HÁBITOS ATÓMICOS

 

Empezando de nuevo y con mucha fuerza. Ese es el resumen de la semana. Así ha sido septiembre.

Semana entre clases en la universidad, el programa de liderazgo femenino Aurora, preparando nuevas propuestas y un poco de tiempo para alguna salida especial por Barcelona. Barcelona está preciosa y los nuevos proyectos no podrían haber empezado mejor. Octubre va a arrancar con mucha energía.

Para conseguirlo, es imprescindible organizar bien los días.

Y ahí los hábitos juegan un papel fundamental.

 

Organízate bien y haz jugar los hábitos a tu favor

Establecer rutinas en tu día a día que reserven tiempo para todo lo que es importante / necesario para ti es imprescindible si quieres llegar a todo. Es cuestión de parar un poco a pensar sobre qué te gustaría hacer en tu vida, o qué necesitas incorporar, y buscar el momento en que es posible encajarlo en tu agenda. Antes de hacerlo siempre parece difícil, pero una vez te lo propones como objetivo, empiezas a hacerlo repetidamente (aunque cueste al principio) y lo transformas en un hábito, se convierte en algo automático y sencillo.

Y, por supuesto, de vez en cuando toca replantear tus rutinas y modificarlas según tu realidad. La vida cambia, tus metas cambian, tus circunstancias cambian y tus hábitos deben adaptarse a ello.

A mí me ha tocado hacerlo ahora. Una lesión me ha obligado a cambiar algunas de mis rutinas. Una de ellas, la de gym, ya que el médico me recomendó pasarme a la natación. La verdad es que nunca había hecho natación como deporte y pensé que no era una buena idea, porque nunca me había atraído, me parecía tremendamente aburrida. Sin embargo, al ver que, con el dolor, la natación podía ser la mejor opción, decidí empezar. En mis primeros días de natación, confieso que no me gustó. Empecé con pocas piscinas y fui aumentando de manera progresiva, con constancia. Puedo asegurar, con satisfacción, que, en pocas semanas, he conseguido mejorar mucho y que hoy me encanta nadar. Tengo la suerte de tener un centro DIR fantástico cerca de casa, así que aprovecho siempre que puedo para escaparme y salgo con una sensación increíble de bienestar.

Ha sido un recordatorio de una lección que ya conocía: construir un hábito cuesta al principio, pero tiene recompensa. La fuerza de mejorar un poco cada semana es enorme.

 

Hábitos atómicos

He escrito varias veces en el blog sobre la fuerza de los hábitos. Son un arma poderosa para crecer y mejorar. Me gusta leer sobre el tema, y hace unos meses me encantó el libro bestseller “Hábitos atómicos”, de James Clear.

El libro explora la ciencia y la psicología detrás de la formación de hábitos efectivos. El autor desglosa cómo pequeñas acciones diarias pueden tener un impacto significativo en nuestra vida profesional y personal. El libro se centra en cómo estos minúsculos cambios, a los que denomina ‘hábitos atómicos’, pueden generar grandes transformaciones en nuestras vidas.

 

La regla de oro de los hábitos

El autor nos introduce al concepto de «la regla de oro de los hábitos»:

crear hábitos buenos y romper con los malos

 

Clear nos brinda herramientas para comprender cómo los hábitos funcionan en nuestro cerebro, utilizando un ciclo de tres pasos:

señal,

rutina

y recompensa

 

Nos invita a identificar las señales que desencadenan nuestros hábitos, modificar nuestras rutinas y obtener recompensas beneficiosas.

Un aspecto clave es la importancia que tienen las «agregaciones marginales», donde pequeños cambios acumulativos a lo largo del tiempo pueden desencadenar mejoras muy significativas. Clear nos anima a adoptar este enfoque en nuestra vida, fomentando hábitos pequeños pero consistentes que pueden marcar la diferencia en resultados y eficiencia.

Clear también aborda la importancia de la autoconciencia y el seguimiento del progreso. Propone llevar un registro de nuestros hábitos, lo que nos permite evaluar nuestro desempeño y ajustar nuestras acciones para alcanzar metas a largo plazo.

Para mí, la parte fundamental del libro está en la verdadera razón por la que los hábitos importan. Clear indica que hay 3 capas de cambios:

cambio de resultados

cambio de proceso

cambio de identidad.

Y para lograr cambiar tus hábitos no tienes que centrarte en lo que quieres lograr, sino en la persona que te quieres convertir. Ahí está la fuerza del cambio. Tal y como escribe Clear:

«la meta no es leer un libro, es convertirte en lector

la meta no es correr una maratón, es convertirte en runner» 

Un libro imprescindible que lleva ya 20 ediciones, con más de 3 millones de ejemplares vendidos. Su mensaje es claro: el cambio real proviene de cientos de pequeñas decisiones mantenidas en el tiempo.

Me quedo con una reflexión extraordinaria del libro.

La verdadera cuestión es

¿te estás convirtiendo en la persona que quieres ser?

 

 

Porque el objetivo final es convertirte en la persona que quieres ser. Así de sencillo y así de difícil.

“Pocas cosas pueden tener un impacto más poderoso en tu vida que mejorar tus hábitos rutinarios”.

Organízate bien y haz jugar los hábitos a tu favor.

Todos tenemos unas circunstancias que nos marcan.

Pero todos podemos mejorar dentro de esas circunstancias.

Para convertirte en tu mejor versión es necesario que te conozcas y te marques objetivos. Es necesario revisar y corregir con frecuencia lo que haces, para que te sirva para mejorar. La verdadera razón por la que los hábitos importan es porque te ayudan a ser la persona que quieres ser. ¿Puede haber un motivo más poderoso?

 

Será cuestión de entrenar buenos hábitos… entre los míos sigue estando el descanso, el gym y, por supuesto, el baile. La canción de hoy es una de las canciones de la banda sonora de la película del verano: Barbie -otro día tengo que hablar sobre ella-. Feliz semana y mil gracias por leerme.

Dance the night

Watch me

 

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