Septiembre
el mes para reiniciar tu vida
Vuelta a la normalidad. Semana de retomar la actividad, en una Barcelona tranquila y preciosa. En este primer día de septiembre empiezo a ser consciente de todo lo que viene, en un mes especialmente intenso y con muchos viajes… todo a punto para este nuevo inicio.
Si hace tiempo que me lees, ya sabes que septiembre es mi mes favorito. Es el mes en que todo vuelve a empezar. Después de unas vacaciones reparadoras, es un buen momento para poner en marcha todos esos planes que tienes en mente y que pueden cambiar muchas cosas en tu vida.
El mes de dar la bienvenida a los nuevos proyectos, a las nuevas posibilidades, …
Y es que es fácil querer empezar cosas nuevas, plantearse nuevos proyectos y creer que podrás con todo.
Los nuevos proyectos son maravillosos, querer conseguir retos importantes es estimulante, pero hay que ser consciente del sacrificio que estás dispuesto a hacer para lograrlos.
Sin nuevos retos no es posible progresar, y es a base de esos nuevos objetivos como has ido mejorando año tras año. Muchas personas suelen ver tu vida desde el lado positivo: por todo lo que haces y todo lo que has logrado, por lo que tienes y por lo que disfrutas. De lo que no suelen ser tan conscientes es de las batallas que has tenido que librar para llegar ahí.
Cada cambio es una batalla ganada
Ningún proyecto se consigue sin cambio. Ningún cambio se produce sin esfuerzo.
Un cambio exige un proceso de crecimiento y no es fácil. Si fuera fácil, todo el mundo lo haría.
En cualquier caso, un proceso de crecimiento requiere de cuatro pilares fundamentales:
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- exigencia: siempre puedes ser mejor, y la mejora requiere trabajo constante;
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- humildad: ya sabes que creo en el valor de la sencillez y la humildad;
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- autoestima: quiérete y valórate por lo que haces, recuerda que todo empieza en ti;
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- y realismo: saber que necesitas fallar algunas veces para hacerlo mejor, tener en cuenta hasta dónde puedes llegar, qué puedes hacer y qué no… conocer sobre lo que quieres lograr y conocerte a ti son piezas esenciales para lograr tu meta.
Cada cambio es una batalla ganada al miedo.
Elige bien tus batallas
En este momento, con el ‘nuevo curso’ por delante, es importante marcarse objetivos y decidir nuevos proyectos, pero también es necesario valorar tu capacidad para abordarlos y cuánto estás dispuesto a sacrificarte para conseguirlos.
No suele ser buena idea plantearte grandes retos si no tienes la energía y el tiempo para afrontarlos. Cualquier proyecto requiere cambio. El cambio es incómodo y doloroso, requiere sacrificios y perseverancia, incluye equivocarte, sentirte vulnerable y tener que trabajar sin garantía de éxito.
Piensa en aquello que realmente quieres, dale perspectiva a tu vida, mira lejos, dales altura a tus ambiciones, comprométete con ellas… y elige bien entre todo lo que ves ante ti.
No malgastes tu energía en querer alcanzarlo todo.
Elige bien tus batallas… no está la vida para una lucha continua, renunciar a algo puede ayudarte a maximizar tus probabilidades de éxito en lo que de verdad importa.
Cuando una persona decide renunciar a aquello a lo que no puede llegar, acepta la vida como se presenta y elige en qué poner su energía, es cuando comienza su auténtico proceso de transformación y crecimiento.
Feliz septiembre, es una nueva oportunidad para volver a empezar
gracias por leerme un día más
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