Lo tienes claro, quieres crear tu propia empresa, trabajar en tu proyecto y perseguir tu sueño. Seguro que no es un impulso, que ya hace tiempo que le das vueltas a tu idea, a cómo estructurarla y, además, sabes a quién interesará lo que tú propones, has leído artículos, libros sobre emprender y cada día estás más entusiasmad@.  Permanentemente encuentras cómo mejorar tu idea e incluso has preparado tu business plan, pero… el tiempo pasa y no te atreves a dar el primer paso. Estás llen@ de dudas:

  • nunca has montado nada y no sabes por dónde empezar
  • crees que no es el mejor momento
  • conoces a muchos emprendedores que no les va bien
  • te asusta qué es lo que van a pensar los demás de ti

Créeme si te digo que es normal tener dudas, lo raro sería lo contrario. Sin embargo, sabes que si dejas pasar el tiempo sin hacer nada, habrá acabado otro año y no habrá cambiado nada, tu sueño estará más lejos, seguirás trabajando en algo que no te gusta, o simplemente, se te acabarán las fuentes de ingresos actuales sin haber arrancado tu nuevo proyecto.
No debes precipitarte y haces bien en pensar y planificar, porque es importante, pero si te quedas en el mundo de las ideas, te quedarás donde se quedan casi todos y serás un@ de tantos.
Sí, las ideas son importantes, sin las ideas no podríamos crear nada nuevo, pero eso no te hace únic@, el mundo rebosa de buenas ideas. Lo que realmente marca la diferencia a la hora de emprender es la ejecución, el salto del sueño a la realidad. En mis clases y seminarios he podido comprobar que hay muchas personas que tienen ideas emprendedoras, pero solo un 10% de ellas se atreven a poner en marcha su propio proyecto. Y a mí me parece una pena. No solo por nuestra sociedad -que necesita mucho los proyectos emprendedores- sino también por la persona, ya que su falta de determinación o sus dudas harán que se pierdan para siempre magníficas ideas y muchos sueños. Es triste que alguien que hubiera podido triunfar como emprendedor, pase el resto de su vida imaginando hasta donde habría sido capaz de llegar si hubiera empujado su sueño.
Y de verdad que sé lo que digo cuando afirmo que

el salto entre soñar y emprender
no es tan grande ni tan complicado.
 

Muchos se quedan paralizados por la propia planificación. Planificar es necesario, sí, pero la planificación más efectiva no es la que pretende alcanzar la perfección, sino aquella que te permite establecer objetivos, escoger tus herramientas y ponerte en marcha.
Piensa y planifica, pero… pon fecha a la acción, lánzate, no mires atrás. Simplemente da un paso, deja el papel de soñador y pásate al de emprendedor. Vas a entrar en un mundo fascinante, vertiginoso y gratificante como pocos: vas a crear tu empresa.
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Y, si te decides a dar ese paso, en este libro vas a encontrar los pasos que debes seguir para crear tu propia empresa, expuestos de forma sencilla y eminentemente práctica. Te enseñaré cómo cumplimentar todos los trámites obligatorios para tener tu empresa operativa y una serie de consejos sobre otros temas que, sin ser obligatorios, la experiencia me ha demostrado que te ayudarán a multiplicar las probabilidades de éxito de tu proyecto.
Si estás pensando seriamente en emprender, desde aquí te animo a que lo hagas. Fallarás el 100% de las canastas que no lances. Que no te detengan las circunstancias, ni el qué dirán, ni las dudas, ni los miedos, pues caminar es la única opción para llegar.
 
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Introducción de mi libro «Crea tu propia empresa»