UN NUEVO PRINCIPIO

y no todo será cómo tú quieres

 

 

Deseo que hayas empezado el 2023 muy bien y que la primera semana del año haya estado llena de buenas sensaciones y vivencias bonitas. Es importante empezar con buen pie.

Mi primera semana del año ha sido tranquila y con momentos especiales. El año ha empezado con calma, disfrutando de momentos, de conversaciones y de los lugares más bonitos de Barcelona. He disfrutado viendo en directo la cabalgata de Reyes, repleta de gente, de música y de ese ambiente especial de una noche mágica. Me he emocionado visitando la Pedrera de noche, una de las grandes obras del arquitecto Gaudí. Siempre me ha fascinado la fachada de la Pedrera, pero la experiencia de vivir Barcelona desde la terraza del ático es de la que superan expectativas. Barcelona se ve aún más bonita desde allí, desde esa terraza con grandes figuras escultóricas, que se asoma a un Paseo de Gracia repleto de estrellas -por cierto, réplica de la estrella que corona la Sagrada Familia de Gaudí-, con edificios preciosos y con un sky-line que enamora.  

Un nuevo principio: 2023.

 

No sabemos qué nos depara este año

Empieza un nuevo año, en el que no sabemos qué nos tiene preparada la vida.

Por supuesto, hemos planificado y tenemos claros nuestros objetivos. Pero el hecho de planificar no evita que la vida sea imprevisible -aunque nos gustaría que no lo fuese-.

Nuestra vida está llena de ciclos, ciclos que empiezan y terminan. Escribía Jorge Bucay “cada vez que algo se va, deja lugar a lo que sigue”.

Y los principios son imprevisibles.

Nos gustaría entenderlo todo, poder planificar lo que está por venir y saber qué camino vamos a recorrer. Algo que no es posible.

 

No pretendas entender lo que tienes por delante.

A veces olvidamos que la vida se vive por etapas. No es un recorrido fijo, inalterable hacia un punto final, sino un conjunto de etapas, algunas inesperadas…

Es importante que tengas claro dónde te gustaría llegar. Al igual que es importante que tengas claro que el camino no será llano y en línea recta. No es posible anticipar lo que está por venir. Los imprevistos de la vida siempre aparecen. Imprevistos que pueden ser pura anécdota o pueden ser trascendentales. Pero, en cualquier caso, la decisión más sabia es aceptarlos.

 

Probablemente… no todo será perfecto

Probablemente, la realidad no será exactamente como esperabas.

No va a ser todo perfecto.  

Y está bien así…acepta lo que no sale cómo tú habías planificado.

El propósito de la vida es vivirla, no controlarla. Cuando quieres controlar todo lo que sucede en tu vida terminas por no vivirla. La experiencia me ha demostrado que debemos ser más pacientes y más tolerantes con lo que llega a nuestra vida. Aunque en ese momento no lo entendamos, todo termina encajando y situándose dónde debe estar.

Disfruta de lo que no esperabas.

Lo inesperado es parte de la vida… y, al final, puede ser mejor lo que encuentras sin buscar que lo que habías buscado siempre.

 

Hoy, una canción de la banda sonora de Glass Onion, la película (no planificada) de este viernes -te la recomiendo, si todavía no la has visto- para desearte una feliz tarde y darte las gracias por leerme…

To love somebody 

 

 

 

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