Mes de julio. Llego a Mallorca, me alojo en el hotel Sheraton Mallorca Arabella, una preciosidad… comparto un story en Instagram y, claro, ¿a qué lo asocia todo el mundo? A vacaciones. Me llegan mensajes de «qué suerte…»«qué bien, disfruta Mallorca…» y casi no me creen cuando les respondo que no estoy de vacaciones, que estoy allí por trabajo.
Aunque debo reconocer que soy afortunada. Trabajando en un entorno maravilloso y con personas extraordinarias. Esta semana tocaba seminario de metodologías Agile con APD, en Palma de Mallorca, con lleno absoluto y con la enorme satisfacción de tener a personas que se desplazaron desde otras ciudades para asistir. Y el seminario fue un éxito, gracias a l@s asistentes por vuestra energía positiva y por las ganas de aprender y de cambiar cosas.

El mundo necesita a gente así, personas que siempre quieran seguir aprendiendo y con ambición por mejorar e innovar. Me fui de Mallorca un poco cansada –acumulo ya algunas semanas en las que he trabajado incluso el fin de semana, y se nota– pero te aseguro que absolutamente feliz, con mucha energía.

NO POR CASUALIDAD

Trabajo en lo que me apasiona, trabajo en impulsar Innovación a través de las personas en las organizaciones. Y no trabajo en ello por casualidad. Lo hago por decisión propia, porque un buen día me di cuenta de que no estaba en el lugar que debía estar… me di cuenta de que no trabajaba en lo que yo quería, sino que trabajaba en lo que otros esperaban que lo hiciera. Y decidí cambiar, decidí hacer de mi «hobby» –dar clases, trabajar con personas– mi actividad principal. Para sorpresa de muchos, que no entendían que dejara una carrera profesional en el mundo de las Finanzas para empezar de nuevo en un nuevo ámbito, en el que casi nadie me conocía…
A veces, hay que ser consciente de lo que haces, hay que ser consciente de si quieres seguir con ello o no… y actuar en consecuencia.

PASIÓN

Mi pasión: Innovación y personas

Tengo la suerte de trabajar en ese ámbito: Innovación a través de las personas, una fuente de innovación que puede parecer menos espectacular que otras, porque yo no trabajo con Inteligencia Artificial, ni con Blockchain, ni con Big Data… trabajo con personas, que para mí son la fuente más importante a la hora de buscar proyectos de Innovación.

Lo he comentado en ocasiones anteriores, la innovación puede surgir de distintas fuentes, aunque no pensemos en todas ellas del mismo modo:

1

Innovación desde la tecnología

Cuando pensamos en innovación, pensamos en tecnología. Inmersos en la cuarta revolución industrial, es obvio que los avances tecnológicos suponen una vía de innovación clarísima. Los últimos desarrollos en robótica, nanotecnología, biotecnología, tecnologías de información y comunicación o inteligencia artificial, entre otros, suponen nuevas líneas de productos y servicios.

2

Innovación en la estrategia

Adiferencia de las empresas que introducen innovación de forma puntual, las empresas innovadoras sistematizan la innovación y la convierten en parte de su cultura. Las empresas que incorporan la innovación en su estrategia la transforman en uno de sus elementos diferenciadores. Es el caso de empresas como Apple. Para ello, uno de los pasos imprescindibles es la creación de una cultura innovadora y el desarrollo de un lenguaje común en la organización, para asegurar que se trabaja en una misma dirección, de forma estructurada.

3

Innovación en procesos y operaciones

La innovación en procesos supone la modificación o mejora de los procesos existentes, con el objetivo de incrementar su nivel de eficiencia. Es un tipo de innovación menos visible al exterior, pero que puede suponer mejoras muy importantes. Es un tipo de innovación que conviene recordar periódicamente, para optimizar la productividad y efectividad del equipo humano.

4

Innovación desde las personas

Sabemos que la mayoría de las grandes innovaciones no proceden del desarrollo de nuevas tecnologías, ni de innovación incremental, sino que las grandes innovaciones acostumbran a crear nuevos conceptos, nuevos espacios de valor o nuevos mercados y suelen venir de una forma diferente de plantear la solución a un problema o a una necesidad y suelen tener el origen en una nueva mirada de las personas. Las personas de la propia organización acostumbran a ser quiénes mejor conocen al cliente y al producto, por lo que es una de las principales palancas de cambio hacia la innovación.

La realidad nos demuestra que la innovación de hoy en día está más impulsada por la creatividad de las personas que por la investigación científica realizada en laboratorio. Las innovaciones que más impacto han tenido en los últimos tiempos han sido las de productos como iPhone o servicios como Airbn, que no suponen inventar un nuevo producto, ni requieren de nuevas tecnologías, sino que suponen un modelo distinto de hacer las mismas cosas de siempre. Por ello, la innovación está en manos de todos, no solo de científicos o investigadores.

NO POR CASUALIDAD

Las organizaciones no cambian por casualidad

Las organizaciones necesitan cambiar. Ya no sirve el inmovilismo. Lo que hacemos hoy, muy probablemente no será válido en unos años. Y ningún cambio es posible sin las personas. Por ello, las organizaciones de éxito caminan hacia modelos centrados en las personas.

El País publicaba hace un tiempo: «La transformación digital no se logra con tecnología, sino con personas» y exponía que, para Good Rebels, hay tres tendencias que han propiciado el origen de las organizaciones centradas en las personas y cito textual:

«1

Digitalización

Las nuevas tecnologías han puesto al alcance de los individuos aplicaciones con las que pueden organizarse de manera descentralizada, exigir más transparencia en las prácticas empresariales e incluso hacer frente a grandes entidades públicas o privadas. Wikipedia, Bitcoin, Kiva o Khan Academy son ejemplos de ello.

2

Diseño centrado en las personas

Al mismo tiempo que el poder del usuario no para de crecer, grandes empresas tecnológicas como Google o Apple se muestran obsesionadas por ofrecer productos y servicios cuya apariencia, usabilidad y empatía con la marca pueden ser consideradas herramientas clave en la toma de decisión del consumidor.

3

Triple Bottom Line

Muchos economistas alaban hoy en día modelos de gestión como el denominado Triple Bottom Line (profit, people, planet), que ilustra sobre la necesidad de generar beneficio económico a los accionistas, pero siempre acompañado de la generación de valor para el planeta y la sociedad. Aquí es donde se enmarcan las estrategias de Responsabilidad Social Empresarial».

Las organizaciones no cambian por casualidad, cambian porque tienen personas con motivación y preparación para cambiar el mundo.
La innovación está en las personas. Y la innovación requiere de una motivación para iniciarla y de una metodología para implementarla.
Los que me conocéis sabéis que soy una persona muy metódica, siempre le pongo método a todo lo que hago. No es de extrañar que trabaje en la implementación de metodologías. Pero las metodologías por sí solas, no sirven de mucho. Conocer metodologías es necesario, pero no es suficiente.

Si las personas implicadas en un proceso de cambio no están convencidas de la necesidad de cambio, es muy difícil que ese cambio se produzca. Sin embargo, si esa motivación existe, si queremos cambiar algo, empieza el camino hacia ese objetivo. En ese momento, despierta el interés por el cambio, por conocer más, por aprender, por crecer…

Los procesos de cambio son necesarios y necesitan un por qué.

A veces, tardamos en darnos cuenta de que debemos cambiar.

Pero, en algún momento, algo hace click dentro de ti… y lo ves.

Y decides empezar de nuevo.

NUEVAMENTE

Se empieza nuevamente…

Hay momentos en los que debes tomar decisiones que, no nos engañemos, no son fáciles… y a partir de ahí, se empieza nuevamente
Aunque empiezas distinto, has madurado, has aprendido de tu anterior etapa, has tenido la valentía de decidir cambiar y no eres la misma persona.

Nuevos principios,

algo que aplica a las organizaciones…

y a la vida.

Las cosas en la vida no cambian por casualidad…

cambian por decisión.

Se empieza nuevamente

Nada es imposible…

mientras que un@ vive

 
Artículo publicado en INED21