Termina 2019. Y parece que muchas cosas van a cambiar el próximo año…
El primer cambio en mi blog llega esta misma semana, y es que INED21 ha dejado de publicar contenido durante un tiempo -iniciando un período de reflexión y transformación-, lo cual implica que mis posts semanales los vas a encontrar solo en mi blog martagranyo.com. Y te aseguro que voy a echar de menos a INED21 y sus ediciones que me sorprendían cada domingo. Solo puedo agradecer su apoyo y su profesionalidad a lo largo de todas estas semanas, de corazón, y desear que pronto vuelvan a estar operativos, publicando contenidos para toda esa maravillosa comunidad que gira a su alrededor.
El año se inicia con cambios en el ámbito profesional y en el personal. Escribo hoy con tristeza porque otro cambio, desgraciadamente, marcará a mi familia, después de que nos haya dejado esta semana mi primo Javier, pronto, mucho antes de lo que le correspondía… y asumir algo así no es fácil, especialmente para su seres más próximos, que tendrán que aprender a vivir sin él, una persona extraordinaria, con mucha energía y muy especial. Tampoco para los demás, porque son noticias que no esperas y que te dejan un enorme dolor por dentro, dolor porque se ha ido y por todo lo que no le has dicho, por todo lo que no has hecho… Siento si hoy no tengo la energía adecuada para escribir, aunque lo hago porque creo que no debemos olvidar el consejo de Pau Donés (Jarabe de Palo):

‘vivir es urgente’

Tenemos tanto por vivir, tanto por decir y que no decimos… Ya lo escribí hace unos meses, tenemos la mala costumbre de vivir a medias. Y duele tanto todo lo que se queda por decir…
A las puertas de un nuevo año, deberíamos ser muy conscientes de todo el potencial que llevamos dentro, de todo lo que nos queda por hacer, de que tenemos tanto por dar…
En el momento de marcar los objetivos del nuevo año, es el momento de ser muy conscientes del presente y de planificar el futuro. Aunque, como decía una compañera mía en Deloitte, “hay que mirar hacia adelante, pero tampoco muy lejos…”

Tanto por dar

 
Tenemos tanto por dar… y el tiempo no es infinito.
Así que será cuestión de planificar, es el modo más eficiente de conseguir objetivos… algo que muchos ya han hecho a estas alturas del año, y es que es inevitable ir marcando metas.
Metas que van más allá de los objetivos a nivel profesional, necesitamos ser un poquito más ambicios@s y ampliar esos objetivos. Objetivos con más de una perspectiva, :

    1. Determina los objetivos que te guíen hacia dónde quieres estar a nivel profesional:

Aquí se incluyen tanto objetivos de trabajo como objetivos de aprendizaje. El objetivo en la vida es crecer, y aprender es el camino.

    1. Dedica más tiempo para lo que de verdad importa.

Tod@s somos conscientes que hay temas muy importantes: familia, amigos, … y, sin embargo, nos cuesta dedicarles tiempo. Si de verdad es importante para ti, ponlo en tu agenda. Si lo planificas, tiene mayor probabilidad de sea una realidad.

Como dice Bonnie Ware en su libro “Los cinco arrepentimientos antes de morir”, dos de los arrepentimientos más comunes antes de morir de muchas personas son no haber expresado los propios sentimientos y no haber dedicado tiempo a lo que de verdad importa.

    1. Un propósito solidario… si lo sientes.

Ayudar a quién lo necesita tiene una tasa de retorno muy alta.

    1. Incorpora como objetivo algo que te haga feliz.

Porque sí. Porque te apetece. Porque te lo mereces…

Mi amiga Diana me contó, hace un tiempo, que uno de los auto-regalos que se hacía todos los años era conocer a una persona a la que admirara … me pareció genial. Si algo te hace ilusión, incorpóralo como objetivo.

¿Cuáles te has marcado tú? ¿Qué quieres alcanzar en 2020? Seguro que ya los tienes definidos o estás terminando… la planificación es una gran herramienta para llegar donde quieres estar.

Planifica… y busca tu motivo

 
Y recuerda que para poner en marcha cualquier propósito es necesario tener una motivación real. ¿Cuál es tu motivo? ¿Por qué lo haces? Planifica pensando en tu propósito en la vida, es algo esencial, recuerda siempre qué es lo que más valoras… porque, muchas veces, descubrimos lo que valoramos demasiado tarde. Valoramos la salud cuando la perdemos, el valor del amor cuando no lo tenemos, el valor de la vida cuando vemos la muerte…. Actuamos como si las cosas más importantes en la vida las tuviéramos garantizadas, y no es así. Si valoras la salud, planifica cómo mantenerla, si valoras a tus seres queridos, planifica tiempo para ell@s, …
Y recuerda que lo verdaderamente importante no es planificar, sino hacer. Muchas veces somos grandes planificadores y pésimos ejecutores… la diferencia está en hacer, siempre.
Planifica, aunque sepas que la realidad muchas veces te hará cambiar de planes…
porque la vida no es cómo la esperabas,
porque no es fácil, pero habrá que vivirla,
así que, mejor tomar el timón para hacer que se parezca
a aquella que ves cuando cierras los ojos…
Planifica, porque tienes tanto por dar…
y el tiempo es finito.
Planifica, pero deja siempre sitio a lo imprevisto…
(aunque duela)
 
Hoy la canción va por Javier, y también por Imma, Núria, Jesús y Teresa, por ese ‘tanto por dar’ que queda dentro y que duele tanto…
Tenía tanto que darte

 

Prometo guardarte en el fondo de mi corazón…