La vida va de

ser buena persona

y de vivirla siendo tú…

el resto son detalles

 

 

Entre la rutina de lo habitual y el estrés de lo no planificado.

Así ha sido mi semana.

Viajando bastante, programa de liderazgo femenino en diferentes ciudades, clases en OBS Business School, Asamblea General y preparación de un nuevo proyecto.

Intentando llegar a todo, aunque me cuesta. Me resulta muy difícil encontrar tiempo para escribir desde hace unos meses, al igual que para mis redes sociales. Intento actualizar mi cuenta de Instagram cuando tengo un momento. Esta semana subía esta imagen con mi reflexión de ese día:

 

Y es que es así como lo veo.

Sigo creyendo que “la mayor demostración de inteligencia no es la ciencia, ni la literatura, ni el arte… sino la bondad”, en palabras de José Antonio Marina.

La bondad es una cualidad humana que no abunda, probablemente porque no es fácil ni sencilla. Realizar un acto de bondad es una decisión.

Y en cualquier decisión, es de gran importancia el criterio que se adopte.

El modelo de la inteligencia de Marina nos expone dos niveles de inteligencia: la inteligencia generadora y la inteligencia ejecutiva.

 

El punto decisivo final

Sobre la base de las dos inteligencias, al final, el punto decisivo del funcionamiento de nuestra inteligencia son los criterios de evaluación.

Vas a actuar en función de los criterios que te marques. Vas a decidir en función de esos criterios. Y ahí existe mucha dispersión, cada persona tienen sus propios criterios de decisión ante lo que le va sucediendo.

Tus criterios, tus valores te llevarán a actuar de un modo u otro.

Cuando aciertas al elegir los criterios de evaluación, caminas hacia un gran proyecto.

 

La bondad es una decisión… que no es fácil.

Hoy, en mi madurez, éste es un punto que tengo muy claro, “la inteligencia en grado supremo se llama bondad”, algo que no todos pueden llegar a alcanzar. Y sólo puedo dar las gracias a las personas buenas que he tenido a mi lado.

Ser buena persona no es fácil, es una decisión consciente que requiere la voluntad de serlo…

Admiro a las personas buenas y son las que quiero en mi vida.

Cuando la inteligencia acierta en elegir unos criterios de evaluación, en unos valores adecuados, consigue desarrollar grandes proyectos. José Antonio Marina reivindica una teoría de la inteligencia que empieza en la neurología y que termina en la ética.

 

Las grandes decisiones en tu vida nunca son fáciles… y son esas decisiones las que guían tu proyecto de vida. Las que te llevan a ser tú.

Estoy convencida de que ser tú es el gran reto de la vida… porque tú eres el proyecto más importante que tienes entre manos.

Y es así como llega lo mejor a tu vida…

 

La vida va de

ser buena persona

y de vivirla siendo tú…

el resto son detalles

 

Así de fácil,

así de difícil.

 

 

Hoy, una de mis canciones favoritas de la semana para darte las gracias por leerme y para desearte una semana fantástica.

Autodiagnóstico

 

 

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