PERSONAS GENEROSAS

Tu grandeza no se mide por lo que tienes,

sino por lo que das

La generosidad dice mucho de las personas. No es fácil encontrar a personas generosas, tal vez por ello, cuando encuentras a una, siempre deja huella. Es una suerte poder terminar la semana dando las gracias a una persona maravillosa por su generosidad.
Llego a casa después de una semana intensa, con mucha actividad, lo cual tiene doble efecto: una parte de cansancio por el esfuerzo y otra de felicidad por el resultado.

Semana con clientes extraordinarios, trabajando con metodologías ágiles porque este entorno en el que vivimos exige agilidad y capacidad de adaptarse a los cambios, algo que las organizaciones más innovadoras tienen muy claro.
Es increíble comprobar cómo las organizaciones más innovadoras son las que más se interesan por promocionar la innovación, cómo las organizaciones con más talento son las que más se preocupan por impulsar ese talento… Ha sido fantástico, una vez más, poder compartir estos días con profesionales de altura, capaces de formar equipos multidisciplinares que funcionan a la perfección. La innovación desde las personas siempre da buenos resultados.
Pero creo que hoy no voy a hablar de agilidad –lo haré otro día, porque hay mucho que comentar– sino de generosidad. Esta semana, alguien me ha hecho reflexionar bastante sobre la grandeza de las personas generosas.

 LA GENEROSIDAD

Generosidad es una palabra que procede del latín generosïtas y se refiere a la ‘inclinación a dar y compartir, sin esperar nada a cambio’. La generosidad es una virtud, que no es fácil de encontrar.
La neurología ha investigado sobre la generosidad y ha concluido sobre sus efectos positivos. El altruismonos hace felices, según un estudio de la Universidad de Zurich, que analizó la respuesta cerebral que provoca la generosidad. Sus estudios indican que, tras una acción generosa, se activa una zona en el cerebro que genera sensación de bienestar.

Según un estudio de la Universidad de California Riverside, los actos de generosidad reducen la irritabilidad y mejoran la calidad del sueño.


Incluso algunos estudios han explorado la zona del cerebro donde reside la generosidad: esa zona es el «córtex cingulado anterior subgenual», según ha demostrado el equipo de la Dra. Lockwood de laUniversidad de Oxford, en un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences. Y es que la investigadora señala que la generosidad es un aspecto clave de las interacciones humanas, necesario para la cohesión social y para la vinculación afectiva.
A pesar de ello, se ha investigado poco sobre cómo y por qué las personas hacen cosas para ayudar a los demás. Para ver el impacto que tiene en nuestro cerebro el hecho de practicar una acción de generosidad, han medido con resonancia magnética la actividad cerebral de un grupo de voluntarios y midieron los resultados por primera vez.

Vemos, pues, que entre los grandes hallazgos de la neurología, está el enorme valor del altruismo.

LOS MÁS GENEROSOS

Los países más generosos del mundo

El World Economic Forum nos muestra el índice de los países más generosos del mundo. En el ranking de 2015, Myanmar era el país más generoso del mundo, seguido de Estados Unidos y de Nueva Zelanda.
El índice se basa en tres factores: el porcentaje de gente que ha ayudado a una persona extraña, el índice de voluntariado y las donaciones realizadas. Analiza un total de 145 países y este mapa es un resumen del resultado obtenido:

El informe también señala que solo 5 países del G20 están en el Top20, lo cual demuestra que tener más dinero no nos hace necesariamente más generosos.
Estoy convencida de que la generosidad es una gran inversión. Lo que das de corazón, se te devuelvemultiplicado.
Medir los países más generosos, medir la generosidad… un parámetro que funciona a la inversa de muchos otros. La generosidad no se mide por lo que acumulas, no va de tener más… la generosidad se mide por lo que das. Por ello, estoy convencida de que solo las personas grandes son generosas.

Tu grandeza no se mide por lo que tienes,

sino por lo que das…

Gracias por tu generosidad. 

Yo cuidaré

todo lo que me regalas…

Artículo publicado en INED21