu cualidad más sexy.

Recuerda, escuchar de verdad te hace especial… y es que casi nadie lo hace.

 

 

Hoy, la canción es de Rod Steward, en una colaboración actualizada de su famosa canción… 

gracias por acompañarme una semana más 😉 

 

        Do you think I’m sexy… ?

 

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