Mamá

influencia y amor

 

 

La vida está llena de momentos que te impactan y te definen como persona. Desde que eres un bebé hasta que te conviertes en una persona adulta, cada experiencia, cada persona y cada desafío que enfrentas puede tener un impacto profundo en tu vida. Muchas son las vivencias que tienen el poder de influir en tus pensamientos, en tu modo de ver la vida y en tus emociones.

Algunos de estos momentos pueden ser obvios y otros pueden ser más sutiles. A menudo, no nos damos cuenta de la importancia de estos momentos hasta que miramos hacia atrás y vemos cómo han influido en nuestra perspectiva de la vida.

Uno de los más trascendentales es el momento en que te conviertes en mamá.

A partir de ese momento, ya nada volverá a ser igual.

Pocos momentos en la vida te pueden transformar tanto como el momento en que nace tu hij@.

 

Llega para cambiar tu vida

Fragmento de mi libro “¿Somos malas madres?”

 

“Llega el día del parto, el momento de coger todo lo que tienes preparado y salir corriendo hacia el hospital. O tal vez no lo tienes todo preparado… en algunos casos -como en el mío- el bebé se adelanta, y te coge absolutamente desprevenida.

Sea como sea, la mujer que entra en el hospital para tener a su bebé no será la misma que va a salir de allí con el bebé en brazos. Y no lo digo en sentido figurado… No, es real: el cerebro de las madres se transforma con el parto.

Ya no volverás a ser la misma…

Never be the same    –  Camila Cabello

I’ll never be the same…

 

 

Confieso que lo había oído, que las mujeres cambian después de ser madres, más allá de los cambios físicos evidentes que te supone la maternidad, cambian en su forma de pensar, en su forma de ver la vida… pero era escéptica sobre ello.

Hace unos meses, en una de mis sesiones de formación in-company, hablamos sobre ello en la pausa de la comida. Una de las profesionales que estaba en mi curso me contó el cambio que había experimentado su hermana al ser madre: “mi hermana era la típica persona a la que le parecía que las madres exageramos con los niños, que sobreprotegemos a los hijos. Ella no tenía hijos, y siempre se escandalizaba por temas como llevarlos en brazos hasta que son mayores, por dormir con ellos cuando tienen miedo, … ese tipo de cosas. Lo cierto es que ella ha sido madre recientemente y todo ha cambiado radicalmente desde ese momento, ahora ella ha pasado a ser la persona más protectora del mundo, ha dejado de ver las cosas como las veía y su forma de actuar es ahora la misma que antes no entendía”.

Historias como esta, las oímos mil veces. Mujeres que cambian su punto de vista después de la maternidad. Cambios que son reales y que tienen su explicación en lo que sucede en el cerebro femenino.

A lo mejor tú también eres escéptica y no crees que sea posible un cambio tan radical, yo también lo era. Sin embargo, te puedo asegurar que cambié tras el parto. Supongo que, en mi caso, influyó también el hecho de tener un parto prematuro, pero te aseguro que yo llegué a la clínica pensando en cómo iba a organizar mi trabajo la semana siguiente. Mi esquema mental seguía concentrado en gran parte en mi trabajo. Pero, el día que salí con mi hijo en brazos, mi cerebro había sufrido un tsunami y lo que pasaba por mi mente tenía solo relación con el bebé. Creo que olvidé toda esa lista de “to do’s” que tenía para la semana siguiente y, sin duda, Pau pasó a ocupar el número uno de mi lista de prioridades.”

 

Tu hijo llega para cambiar tu vida, y te cambia a ti.

En mi libro hablo de muchos cambios que experimentas cuando te conviertes en mamá: en tu cerebro, en tu cuerpo, en tu sensibilidad… Y escribo como, de repente, descubres que tienes “súper-poderes” que antes no tenías.

 

Súper-poderes de mami

Fragmento de mi libro “¿Somos malas madres?”

 

Tras la maternidad, se producen con frecuencia algunos cambios en las madres, como que pasan a tener una mejor memoria espacial, que pasan a ser más adaptables o incluso más valientes. Son habilidades que el cerebro desarrolla para proteger mejor al bebé.

No debe sorprenderte: la maternidad te otorga una especie de “súper poder” que te convierte en más valiente de lo que eras. No sé si tú lo habrás notado, pero te aseguró que yo sí lo noté. Es una anécdota, pero me demostró que algo en mí se había transformado. Siempre había sido una persona a la que le asustaban tremendamente las lagartijas, tenía una especie de fobia irracional a las lagartijas, terrible, algo que me paralizaba cuando veía una y que me permitía solo pedir ayuda para que alguien hiciera desaparecer a ese animal de mi vista. Sin embargo, cuando mi hija Ares tenía apenas unos meses, estaba sentada sobre una alfombra y entró una lagartija que se acercaba a la peque. Al salir de la cocina, me percaté de lo que estaba sucediendo y, en vez de huir corriendo asustada –algo que habría hecho descaradamente unos meses antes-, me sorprendí a mí misma atreviéndome a acercarme, coger una revista y atreverme a golpear con gran precisión para hacerla huir al instante. Jamás en la vida había hecho nada parecido, era la primera vez que reaccionaba así ante algo que me provocaba miedo. Lo vi claro: la maternidad confiere “súper-poderes de mami”.

Y todo ello es debido a la hormona prolactina, que funciona a nivel cerebral como neurotransmisor, y hace que las madres sean más valientes. En las madres lactantes, por ejemplo, cuando se analiza su nivel en sangre, se puede comprobar que es hasta 8 veces superior al habitual. Como si la maternidad fuera un poderoso programa de entrenamiento personal.  Las madres están dispuestas a hacer lo que sea para proteger o para ayudar a sus hijos.”

 

Ser mamá

Podría escribir mucho sobre qué significa ser mamá.

Pero si tuviera que resumir qué implica ser madre en dos palabras, tengo muy claro cuáles son.

Ser madre es una de las experiencias más transformadoras en la vida. La maternidad no solo implica la responsabilidad de criar y cuidar a otro ser humano, sino que también conlleva influir en su vida. Les impactas más de lo que crees. Ser mamá implica una poderosa influencia. Influir en su forma de ver la vida, en sus valores, en sus habilidades, en sus conocimientos, en su actitud … Justamente de ello trata mi libro, de la influencia que tienes como madre sobre tus hijos. Y es una influencia poderosa, bonita y profunda.

La influencia es la segunda cosa más importante que las madres dan a sus hijos. La primera es, por supuesto… el amor.

Porque cuando nace un bebé, nace también una madre y una capacidad de amar distinta a las que habías conocido. Nace un amor puro, incondicional, protector, con una conexión profunda, que no puede existir con otro ser humano. 

“Cuando miras a tu madre

 estás viendo el amor más puro

 que jamás conocerás”

 Mitch Albom

 

 

Feliz día de la madre a todas las mamás del mundo.

Y, a ti, gracias por acompañarme una semana más en mi blog y por querer saber más sobre la maternidad y sobre el amor.

El amor es el motor más poderoso que mueve la vida.

Hoy la canción es la primera de la banda sonora de mi libro

 

en honor a todas las mamás del mundo y, en especial, a la mía (no podía haber tenido una madre mejor)

«qué bonita la vida» 

 

 

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