Agosto de nuevo… aunque casi no me he dado cuenta. Mes de vacaciones por excelencia para muchos. Y mientras veo las fotos de much@s de mis amig@s en la playa, con esas sonrisas de felicidad que les iluminan el rostro y con la piel en modo «bronceado de verano»… yo sigo aquí. Mis vacaciones llegarán un poco más tarde este año. La verdad es que todavía tengo temas por terminar antes de dedicar unos días a descansar.
Sigo concentrada en mis listas de cosas por hacer, peleando con mi tesis doctoral, preparando mis proyectos para el próximo curso y -lo que más ilusión me hace- terminando mi libro. Terminar un trabajo siempre resulta complicado, a veces no te llega la inspiración que querrías, nunca parece estar lo suficientemente revisado, siempre quieres que el resultado sea mejor…  Espero conseguirlo. Es necesario acabar los temas. Para empezar un trabajo es necesaria ilusión y para terminarlo se necesita perseverancia.
Voy a pasar unos días de agosto moviéndome entre el placer de hacer cosas que me gustan y esa ansiedad que produce el no tenerlas terminadas. O sea, que es hora de hacer, de trabajar y de terminar lo que está inacabado. Por ello, me va a doler si en las próximas semanas no me paro a escribir mi  post semanal… pero debo concentrarme en cumplir objetivos prioritarios. La única forma de preparar el día de mañana es crear las circunstancias… y creo que solo las podemos crear trabajando. Tengo muchos proyectos a partir de septiembre, pero no se van a materializar sin el trabajo previo… hoy, aquí y ahora.
Porque las cosas no se dicen, se hacen…
y espero poder contarte qué tal ha ido dentro de unas semanas… when I see you again…


¡Feliz verano !