Es curioso cómo la vida te acerca a personas con las que tienes tanto en común… Se van creando círculos a tu alrededor, con personas con las que compartes formas de ver la vida, motivaciones y valores.
En un mundo con más de 7.500 millones de personas, terminamos rodeándonos de aquellas con las que tenemos afinidad y compartimos puntos de vista. No sé cómo se organiza el universo para traerlas a tu lado, pero lo hace.
Semana entre Lleida, Barcelona y Madrid, exámenes en la universidad, reuniones de trabajo y mi sesión en el Programa Directivo del Sector Asegurador en ICEA. Fantástico todo, a excepción de que me sigue faltando un poco de tiempo cada día… Ente clases y reuniones, compagino encuentros con personas que forman parte de mis círculos.
De mi círculo de amigos que he ido encontrando en mi ida profesional, coincido con mi amigo Curro en una comida maravillosa, donde se pone de manifiesto todo lo que tenemos en común, y cómo la vida nos ha hecho evolucionar hacia aquello que realmente nos motiva, cómo hemos ido descubriendo lo que verdaderamente queremos hacer y cómo ha ido ese camino.
Y saliendo del restaurante A Contraluz, me encuentro con Sílvia –guapísima–, de mi círculo de redes, y podemos disfrutar juntas de un poco de tiempo (bien escaso en nuestros días) para comprobar cuánto tenemos en común y lo maravilloso que es tener cerca a personas valiosas, con intereses tan parecidos… no sin que se enlacen más «casualidades», como encontrar también allí justamente a otra persona con la que quería coincidir por un tema en común.
El círculo dorado
Como no podía quedar así el tema, el mismo día siguen apareciendo más círculos, y leo en el blog de Juan Carlos Cubeiro que Simon Sinek ha estado en Madrid esta semana. Simon SInek es referencia en el mundo empresarial, uno de los mejores speakers del mundo, autor de varios libros y el creador del concepto del círculo dorado.

El círculo dorado es un modelo en el que explica dónde radica la diferencia de los líderes y las organizaciones brillantes. A través de un simple dibujo con tres círculos concéntricos, Sinek simboliza tres conceptos:
1
El primer círculo es el mayor y representa el «qué».
2
El segundo –dentro del primer círculo– representa el «cómo».
3
Y el tercero –dentro del segundo círculo– representa el «por qué».
En el mundo empresarial, la mayoría de las empresas saben con claridad «qué» hacen, cuál es su negocio, a qué se dedican.
La cantidad de empresas que tienen claro el «cómo» lo hacen ya es menor; ya que implica, entre otros factores, profundizar en temas de procesos.
Por último, el número de empresas que pueden explicar claramente su «por qué» lo hacen es aún más bajo. Y ese es un punto fundamental: tener un propósito.
La diferencia de los grandes líderes:

Sinek indica que lo que encontramos en la mayoría de las empresas son decisiones y acciones dirigidas a lo que es más obvio para ellas y para el mercado (el «qué») y que trabajan menos en el lado más subjetivo (el «por qué»), en un enfoque desde afuera para dentro del Círculo. Simon Sinek defiende que el éxito está en la visión de dentro hacia afuera, y que lo fundamental es el «por qué». Como dice en su famosa TEDx «la gente no compra lo que tú haces, sino que compran el por qué lo haces».
Tu «por qué»
La importancia del por qué es fundamental. Lo escribía hace unos meses en INED21: Todos necesitamos un por qué.
Todos necesitamos un por qué, y ese por qué marca nuestras vidas.
Quién solo trabaja por dinero siempre se siente mal pagado.
Me encantó la contra que leí hace poco de Lluis Amiguet entrevistando a John Griffith, y que publicó con el titular: «Quien sólo trabaja por dinero siempre se siente mal pagado».
John Griffith indica textualmente: «Quien sólo trabaja por dinero siempre se siente mal pagado, porque el trabajo es, queramos o no, el centro de nuestra vida. Y no hay sueldo que compense esa dedicación».
«Dar sentido al trabajo es dárselo a nuestra existencia. Por eso, trabajar con sentido es nuestra gran fuente de salud mental y trabajar sin conciencia de ese sentido, que es lo más habitual, es una de las grandes fuentes de estrés laboral».
El trabajo es una parte importante de nuestra vida, y el sentido que tenga para ti va a influir en ti. Para much@s, la motivación por lo que hacemos va más allá del puro interés material. Y probablemente ese ‘por qué’ es algo que me une a las personas que tengo en mis círculos, que provocan en mí un sentimiento de felicidad y de agradecimiento muy profundo por tenerlas en mi vida. Gracias Sílvia, Curro y Juan Carlos por estar en esos círculos de mi vida, y por todo lo que compartimos.
Ese círculo con tu por qué es determinante.
Rodéate de personas con las que compartes un por qué,
es bonito dar vueltas ahí…
Round and round

Round and round it goes…
this is all about the circles we’ve found…
Artículo publicado en INED21