TODO LO NUEVO EMPIEZA CON UN POCO DE MIEDO

 

Todo lo nuevo empieza con un poco de miedo. Siempre.

Cuando se plantea algo nuevo en tu vida, asusta. Y, a veces, asusta mucho.

Todo lo nuevo es un desafío. Un cambio siempre es un reto, algo que no conoces, a lo que no estás acostumbrad@ y que no sabes si va a funcionar.

Mi trabajo está ahí. Trabajo en ayudar a facilitar el cambio a personas y a organizaciones que quieren hacerlo y te aseguro que es un trabajo estimulante, retador y que me da muchas satisfacciones.

Solo podemos empujar el cambio en las organizaciones desde personas convencidas de que ese cambio es posible y es deseable.

Solo puedes empujar un cambio en tu vida desde dentro de ti.

Un cambio en tu vida profesional o en tu vida personal, de entrada, empieza con un poco de miedo. No falla.

 

¿Por qué nos da miedo el cambio?

Detrás del miedo al cambio existen miedos todavía más profundos:

  • miedo a no ser capaces de afrontar la nueva realidad, porque aquello que desconocemos nos asusta. Cuando llega un cambio nos hace caminar hacia una nueva realidad y podemos dudar de si disponemos de los recursos necesarios para afrontarla. En el fondo, este miedo es una falta de confianza en nuestras propias capacidades.
  • Miedo a perder la situación actual. El cambio implica dejar algo, algo que ya conocemos y que tal vez no nos convence, pero es un lugar en el que sentimos que sabemos por dónde nos movemos y qué va a pasar. Esa previsibilidad nos da tranquilidad y provoca, en algunas personas, miedo a perderla.
  • Miedo a equivocarnos, es un miedo a la incertidumbre que se abre ante nuestros ojos. Y es que nadie nos puede garantizar que todo saldrá bien.

 

¿Cómo superar el miedo el cambio?

Si quieres algo, tienes que hacer que ocurra. Las cosas no suceden solas.

Lo sabemos. Conocemos bien la teoría, pero ¿por qué nos asustan las cosas que más deseamos? ¿Por qué nos cuesta tanto llevarlo a la práctica?

El miedo es inevitable

El miedo es algo biológico. Es un sistema de alarma que nuestro cerebro activa cuando detecta una posible amenaza. El miedo es una respuesta de supervivencia humana que genera cambios en la fisiología, en los pensamientos y en el comportamiento.

El miedo es necesario, pero debemos ser capaces de controlarlo. Para conseguirlo, considero que existen tres claves fundamentales que hay que trabajar. Son tres claves que recojo en mi libro “¡Vamos!” y de las cuales paso a detallar un extracto.

 

Activa el necesario optimismo

El optimismo no es un sentimiento, sino un modo de actuar. Y ser optimista no es ser ingenuo. El optimismo no consiste en cerrar los ojos ante los problemas, sino que consiste en mantener una actitud consciente, voluntariamente positiva y constructiva.

Ante cualquier reto, está claro que es importante activar el optimismo. Sin embargo, no somos optimistas de serie. Nacemos con un mecanismo de protección ante los problemas que nos hace tendentes al pesimismo. Ante los posibles peligros o amenazas, nuestro cerebro se pone en guardia y nos hace ser cautos. Yo también nací pesimista. Todavía recuerdo a mi madre llamarme “Tristón”, un personaje de dibujos animados absolutamente pesimista que todo el día decía “oh, cielos, qué horror ¡todo va a salir mal! “.  Pero me fui dando cuenta de que cómo me perjudicaba ese modo de ver las cosas y decidí que era preferible “cambiar de bando” y pasar al de los optimistas.

Podemos aprender a ser optimistas. Eso no quiere decir que sea fácil, ya que mantenerse optimista en un mundo negativista, ante tantos problemas y envueltos en situaciones difíciles requiere de un esfuerzo importante.

Es cuestión de entrenar tu optimismo.

Si no eres capaz de ver que algo diferente es posible, es muy difícil que lo consigas.

Si se afronta una situación complicada desde el optimismo, se incrementan las probabilidades de resolverla correctamente. Como veíamos en la historia del principio del capítulo, cuando los soldados afrontaron su situación pensando que tenían un mapa de la montaña, fueron capaces de salir de allí. No se trata de negar la realidad, sino de afrontarla con una expectativa optimista, ya que en muchas ocasiones confiar en un resultado positivo y trabajar con mejores expectativas contribuye a conseguir los resultados deseados.  Existe una correlación positiva entre la actitud optimista y la consecución del logro.

Aprender a ser optimista requiere trabajar contra aquellos obstáculos que nos impiden ser felices: la propensión a fijarte en lo negativo, a creer que siempre va a ocurrir lo peor, el hábito de magnificar los contratiempos y las adversidades o el de creer que tu elección siempre es la incorrecta.

Las personas optimistas acostumbran a conseguir lo que se proponen. Es cuestión de tener claros cuáles son tus objetivos, convencerte de que es posible alcanzarlos y trabajar en esa dirección.

Los expertos aseguran que el sistema perceptivo de las personas optimistas funciona de forma opuesta al de los pesimistas. Según Rojas Marcos “las personas optimistas tienden a localizar el centro de control dentro de ellas mismas, consideran que ocupan ‘el asiento del conductor’ de sus vidas; los pesimistas, por el contrario, tienden a poner el control de su vida en manos del destino y creen en el nada de lo que yo haga importa».

 

Permítete sentir miedo

No pretendas evitarlo. Permítete sentir miedo, y hazlo con miedo.

Vencer el miedo es posible. El secreto está en sentir el miedo y hacerlo de todos modos.  Nos lo explica Susan Jeffers en el libro del mismo título “Aunque tenga miedo, hágalo igual”.

Susan Jeffers   es una psicóloga norteamericana especialista en el miedo. Ella explica que pasó una parte de su vida resignada a vivir insatisfecha, sin atreverse a hacer lo que quería hacer por miedo. Hasta que un día decidió dejar atrás ese miedo, convirtió sus ideas en realidad y se animó a explicarlo en un libro que la convirtió en autora bestseller a nivel internacional.

Ante los cambios o ante la acción, sentimos miedo. El miedo es una emoción muy presente en nuestras vidas que nos impide hacer muchas cosas. Un paso muy importante para conseguir nuestro objetivo es atrevernos a vencer el miedo.

Los nuevos retos siempre dan miedo. El miedo nunca desaparecerá mientras tu vida siga creciendo. Porque crecer es salir de tu zona de confort, asumir incertidumbre y esforzarte sin garantía de éxito. Tus objetivos están más cerca de tu alcance si tienes una idea clara y precisa de lo que deseas y una enorme fuerza de voluntad para perseguirlo.  Nada es fácil, pero la cuestión es encontrar el modo de hacerlo.

Solo podrás crecer si te atreves a hacer lo que quieres hacer, aunque sientas miedo.

 

Ten claras las consecuencias de no hacer ningún cambio

Al no realizar ningún cambio en tu vida, puede parecer que hay menos riesgo.

No hacer ningún cambio en tu vida da una falsa sensación de seguridad

Pero no siempre es así, permanecer como estamos también implica el riesgo de no llegar a ser nunca felices, de ser eternos insatisfechos con la vida y de no seguir creciendo. Dar un paso asusta, puede incluso aterrorizar a veces, porque debes afrontar lo desconocido. Pero no hacer ningún cambio tiene consecuencias y debes tenerlas claras.

Dedica un poco de tiempo a pensar sobre esas consecuencias de no hacer nada. Si no haces nada ¿cómo estarás dentro de unos años? ¿A qué renuncias? Coge papel y boli y escribe las consecuencias de no hacer nada. Y cuando las tengas delante de ti, valora si vale la pena hacer el esfuerzo.

 

Con todos los elementos a considerar, reflexiona un poco.

Escucha lo que sientes dentro de ti.

Impulsar un cambio es un camino cuesta arriba siempre. Porque, aunque el cambio sea para mejor, no quiere decir que no vaya a ser difícil.

Elegir un camino nuevo, sobre el que no están tus huellas, es un ejercicio de valentía y muchas veces, también, de inteligencia. Nos cuesta transitar por lo desconocido, incluso cuando intuimos que lo nuevo es mucho mejor que lo anterior, tanto en lo profesional, como en lo personal.

Ten claro qué es lo que puede marcar la diferencia en tu vida. Lo importante es darte cuenta de ello, cultivar la fuerza necesaria para empezar a avanzar y ser valiente. Eres responsable de tu felicidad y de ti depende permanecer inmóvil o caminar hacia algo nuevo.

Ganarle la batalla al miedo… es el único modo de conseguir lo que deseas.

 

 

Y para entrenar el optimismo, nada mejor que un poco de música. Hoy una canción que me llegó por whatsapp y que me encantó -hay personas con súper poderes para la música, sin duda-. Gracias por leerme, feliz semana.

Yo ya no sé qué hacer conmigo …

 

 

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