La importancia de las palabras es indudable. Para expresar un determinado concepto, podemos utilizar palabras distintas… pero el resultado no será el mismo.  Cada palabra concreta lleva asociada una serie de connotaciones determinadas en nuestra mente, que nos ayudan a situarla inmediatamente en un determinado registro. Sin embargo, en determinados casos, limitamos algunas palabras como consecuencia de estos conceptos preestablecidos. Uno de estos casos es, sin duda, el de la palabra ‘emprender’.
¿Qué te viene a la mente si te digo la palabra ‘emprender’? Probablemente te vendrá a la mente algo así como ‘crear una empresa’ o a algún ‘empresario’ que inicia un nuevo proyecto. Es una tendencia general, es lo que sucede casi siempre.
Sin embargo, el significado de ‘emprender’ es más amplio: según la RAE es «acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro».  Y mi definición preferida de ‘emprender’ es la que le dio el Parlamento Europeo a la hora de definir la «competencia emprendedora», a la que definió como «la habilidad que permite a las personas convertir las ideas en actos».
Vivimos un momento en el que va a ser necesario acometer muchos nuevos proyectos, en el que va a ser imprescindible ‘emprender’ proyectos en distintos ámbitos de nuestra vida, por lo que creo que va siendo hora de ampliar el concepto de la palabra ‘emprender’.
La opinión publicada en HBR
Así lo expresaba John Hagel en la revista Harvard Business Review (septiembre-2016), donde hacía justamente una reflexión sobre la necesidad de ampliar la definición de ‘emprender’, señalando que una definición más útil de ‘emprendedor’ podría ser la de alguien que ve una oportunidad para crear valor y está dispuesto a asumir un riesgo para aprovechar esa oportunidad. El emprendedor es alguien relacionado con la detección de oportunidades, la toma de riego y la creación de valor.
Y, por ello, los emprendedores no se encuentran solo trabajando por su cuenta o creando sus propias empresas. Existen también grandes empresas donde encontramos a emprendedores internos. La mentalidad de ‘empleado’ -es decir, la noción de hacer un conjunto predefinido de tareas hasta que le indiquen lo contrario- no resulta muy útil a la organización, que necesita personas que sean capaces de identificar nuevas oportunidades y formas de mejorar el trabajo.
La opinión de Peter Drucker
Peter Drucker ya anticipó en su libro «Innovation & Entrepreneruship» (1985) un cambio en este sentido.
Peter Drucker describió un gran cambio que percibió en sus primeras etapas: el paso de una “employee society” a una “entrepreneurial society”. En su libro expone que innovación e iniciativa emprendedora son las dos caras de la misma moneda. Porque la iniciativa emprendedora debe formar parte de las acciones de un directivo.  “Innovation & Entrepreneurship” es una obra imprescindible para entender cómo debemos evolucionar profesionalmente en esta “sociedad del conocimiento” que expuso Drucker. El autor dedicó años a trabajar con un grupo  de empresarios la relación entre innovación y emprendimiento –incluyendo pequeños emprendedores y representantes de grandes empresas, como IBM o General Electric, entre otras-, y el resultado de su trabajo le llevó a publicar el primer libro que relacionaba ambos conceptos.
El tema central del VIII Peter Drucker Forum’ 2016 fue justamente: “The entrepreneurial society“, y en él se plantearon debates como “El valor de la iniciativa emprendedora” (analizando el valor que aporta a la sociedad) o «¿Pueden las grandes organizaciones ser emprendedoras?” (analizando la necesidad de que las compañías tengan iniciativa emprendedora frente a las dificultades que ello supone por la necesidad de experimentar y aceptar fracasos).
Que a una organización le vaya muy bien no es sinónimo de que vaya a mantenerse siempre en ese estado. Escribía Xavier Marcet en «La Vanguardia» un artículo magnífico «Contra la arrogancia corporativa» -de lectura muy recomendable-, en el que exponía la dificultad de algunas grandes corporaciones para innovar y emprender:

«Por importantes que hayamos sido
ahora el tablero de los negocios es abierto
y viene marcado más por la agilidad
que por la dimensión»
Xavier Marcet
 

Creo que no es casualidad que surja la necesidad de promocionar la iniciativa emprendedora en nuestras organizaciones. Debemos ampliar el concepto de iniciativa emprendedora, y entender que es absolutamente aplicable al mundo de la empresa. Las empresas de éxito saben que la iniciativa emprendedora es necesaria en sus organizaciones y, por ello, la fomentan como una fórmula para conseguir estar al día y conseguir innovar. Y no me refiero estrictamente a promocionar intraemprendedores dentro de la organización o proyectos específicos, sino que me refiero a un estadio anterior, el que supone estimular una actitud, la actitud emprendedora, la de tener iniciativa como respuesta al cambio.
Estoy convencida de que, poco a poco, al igual que las empresas de éxito, todas las empresas irán introduciendo este concepto en su cultura organizacional.