COSAS DE LA VIDA

 

Esperamos que sucedan ciertas cosas en nuestra vida, soñamos conseguir aquello que nos ilusiona, anhelamos que todo siga un camino determinado …

Y la vida no suele ser cómo esperabas.

La vida no es como esperas. No consigues algunas de las cosas que te hubiera gustado tener, ni vivir algunas experiencias que confiabas disfrutar. Aparecen siempre algunas puertas que se cierran ante ti y eso suele generar una cierta frustración.

Sin embargo, ese “desvío” en el camino que tú esperabas suele llevarte a un sitio distinto y hace que aparezca un destino no previsto en tus planes. Por experiencia, creo que no deberías lamentarte por esos “desvíos” que te obliga a tomar la vida porque, con el tiempo, entenderás el sentido que tenía ese desvío no esperado. La vida siempre nos tiene reservada alguna sorpresa.

 

La vida te da sorpresas

Hablando de sorpresas, la semana arrancó para mi con una sorpresa maravillosa, que no esperaba para nada.

Llegar a un país y que te hayan organizado un cocktail de bienvenida es lo más. Una noche especial de mujeres en Caracas para celebrar el día de la mujer en la mejor compañía. Increíbles mujeres con trayectorias impresionantes, un grupo muy diverso, en el que todas conectamos con una magia especial. Un evento mágico gracias a Victoria, una extraordinaria mujer con la cual conecté desde el momento uno gracias a mi libro, una de esas personas con las que sientes un vínculo especial para siempre.

Mi gratitud a todas esas grandes mujeres, María Eugenia, Nora, Vanessa , Helena, Maria Victoria, Valentina , María Auxiliadora, Ana Isabella, Atitza, Mariana, Soraya, Mafe , Danielle , Claudia, Luisa, Isabel, Saidmar, Marjorie y Fabiana,  por una noche tan especial y especialmente a Victoria por haber organizado una velada tan extraordinaria, por el éxito de convocatoria, por el acierto en la selección del grupo y por el cariño que pone en lo que hace… es una gran embajadora de una gran causa.

Venezuela es especial, muy cálido con las personas que llegan y es algo que hace que tenga un cariño especial por este país y que me encante volver allí. Caracas es una ciudad extraordinaria y el evento que me esperaba allí el lunes fue uno de los mejores regalos que podía tener. 

 

Y se produce la magia…

Me gustaría compartir también contigo otra sorpresa muy especial que me esperaba en Venezuela.

En el cocktail pude conversar con mujeres extraordinarias, grandes profesionales que ocupan puestos de responsabilidad en sus organizaciones. No podía imaginarme lo que me contaría una de ellas.

Se acercó a mi y me explicó que me había escuchado en la conferencia de presentación de mi libro “¿Somos malas madres?” en 2020. Hoy es madre de una niña y me dijo que esa niña nació gracias a mi. Me contó cómo le había impactado lo que yo expuse… Algo cambió en su interior cuando escuchó cómo compaginar maternidad y trabajo tiene impactos positivos en los hijos. Tanto fue así que decidió dar el paso y ser madre.

He visto la foto de su hija, y debo reconocer que me emocioné (mucho).

El propósito de escribir mi libro era justamente el de llegar a mujeres para que vivieran su maternidad con la serenidad de que se puede compaginar una carrera profesional exigente con la maternidad, con la tranquilidad de saber que por el hecho de tener tu carrera profesional les aportas un plus y que tuvieran una mirada en positivo. Saber que una niña nació después de que su madre escuchara ese mensaje significa muchísimo para mi.

Mi libro de publicó en enero de 2020. Todos los planes que tenía para el libro “¿Somos malas madres?” se truncaron en marzo de 2020 con la pandemia, agravado con la muerte de mi madre. En ese momento, sentí que nada tenía sentido y que mi libro se había publicado para nada. Cuando miro atrás, y recuerdo cómo me sentía, entiendo que, muchas veces, toca sufrir los momentos y tener la paciencia de esperar a ver dónde te llevará todo eso…

Es solo una historia real más de esta semana. Un ejemplo de lo que son las cosas de la vida.

Lo que un día te parece terrible, un tiempo después descubres su por qué.  

Será cuestión de tener paciencia.

Porque la vida no te da lo que le pides…

la vida te da las personas, los lugares

y los momentos para que crezcas

y consigas lo que querías.

Mi gratitud esta semana a las mujeres venezolanas con las que he compartido tiempo y conversaciones, sois extraordinarias, y por supuesto también a todos los hombres sensacionales que apoyáis esa ansiada igualdad. Una semana fantástica en un país maravilloso: Venezuela. Nos vemos de nuevo pronto.

Cosas de la vida…