Puntos de inflexión… esos momentos mágicos en tu vida

 

Semana de clases en el programa de Máster en Innovación y Emprendimiento de OBS Business School, con un grupo de alumnos fantásticos. Empieza también el Máster en el que doy clases en la Universidad Europea de Madrid. Combinado con sesiones del programa de liderazgo femenino de ICEA en Generali, esta semana trabajando en gestión del tiempo, con profesionales extraordinarias, con las que hemos disfrutado compartiendo. Reuniones de preparación de mi próximo viaje a LatAm, con muchas ganas de trabajar allí este mes de octubre. Y, en medio, algunas sesiones de coaching. Me encanta acompañar a profesionales en su camino de crecimiento. Es muy gratificante conversar y ver cómo surgen los temas importantes, que sirven para guiar los siguientes pasos.

En una de estas sesiones de coaching, surgió un concepto que me parece especialmente importante y que he vivido en primera persona: los momentos de inflexión.

 

Momentos de inflexión

Cualquier nuevo proyecto es difícil de iniciar.

Los inicios son complicados, requieren de mucha energía y no siempre se consigue ver el resultado rápidamente.

Piensa en un proyecto, el que quieras, sea del tipo que sea: un proyecto profesional, una relación, un cambio de trayectoria, … El que quieras. Porque aplica a todos.

Cuando empiezas, tienes mucha ilusión, le pones energía, le dedicas tiempo… pero lo habitual es que en el inicio sea lento.

A base de horas, de dedicación, de trabajo, de cariño y de esfuerzo, ese proyecto va despegando. 

Y, un día, no sabes en qué momento ni sabes por qué… pero un día notas que aquello ha empezado a crecer de un modo más potente.

Si dibujáramos la curva de crecimiento en un gráfico, al inicio sería una línea bastante plana. Hasta que, un día, esa línea cambia de pendiente y empieza a crecer de un modo más rápido.

 

No es lo que has hecho ese día, o ese mes lo que ha cambiado el ritmo de crecimiento.

Es el resultado acumulado de todo lo que has hecho con anterioridad lo que ha provocado que la curva tenga un punto de inflexión y su pendiente sea ya más pronunciada.

 

Cómo reconocer los momentos de inflexión

Esa sensación de que algo ha cambiado es una señal a la que debes prestar atención. 

Los momentos de inflexión no pasan todos los días, son escasos. Y, por ello, es mejor estar atentos y ver cuándo suceden.

Para reconocerlos, esos 4 pasos pueden ayudarte:

 

1.

Para un poco

De vez en cuando hay que parar. Sentarte un ratito a pensar y a sentir. A solas y sin distracciones.

2.

Siente si ha cambiado algo de un modo importante

Es en esos momentos de calma, cuando puedes sentir si todo está igual o si han habido cambios. Permítete sentir…

3.

Cuando notes que sí, anótalo, deja constancia

Y, en uno de esos momentos de calma, sabrás que se ha producido un momento de inflexión. Que lo que tienes entre manos ha cambiado de escala, y ahora es más grande. Que va en serio. Que lo que imaginabas que sucedería en el futuro, empieza a suceder…

Te recomiendo anotarlo, que dejes constancia del día en que notaste ese momento de inflexión, porque es un momento importante y te gustará recordarlo.

4.

Disfruta el momento

Y ese momento es para disfrutarlo, para saborearlo. Porque tú querías que llegara, porque te has esforzado para que pasara, porque los logros son para celebrarlos.

 

El punto de inflexión es ese momento mágico en el que tu proyecto cruza un umbral, se eleva y se extiende de un modo inesperado.

A lo largo de tu vida, en tus proyectos más importantes, si te fijas, notarás los momentos de inflexión.

Y es tan bonito…

Cuidado con no valorar lo que consigues. Porque solemos no valorarlo. Nos lo muestra la neurociencia: nuestro cerebro nos juega malas pasadas. Los neurólogos señalan que nuestro cerebro se acostumbra muy rápidamente a lo que tenemos y deja de valorarlo al poco tiempo. Nuestro cerebro lo da ya por hecho. Y empieza, entonces, a pensar, a buscar y a desear otras cosas.

No permitas que eso pase en tu vida.

El éxito en tu vida no lo consigues de golpe, en un momento dado… sino que lo consigues paso a paso, con la suma de muchos pequeños logros.

Deberías celebrar todo lo bonito que consigues.

Tu vida sigue una línea de crecimiento, y tiene varios puntos de inflexión.

Disfruta cada momento, y celebra especialmente esos puntos de inflexión…

Porque nada llega por casualidad, llega después del trabajo y el esfuerzo… y porque mereces disfrutarlo.

 

 

Hoy comparto una canción de Maldita Nerea, que siempre me ha encantado

El secreto de las tortugas para desearte una feliz semana y darte las gracias por

 

 

Cuando me hablas,

la montaña es más pequeña

y no se mueve cada vez 

 

 

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