Seguimos con este extraño verano, el más extraño de mi vida.

Un verano sin viajes y con vida muy tranquila. Una escapada de unos días a la Costa Brava, caminando unos 20 km al día por el Camino de Ronda, ha servido para dar una nueva perspectiva a todo eso que da vueltas en mi cabeza y que, encerrada en casa, cuesta ver cómo configurarlo y darle forma. El paisaje de la Costa Brava: S’Agaró, Palamós, Calella, Begur, sus maravillosas calas y el azul intenso del mar… configuran un entorno que invita a la reflexión. Caminar al aire libre ante un maravilloso paisaje es ideal para abstraerse y recapacitar, caminar nos permite pensar con mayor claridad y es un gran aliado para la creatividad. No es casualidad que pensadores y artistas como Nietzsche, Beethoven o Charles Dickens utilizaran las caminatas de forma regular como parte de su proceso creativo. También Aristóteles y los filósofos peripatéticos caminaban como método de indagación filosófica. Caminar para configurar ideas, para recordar lo que de verdad importa, para marcar nuevos objetivos y, sobre todo, como modo de sentir un poquito de libertad en esta extraña realidad. 

Esa necesidad de aire libre, de salir…

Sufrimos fatiga pandémica

Y es que, según el Dr. Antoni Trilla, sufrimos «fatiga pandémica». «Una sensación de agotamiento derivada de los efectos de la pandemia en nuestras vidas. Las emociones vividas (miedo, ansiedad, soledad, desesperación, impotencia) han sido intensas y han agotado buena parte de nuestra energía.

No estamos bien: podemos estar tristes, frustrados e irritables. Creemos, con razón, que no estamos progresando a la velocidad requerida. Estamos preocupados, con razón, sobre si dispondremos o no de suficiente margen de tiempo para hacerlo.»

La pandemia nos ha descolocado, nos ha ocasionado pérdidas irreparables y nos ha traído preocupación y cierta ansiedad por el futuro inmediato. ¿Qué nos espera en el mes de septiembre?¿Cómo finalizaremos el año? Es difícil no pensar en todo ello… y parece que no soy la única que piensa en futuro. Según señalan diversos estudios, se ha incrementado de forma significativa el porcentaje de personas con cuadros de ansiedad.  

El Dr. Luis Rojas Marcos señalaba esta semana en una entrevista que “la pandemia nos marcará y formará parte de nuestra biografía. Sin duda. En la misma entrevista hablaba de los efectos que está teniendo a nivel de estrés:

“Indudablemente, esta pandemia está teniendo efectos devastadores para la salud en su sentido más amplio: estado de bienestar físico, psicológico y social. En cuanto a la salud mental, está siendo un gran reto para nuestra resiliencia; la mezcla de resistencia y flexibilidad que necesitamos para afrontar y superar adversidades. Concretamente, este enemigo invisible socava el sentido de futuro: desde pequeños, en cada momento pensamos con ilusión sobre lo que vamos a hacer más tarde, el mes que viene o incluso dentro de unos años. Por eso, cuando nos sentimos incapaces de anticipar el porvenir nos invade el estrés, la incertidumbre, la vulnerabilidad y se agrieta el cimiento vital de la confianza en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea. Como resultado, han aumentado considerablemente los trastornos de ansiedad, la depresión y la incidencia de problemas personales …”

 

No poder planificar, no saber qué nos espera nos genera ansiedad…

Vienen momentos de cambio, de gran profundidad. Cambios que no van a ser fáciles. Y en los momentos de cambio, no hay libro de instrucciones, no hay pautas predeterminadas a seguir. Es momento de ser observadores, de ver qué es necesario hacer en cada momento, de tener mentalidad startup, de hacernos preguntas…

 

Cuatro pautas ante un momento de cambio

En momentos de cambio no tenemos pautas preestablecidas, son momentos de explorar y descubrir opciones. No sé por qué me vino a la mente que puede ser útil recordar los cuatro acuerdos del Dr. Miguel Ruiz, un texto que tuvo su auge al final de los años 90, que ha publicado 17 ediciones, y que contiene una herramienta que es atemporal y que puede ser una guía muy útil, ¿recuerdas los 4 acuerdos?

Cuida tus palabras

Cuida tus palabras, elige las palabras adecuadas. Las palabras crean estados de consciencia y éstos, determinan tus pensamientos, que, a su vez, se manifiestan en los resultados. Más allá de tu idioma, es el lenguaje que utilizas el que conforma tu manera de representarte el mundo.

En lo que piensas y lo que dices es en lo que te conviertes.

Sé coherente con lo que dices y lo que haces. Cumple todos tus compomisos y utiliza las palabras de forma constructiva y positiva.
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No te tomes nada como personal

Muchas personas suelen afirmar, ante determinadas situaciones, que «el mundo está contra mí«.
Por norma general, es fácil sentirte demasiado susceptible a todo lo que digan o hagan alrededor tuyo. La recomendación es alejarse de esa postura. Asumiendo una mayor distancia de las situaciones y cuestiones -incluso las que te involucran directamente-, podrás no engancharte emocionalmente, respetar las posiciones de los demás -no necesariamente justificarla- y sentirte mejor.
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Haz siempre lo mejor que puedas

Ser una persona excelente es más que ser impecable, significa expresar continuamente y en todos los aspectos de la vida tu mayor compromiso hacia la calidad total de tus pensamientos, palabras y acciones. Hacer el máximo esfuerzo es salir de tu zona conocida, para expandirte un poco más allá, alimentándote de energía para alcanzar un nivel superior de excelencia en todo lo que realices.

Hacer lo mejor que puedas es dar siempre tu 100%.

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No hagas suposiciones

Otra fuente de malestar interior y de problemas es vivir haciendo suposiciones.
El proceso de suponer es inconsciente y forma parte de los sesgos cognitivos del cerebro. Un sesgo es un atajo que toma tu proceso cerebral intentando encontrar una vía de escape o solución rápida.
Pero no sirve… haz más preguntas, sé paciente, reflexiona, conecta mejor con las demás personas. Evita suponer aplicando la escucha activa y la comunicación asertiva.
No des nada por supuesto. Si tienes dudas, acláralas. Si tienes sospechas, pregunta. 

 

La importancia de observar y preguntar… me parece especialmente importante no hacer suposiciones.

Las suposiciones son combustible de pensamientos negativos

Lo que asumimos y damos por hecho sin preguntar… puede distorsionar -y mucho- nuestra realidad.

Hay muchas cosas que no ves…

y en momentos como el actual es todavía más importante poner atención en todo.

Tendemos a suponer muchas cosas que no son

y a no ver otras cosas que sí están sucediendo

Antes de presuponer, piensa. Antes de suponer, pregunta.

 

 

Hoy la canción es otra de mis favoritas de este verano, «Dumb»… lo que somos ante muchas realidades que suceden delante de nuestros ojos

Dumb

 

I know you’re too fool

to understand…

cause you’re a dumb