Cuando la nueva normalidad es más virtual, la perspectiva cambia.
Semana digitalizando contenidos, siguiendo con programas on-line de mentorización de startups y dando varios webinars sobre “Mentalidad Startup”. Todo mucho más virtual que hace unos meses, sin embargo, mi trabajo sigue siendo el mismo. Sigo dando clases en la universidad, sigo con formaciones a empresas y con programas de acompañamiento a startups… aunque el virus ha modificado los formatos, la tecnología permite mantener gran parte de la actividad, previo ajuste, por supuesto, que exige una fase de trabajo de adaptación. El debate entre formación presencial y on-line que pudiera haber desde hace unos años ha cambiado definitivamente con el covid-19, para desterrar ciertos prejuicios hacia la formación on-line.
Van emergiendo lecciones de la situación actual, y comprobando que otro modo de hacer las cosas es posible.
Virus, lecciones…
Vamos aprendiendo lecciones.
Y, si te interesa un curso acelerado de lecciones a partir de la situación actual, te recomiendo un gran libro: “El virus que reseteó el capitalismo. Lecciones prácticas del Covid19” de Juan Carlos Cubeiro. Sin duda, el libro del momento.
Soy admiradora incondicional de Juan Carlos Cubeiro desde hace años, desde que leí su libro “Del capitalismo al talentismo”, publicado en 2012, uno de los tres libros que más me ha impactado en mi vida.
Hay muchos libros buenos, interesantes, novedosos, … pero son muy pocos los libros que llegan a encender algo dentro de ti, y ese libro me dio una nueva perspectiva del mundo, y de mi vida. De todos sus libros -es un autor muy prolífico, con más de 40 títulos publicados- es mi favorito, aunque probablemente su título más destacado ha sido el bestseller “La sensación de fluidez”, una novela de contenido empresarial con la que nos lleva, de manera simple y amena, a las claves necesarias para ejercer el liderazgo con talento y eficacia.
El modo como Juan Carlos Cubeiro analiza la realidad, la desmenuza y la relaciona con grandes conceptos para hacerte pensar es sencillamente único, y muestra la capacidad analítica y la inteligencia de uno de los mejores autores de nuestros días. Nada es casualidad, lee un libro cada día, publica un post diario en su blog «Hablemos de Tecno Talento» y mantiene un ritmo de actividad incesante, algo al alcance de muy pocos.
Y, si hace unos años, me entusiasmó su libro -lo llevo casi siempre conmigo en muchas de mis conferencias, me parece imprescindible-, esta vez ha vuelto a deslumbrarme con el contenido de su nuevo libro “El virus que reseteó el capitalismo”
Me emocioné con la dedicatoria…
Es un detalle por el que le doy las gracias de corazón. Las personas que hemos perdido a alguien importante en nuestra vida como consecuencia del covid-19 nos hemos llevado la peor parte de esta situación… y el detalle hacia los miles de fallecidos me parece precioso.
Antes de empezar a leer, el índice del libro nos da la primera sorpresa: el índice es un ejercicio de creatividad impresionante, consiguiendo entrelazar a través del acrónimo CORONAVIRUS los distintos temas que aborda en él. A través de esos 11 apartados, nos va adentrando en el impacto que ha tenido el virus en nuestra vida.
C omenzar de nuevo, sin perder la memoria
El libro arranca destacando la importancia de la memoria, para no volver a repetir los mismos errores… recordando una de las grandes lecciones: la de Viktor Frankl. Frankl descubrió entre quienes sobrevivieron a los campos de concentración un elemento común: tenían algo de vital importancia que realizar en el futuro. “Podemos trascender la situación, más allá del sufrimiento del momento”. Frankl nos enseñó que es una peculiaridad del ser humano que sólo pueda vivir proyectándose en el futuro; y es ésta su salvación, aún en los momentos más difíciles de su existencia.
Comenzar de nuevo, nos dice Juan Carlos Cubeiro, y “recordemos para siempre que el Capitalismo terminó reduciéndose a un espacio en el que, teniendo coches no los podíamos usar, teniendo dinero no podíamos salir a gastarlo, teniendo ropas de lujo nos quedábamos en casa con ropa cómoda, teniendo joyas no las podemos exhibir. Nos dejó en casa, cuidando de los nuestros, preocupándonos de los seres queridos, añorando enterrar y llorar a los fallecidos, poniendo la salud por encima de todo lo demás. ¿Cabe una lección mayor? ¿No la habremos aprendido al salir?”
O rganizarnos de otra manera: ¿teletrabajo o “telos”-trabajo?
R epensar la mentalidad bélica… y la libertad
O rquestar la Confianza, en la Economía de la Suscripción
N o será la última pandemia. Cómo prepararnos para la siguiente
A cabar con la burocracia YA
V erificar la Coherencia, en las empresas y en las personas
I mpulsar la Democracia y el Humanismo
R elanzar la Economía y el Empleo
U tilizar la tecnología en nuestro propio beneficio
S uperpotencias: Cuando China destronó a Estados Unidos
No es mi objetivo resumir el contenido del libro, su contenido es de tal profundidad y riqueza que te aseguro que hay que leerlo, para profundizar en cada uno de estos 11 temas fundamentales que aborda.
Me interesó especialmente el capítulo de “Acabar con la burocracia YA”, probablemente porque es el que más conecta con mi trabajo. Juan Carlos hace un recorrido por la historia de la burocracia desde sus orígenes, señalando que “fue un gran invento del siglo XX, inasumible en el siglo XXI. Tal es el poder de la inercia.”. La necesidad de acabar con ella pasa necesariamente por un proceso de transformación cultural en las organizaciones. Y los procesos de cambio son muy difíciles.
Transformación cultural
Y en este apartado, Juan Carlos Cubeiro tiene la amabilidad de citarme y de hablar de mi trabajo, algo que le agradezco enormemente y me permito compartirlo contigo en mi post semanal:
“¿Van a cambiar mucho las cosas TCV (Tras el CoronaVirus)?”, le pregunté a Marta Grañó, experta en iniciativa emprendedora y metodologías “agile”, profesora de ESADE y de la Universitat de Lleida, autora de ‘Vamos’ y ‘Somos malas madres?’. “Soy escéptica al respecto. Tengo amigos que durante el confinamiento se quejaban de que sus jefes les pedían informes pormenorizados sobre todo lo que estaban haciendo. Algo que no tiene sentido. Jefes burocratizados que no salen de lo que han hecho toda la vida”.
“El gran problema para las metodologías agile siempre ha sido la falta de confianza en las personas, que es la base del compromiso. Hay muchas empresas que quieren conocer la metodología pero temen perder el control. En el fondo no les gusta esto de los equipos autogestionados, interdisciplinares, que aunque no decidan el proyecto a realizar, puedan hacerlo por sí mismos. Para estas compañías la Confianza se convierte en una dificultad insalvable”. En esos equipos, insiste la profesora Grañó, hay superiores jerárquicos que quedan en estado de shock porque no pueden imponer sus tesis; al fin y al cabo, son los jefes.
Recordemos que las metodologías “agile” ponen al cliente en el centro, se focalizan en aquello que es de valor para el cliente, cuentan con equipos autogestionados y multidisciplinares que trabajan en sprints y corrigen lo que no funciona. “Tenemos que aprender Vulnerabilidad y Necesidad de adaptarnos a nuevas realidades”, aclara Marta Grañó. “Sinceramente, no espero la supervivencia de las empresas jerárquicas, burocráticas. Incapaces de cambiar, caminan hacia el suicidio”.
¿Entonces no hay esperanza? La profesora Grañó opina que cada vez más Comités de Dirección se están dando cuenta de la situación, si bien les resulta muy difícil prescindir de los jefes capataces, aunque el coste de oportunidad sea tremendo.
¿Y los emprendedores? “Siempre hay un porcentaje de personas que arranca su propia actividad. Por ejemplo, en el ámbito financiero del que procedo hay ciertos profesionales que venían de entidades financieras y les ha ido muy bien”, apunta la profesora Grañó. “Pero confío en términos estadísticos más en los intraemprendedores, que forman parte de empresas consolidadas”. ¿Por qué? “Porque montar un proyecto por necesidad, para huir del desempleo, no es el mejor momento. Es mejor partir de un hobby, de una gran afición, de una vocación”. Esta experta ha comprobado que en el 85% de los emprendimientos llega un momento angustioso en el que faltan los ingresos. “A cuatro años vista, no hay pulmón financiero que lo pueda resistir”. Ser emprendedor/a dentro de una organización es más asumible.
“Abrir una cafetería o un comercio es complicado, porque ¿cómo te diferencias? ¿cómo te haces único?”, insiste Marta, que comparte su propia experiencia, pues hasta que no tuvo cierta edad no comenzó a emprender. Se dedicaba a las finanzas, si bien su pasión era escribir. “Si tu pasión es escribir, hazlo. A los cuatro años de probar, ya escribía distinto. No hay secreto sin trabajo: la dedicación es la magia. Yo dedicaba a escribir una hora a la semana (además de profesional, Marta Grañó es madre de dos hijos). No dediques el 100% de tu vida a un solo trabajo”.
Emprender, en su opinión, no es sacar a la gente de las estadísticas del paro. “No tiene sentido. En crisis como éstas es cuando podemos ver la necesidad de que las personas aprecien su libertad”.
Del Modelo CIMA (Creatividad, Iniciativa, Materialización y Adaptación) de la profesora Grañó, lo que más cambia TCV (Tras el CoronaVirus) es precisamente la capacidad de adaptación. “Hemos de entrenar esa parte, con buena información, con introspección. Y después de la reflexión, con acción”.
Personas libres, que se apuntan a la solidaridad porque es más necesaria que nunca. La clave, y Marta Grañó es una convencida de ello, es la Educación. Personas más felices porque se sienten seguras y están preparadas. Pero costará, porque “el coronavirus es una pandemia, no un hechizo”.
Y siento no ser más optimista al respecto… pero sigo pensando, como le dije, que el cambio es difícil y que el coronavirus es una pandemia, no un hechizo.
Un libro imprescindible
Un libro extraordinario… aquí está, sobre la mesa de mi despacho, en el ipad, porque solo tiene versión ebook, al lado de mi libro-joya «Del capitalismo al talentismo» y con mi libro «¡Vamos!».
No dejes de leer “El virus que reseteó el capitalismo”, abrirá tu mente frente a muchos temas de rabiosa actualidad y te hará replantear muchas suposiciones en tu vida. Como escribe Juan Carlos al principio del libro hay que “comenzar de nuevo, sin perder la memoria”.
Muchísimas gracias, Juan Carlos, por un libro tan profundo, intenso, de altísimo valor, con una visión inteligente y crítica, que nos haces llegar fiel a tu estilo: claro y sencillo. Hay que ser muy bueno para poder hacer eso, sencillez para explicar lo complejo.
Comenzar de nuevo… sin perder la memoria
Cierto es que nosotros ya no somos los mismos…
Volveremos a una cierta normalidad, sin lugar a dudas, pero con algunas lecciones del coronavirus que no deberíamos olvidar.
Nos creíamos en una situación muy segura con nuestros avances en ciencia, tecnología, … que teníamos el control sobre nosotros mismos. Y ahora, que un virus nos ha llevado a cambiar gran parte de nuestra vida de la noche a la mañana, nos sentimos al límite, buscando culpables… porque toca asumir que vivimos en tiempos de incertidumbre en los que tenemos muchas preguntas y pocas respuestas. Toca asumir nuestra vulnerabilidad, esa primera gran lección.
Y toca aceptar que en nuestra capacidad de adaptación está la clave para crear una nueva realidad con todo aquello que es necesario. Toca impulsar nuestra «mentalidad startup» para adaptarnos a esta nueva realidad. No hay otra… adaptarse, sí o sí, ponerle «mentalidad startup» a la vida. Porque la actividad de los próximos meses no va a ser continuista ni a permanecer estable, porque toca dar un paso más y pasar de sobrevivir a mejorar. Hay que despedirse de ciertas cosas, y prepararse para otras.
Comenzar de nuevo…
sin perder la memoria
e imaginando lo que puede ser.
Imagine
You may say I’m a dreamer…
but I’m not the only one
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