GESTIONAR TU VIDA

 

Con el curso universitario ya cerrado, acaba una semana tranquila, centrada en mi programa de crecimiento para mujeres profesionales, un programa muy especial, porque trabajamos en el desarrollo de habilidades que son esenciales en este momento, para mujeres con un potencial de crecimiento enorme, mujeres interesadas en su desarrollo profesional y personal. En septiembre inicio dos nuevas ediciones, feliz de no parar. El programa arranca con un módulo de “Visión”, en el que debes plantearte ¿cómo ves tu vida hoy? ¿cómo ves tu vida dentro de 5 años y dentro de 10 años?

 

Un viaje hacia dentro de ti

Hacer un viaje hacia dentro de ti no es fácil.

Y, sin duda, verano es un buen momento para parar y reflexionar. Dedicar un poco de tiempo a explorar cómo te sientes, escucharte y ver qué es lo que te ilusiona y dónde quieres llegar. Saber dónde estás y dónde quieres estar es importante para dirigir tu vida.

Tener una especie de mapa para ubicarte con claridad.

Tu viaje en la vida depende, en buena parte, de ti.

Vivimos una época de oportunidades como no se había dado antes. Sin embargo, la oportunidad va siempre acompañada de la responsabilidad.

Depende de uno mismo labrarse un lugar, saber cuándo hay que cambiar de rumbo y mantenerse ocupado y productivo toda una vida laboral… para hacer bien todo ello, necesitará cultivar un profundo conocimiento de sí mismo”, escribía Peter Drucker en un artículo publicado en Harvard Business Review en 2005, bajo el título “Gestionarse a uno mismo”.

Y es que, como indicaba Drucker, en la economía del conocimiento, “solo tienen éxito quienes se conocen a sí mismos: sus puntos fuertes, sus valores y cómo logran sus mejores resultados”. Tenemos que aprender a desarrollarnos a nosotros mismos y a gestionar nuestra propia vida.

 

Gestionar tu vida  

Gestionar tu vida es algo fundamental en cualquier momento. Cuando las cosas van cómo tú habías previsto, como tú querías. Y también cuando las cosas no son exactamente cómo tú esperabas, cuando no consigues lo que quieres.

Gestionar la frustración por no conseguir algo es necesario. Y tener en cuenta que no siempre la mejor opción es la que tú habías escogido. Si te cuento mi propia experiencia, puedo asegurarte que en más de una ocasión no conseguir lo que quería me ha llevado a algo mejor.

Hace poco encontré una carta que me había escrito a mí misma en mi último curso en ESADE. Nos hicieron escribir una carta a nuestro “yo futuro”, en la que teníamos que contar cómo nos veíamos dentro de 20 años. Me acuerdo de que me pareció un ejercicio muy curioso y muy difícil, porque para mí, en ese momento, 20 años eran una eternidad. No hace falta que te cuente lo rápido que han pasado esos 20 años…

Y supongo que también te imaginas que la realidad de mi vida profesional ha sido muy diferente a esa visión que yo tenía en ese momento. Mi planteamiento a los 22 años era un planteamiento muy cartesiano de cómo debía evolucionar mi carrera profesional, mi visión era seguir los pasos predeterminados de ascenso profesional ‘clásico’. La vida me ha mostrado que soy un poquito más rebelde de lo que yo imaginaba que era… No he seguido el camino que había imaginado. Y el resultado, en este momento, me parece maravilloso. Seguro que a ti también te viene a la mente el caso de alguna persona que te ha contado que no haber logrado algo que quería le llevó a otra opción mucho mejor.

Cuando vivimos momentos complicados, nos cuesta asimilarlos. Cuando debemos salir de ese camino pautado que imaginábamos que seguiríamos, nos sentimos mal. Sin embargo, con la perspectiva del tiempo, lo vemos todo muy distinto.

 

La vida se entiende mirando hacia atrás

La vida se vive hacia adelante, pero solo se entiende cuando se mira hacia atrás.

A veces olvidamos que la vida se vive por etapas. No es un recorrido fijo, inalterable hacia un punto final, sino un conjunto de etapas, algunas inesperadas… Al igual que les digo a las participantes de mis programas, te recomiendo visualizar tu camino hacia tus objetivos como una ruta hacia tu cima. Una ruta con una serie de campamentos base, que debes ir alcanzando. Una serie de metas intermedias que solo puedes conseguir de una en una. Gestionando lo que sucede en cada etapa. Lo importante es tener clara tu meta final para que puedas decidir lo que te acerca a ella, a cada momento.

La vida consiste en decidir, en tomar opciones. A medida que te haces mayor, a medida que maduras, descubres la enorme fuerza que tienen tus decisiones. Tu destino depende de las opciones que tomas (y las que no tomas). Así que debes decidir qué hacer cuando todo va según tus planes…  y también cuando no es así.

A veces, cuando no consigues lo que quieres… encuentras tu verdadero destino.

Lo inesperado es parte de la vida… y al final resulta que es mejor lo que se encuentra sin buscar que lo que habías buscado siempre.

 

Life is dynamite  😉

 

 

 

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