LA MAGIA ESTÁ EN LO SIMPLE

 

Trabajar en agosto resulta un poquito duro… Eso de trabajar mientras la mayoría de la gente está de vacaciones te hace ver todo diferente, y te hace notar que el cansancio está ahí, aunque te empeñes en disimularlo. Me siento feliz de avanzar en proyectos profesionales que me encantan, pero te confieso que necesito (ya) un poco de descanso.

Entre sesiones de trabajo, preparar nuevos materiales y reuniones, mi válvula de escape esta semana ha sido compartir un par de días con alguien a quien quiero mucho. He podido trabajar acompañada (si te rodeas de quién también trabaja, parece menos agotador), comer con conversaciones muy interesantes y salir al teatro, una función que nos encantó y que disfrutamos mucho.

Es increíble como hacer pequeñas cosas con una persona especial te hace la vida más bonita. Y es que, muchas veces, compartir tiempo con alguien puede hacer que algo ordinario se convierta en extraordinario.

Si te fijas bien, hay momentos en los que puedes sentir que son mágicos.

Aunque no todo el mundo lo vea así. Aunque haya gente que busquen la magia en lo lejano y en lo complicado, yo creo que la tenemos muy cerca.

 

¿Qué es la magia?

Según la definición de la Real Academia Española, magia es:

Arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, o con la intervención de seres imaginables, resultados contrarios a las leyes naturales.
Encanto, hechizo o atractivo de alguien o algo.

 
Sin embargo, -como en tantas otras ocasiones- la definición de la RAE me parece poco precisa y algo anticuada. Etimológicamente procede del latín “magia“, y a su vez del griego “maegia“que significa “cualidad de sobrenatural” y del persa “magus” que es “ser capaz” o “tener poder”. Por tanto, la magia tiene que ver con el potencial que existe en nosotros, con la capacidad de hacer que algo suceda. Y, en este sentido, la magia no viene del exterior, sino que la magia está en nuestro interior. Incluso en los trucos que ejecuta de un mago profesional, la magia no está en el mago sino en el espectador:

La magia no está en el truco,

ni siquiera en el mago,

sino en la mirada

de un espectador ilusionado.

Jorge Blass

El concepto de magia es mucho más profundo que el de referirse simplemente a trucos. La magia tiene que ver con todo aquello que no alcanzamos a comprender y que, sin embargo, existe. Y ha sido analizada desde distintas perspectivas científicas.

 

La magia como forma de comunicación

La magia ha sido analizada en diferentes estudios académicos. Indago un poco sobre qué conclusiones nos ofrecen los textos académicos sobre la magia y una de las respuestas es que se considera a la magia como una forma de comunicación.

Así, encontramos en estudios de la Universidad Complutense de Madrid el texto “Magia, retórica y cognición” de Rodrigo Moulian, en el que concluye que la magia es un lenguaje, a través del que se desarrollan procesos de comunicación ritual, indicando que:

«El operar del lenguaje de la magia supone, habitualmente, la metacognición lingística. Los sistemas de representaciones que permiten comprender el funcionamiento de la magia se expresan verbalmente en enunciados metacognitivos que explican la eficacia simbólica».

En su análisis, explora varios textos relacionados con la magia para mostrar los recursos comunicativos de la magia, que por su riqueza denomina ‘el caleidoscopio de la magia’.
Al analizar la bibliografía del trabajo señalado, ésta nos remite a un texto publicado con mucha anterioridad, de gran envergadura, y que ya señaló la magia como forma de comunicación:  «La rama dorada: magia y religión» de James George Frazer (1890).

En este estudio, el autor buscaba analizar los elementos en común de distintas religiones y su evolución con el paso del tiempo, y analizó distintos cultos, leyendas y tradiciones, entre los cuales, la magia. Analizó distintas prácticas de magia y el modo como influían en la comunicación y se convertían en un modo de lenguaje.  

 

Magia y neurociencia

La magia se ha analizado también desde la neurociencia del cerebro. Las actividades relacionadas con la magia tienen mucho que ver con nuestra actividad cerebral. Así podemos encontrar a científicos como Alfred Binet (1857-1911), que fue el autor de un tratado sobre la psicología de la prestidigitación, o Persi Diaconis, matemático en Standford y mago que siempre ha sostenido que inventar un truco es una actividad muy parecida a inventar un teorema.

Se sigue estudiando sobre los procesos asociados a la magia y su impacto en nuestras vidas. Veremos cómo evolucionan estos análisis, porque de momento cuando buscamos la palabra “magia” aparece mayoritariamente asociada a trucos, esoterismo o ciencias ocultas… nada que ver con crear una ilusión y con comunicar un mensaje,  que es lo que en esencia consigue la magia.

 

Deberíamos creer más en la magia…

Creo que necesitamos creer en la magia, porque hay muchas cosas que existen, aunque no las conozcamos o no las podamos tocar.

De hecho, cualquier nuevo concepto que nos muestra la ciencia, antes era considerado magia. Estamos viendo ya a nuestro alrededor muchas cosas que hace poco tiempo se habrían considerado magia. Dispositivos controlados con la mente y con los ojos, impresoras 3D que imprimen lo imposible, coches que se conducen solos, tecnología implantada en nuestra piel, exoesqueletos, computación cuántica, órganos a los que se le alarga la vida después de la muerte del corazón… 

Y la magia no ocurre solo en el campo de la tecnología.

También experimentas magia en tu vida. En tus momentos cotidianos.

Cuando escuchas una canción que resume en tres minutos un montón de emociones. Cuando planificas unos días de vacaciones, y una ilusión tremenda recorre todo tu cuerpo (solo por el hecho de planificarlo). Cuando, sin saber por qué, sientes una conexión especial con alguien (la neurociencia todavía no ha llegado a determinar con precisión qué es lo que provoca que nos enamoremos). ¿Cuántas cosas pueden pasar en tu vida que no puedes explicar con la lógica?
Buscamos el truco que nos provoca ese aluvión de sensaciones, sin pensar que simplemente no hay truco… que todo lo que sucede en el mundo no tiene una justificación física y lógica.

 

Olvídate del truco… y quédate con la magia

El ser humano suele sentirse más cómodo cuando las cosas suceden de acuerdo con lo que había previsto.

La magia va contra la predictibilidad a la que estamos acostumbrados y eso nos desorienta. Pero debemos acostumbrarnos a esta falta de predictibilidad, porque es un signo inequívoco de nuestro tiempo.

No todo es como imaginamos, y la magia aparece muchas veces en nuestra vida. Si observas con atención, te darás cuenta de que la magia está en lo simple.

La magia está en nuestra vida. Podemos aceptarla y disfrutarla… o podemos negarla.
Porque siempre está quién se empeña en buscar el truco, en vez de disfrutar la magia.

Yo prefiero ver con mirada de niña y sentir que hay pequeños momentos cotidianos que, con la persona adecuada, son pura magia.

Te deseo una semana maravillosa de agosto, con mucha música y con mucha magia 😉

 

La canción de hoy ha sonado por casualidad cuando hemos salido a dar una vuelta, y mi Shazam la ha capturado al momento, porque me ha encantado…

Magic

 

Do you believe in magic?

 

.