Durante unas maniobras militares en Suiza, un joven teniente de un destacamento húngaro en los Alpes envió a un pelotón de soldados a explorar una montaña helada. Al rato empezó a nevar y un par de días después la patrulla aún no había regresado.
El teniente pensó angustiado que había mandado a sus hombres a la muerte. Al cuarto día, los soldados volvieron al campamento. El oficial, sorprendido, les preguntó qué les había ocurrido y cómo habían conseguido volver. El pelotón contestó que se habían perdido y que poco a poco su ánimo se fue consumiendo hasta que uno de ellos encontró un mapa en su bolsillo. Esto les tranquilizó. Esperaron a que la tormenta pasara y valiéndose del mapa dieron finalmente con el camino de vuelta.
El oficial estudió detenidamente el mapa y comprobó que… no era un mapa de los Alpes, sino de los Pirineos. 
Relato verídico, explicado por Karl Weick-Universidad de Michigan
 
Esta historia real nos muestra la fuerza que tiene el hecho de creer que existe una solución al problema en que te encuentras. Es la fuerza del optimismo. Lo que salvó la vida del pelotón de soldados, obviamente, no fue el mapa, sino la creencia de que tenían la solución a su problema.
El optimismo no es un sentimiento, sino un modo de actuar. Y ser optimista no es ser ingenuo. El optimismo no consiste en cerrar los ojos ante los problemas, sino que consiste en mantener una actitud consciente y voluntariamente positiva y constructiva.
Ante cualquier reto, está claro que es importante activar el optimismo. Para conseguir alcanzar objetivos debemos activar el optimismo.
Sin embargo, no somos optimistas de serie. Nacemos con un mecanismo de protección ante los problemas que nos hace tendentes al pesimismo. Ante los posibles peligros o amenazas, nuestro cerebro se pone en guardia y nos hace ser cautos. Yo también nací pesimista. Todavía recuerdo a mi madre llamarme «Tristón»,  un personaje absolutamente pesimista que todo el día decía «oh, cielos, qué horror… !!todo va a salir mal!! «.  Pero me fui dando cuenta de que cómo me perjudicaba ese modo de ver las cosas y decidí «cambiar de bando»… intentar ser optimista.
Podemos aprender a ser optimistas. Eso no quiere decir que sea fácil, ya que mantenerse optimista en un mundo negativista, ante tantos problemas y envueltos en situaciones difíciles requiere de un esfuerzo importante.
Pero, si te digo que ser optimista

  • mejora tu calidad de vida,
  • aumenta tus probabilidades de éxito en tu carrera profesional,
  • te  ayuda a ser más feliz
  • y aumentan los años de esperanza de vida

creo que son motivos suficientemente poderosos para movernos a ser más optimistas.
Aprender a ser optimista requiere trabajar contra aquellos obstáculos que nos impiden ser felices: la propensión a fijarte en lo negativo, a creer que siempre va a ocurrir lo peor, el hábito de magnificar los contratiempos y las adversidades o el de creer que tu elección siempre es la incorrecta.
Activa el optimismo
Es cuestión de entrenar tu optimismo. Y como no se trata de decir, sino de hacer, aquí van 4 acciones que podemos practicar para activar un optimismo inteligente.

  • Para activar tu optimismo, habla con los demás. Compartir experiencias con otras personas siempre es positivo. No somos islas y compartir te pueden ayudar a desarrollar tu optimismo. Está claro que lo puede hacer especialmente un coach profesional. Sin embargo, aunque no hables con un coach, el hecho de compartir con otras personas lo que te sucede, seguro que te ayuda:
    • en primer lugar te obligas a expresar lo que ocurre y eso ya ayuda a poner una cierta perspectiva con los hechos, a relativizarlos y a disminuir el pesimismo,
    • y porque te permite escuchar el punto de vista de otra persona, otra perspectiva.
  • Prohíbete las excusas. Intenta durante unos días no poner excusas. Enfócate a la solución en vez de a la excusa. Si te enfocas en las soluciones, será más fácil que lo consigas, ya que tienes tu atención dirigida hacia ello.Buscar excusas o quejarnos es racionalizar el hecho de no hacer nada para seguir en la situación en la que estamos. Es sacar la responsabilidad personal de tu problema fuera de ti.No pongas excusas. Si de verdad quieres conseguir algo, supera cualquier excusa y busca la solución.
  • Ante un problema, siempre intenta pasar a la acción. Es importantísimo que pases a la acción, no te quedes dando demasiadas vueltas al problema, porque eso lo eterniza y complica su solución.
  • Y esfuérzate por mirar con otra mirada…. porque el mundo cambia según como  tú lo miras. Esta frase me la han dicho a mi un montón de veces y te aseguro que, cuando lo aplico, funciona. Si me obsesiono con lo negativo, el mundo se tiñe de negatividad. En cambio, si busco lo bueno de cada circunstancia, parece que realmente los problemas tienen solución.

Si cambias el modo en que miras las cosas…
las cosas que miras, cambian
Wyne Dyer

 
Entrena tu optimismo inteligente y actívalo…. todo son ventajas!
 
 
 

 
Me gusta traducir estudios científicos a un lenguaje más emocional y sencillo.
Encontrar estudios importantes realizados en el mundo científico y que no se acaben difundiendo me parece un derroche incomprensible.  Si sabemos algo, si conocemos sus ventajas, por qué no explicarlo y difundirlo?
Por ello, me gusta compartir lo que he escrito en la primera parte de este artículo, que es mi «personal traducción» de estudios científicos sobre el optimismo.
ESTUDIOS CIENTÍFICOS
Martin Seligman – Psicología positiva
Ha investigado sobre los aspectos que influyen en que las personas se sientan felices. Es el impulsor de la psicologia positiva. De sus estudios, subyacen 5 componentes que se dan en las personas felices:

  • Positive Emotions – emociones positivas
  • Engagement – compromiso
  • Relationships – relaciones positivas
  • Meaning – sentido
  • Acomplishment – logro

Harold Zullow – Optimismo y proceso electoral
El Dr. Zullow ha analizado el nivel de optimismo que se desprende del lenguaje utilizado por las personas. A partir de sus estudios,  decidió utilizar el termómetro del optimismo para pronosticar los resultados de las elecciones en EEUU. Sus estudios concluyen que el electorado prefirió en el 82% de los comicios al aspirante más optimista en sus discursos.
David Lykken – Predisposición genética a la felicidad
Uno de los estudios más relevantes sobre la relación entre genes y felicidad fue llevado a cabo por David Lykken y Auke Tellegen, de la Universidad de Minnesota, reunieron una serie de mediciones a 2.700 gemelos estadounidenses para analizar la predisposición genética a la felicidad.
LIBROS –   Si te interesa ampliar tus conocimientos sobre el optimismo, estos libros te ayudarán sin duda
Juan Carlos Cubeiro – Por qué necesitas un coach
En este libro, nuestro mayor experto en talento a nivel internacional, explica en qué ayuda y qué puede aportar un coach a tu vida. Con un contenido extraordinario, el libro se lee de forma muy fácil, entre referencias a estudios científicos, ejemplos de lo que explica en películas del cine, historias de personajes contemporáneos y canciones a modo de banda sonora del libro.
El capítulo 4 está íntegramente dedicado al optimismo, y empieza diciendo «Suelo comentar que está científicamente demostrado que los optimistas vivimos, por término medio, doce años más que los pesimistas«.  Decididamente convincente.
Luis Rojas Marcos – La fuerza de optimismo
Aprender a sentir y pensar en positivo es una inversión sumamente rentable para vencer en la batalla contra el pesimismo y desarrollar al máximo las posibilidades de vivir sanos y felices. Así piensa el autor y lo plasma en su libro “La fuerza del optimismo”, donde recopila numerosas investigaciones científicas sobre las ventajas del optimismo.