DEJA ESPACIO EN TU VIDA

 

El cambio es tu opción… 

Yo llevaba mucho tiempo necesitando un cambio.

En ocasiones, la vida te lleva a estar en un lugar que no es el tuyo, por circunstancias determinadas. Y no hay que darle muchas vueltas, si una razón de peso te obliga a estar ahí, lo haces y ya está (especialmente cuando es por un motivo que de verdad te importa). A pesar de ello, no puedes olvidar cuál es tu realidad: estás en el lugar equivocado.  

Al final, llegará el momento en que puedas salir de allí.

Y cuando llega, aunque sea algo que esperabas, es posible que te asalten algunos dudas y un poco de miedo. Porque ese cambio lo decides tú y nadie te puede garantizar que va a salir bien. Mi cambio de ciudad me llenó de dudas en un primer momento, cosas que no veía claras, algunas indecisiones, … y el temor a equivocarme.

Sin embargo, es lo mejor que he hecho en mucho tiempo. No puedo estar más feliz de estar donde estoy. Mi casa me da una paz que hace tiempo necesitaba y vivir aquí ha ampliado exponencialmente mi círculo. Estas últimas semanas han sido un no parar de comidas, cenas, cafés y conversaciones con buen@s amig@s. Cenar en una maravillosa terraza a la luz de la luna, comer en un vegetariano sensacional que no conocía o compartir un café larguísimo con personas a las que quiero no tiene precio.  

 

Aprendizajes de una mudanza

Todo lo bonito llega después de un pesado proceso de mudanza. Si has hecho alguna mudanza, lo sabes. De hecho, diversos estudios han demostrado que las mudanzas constituyen la tercera causa de desequilibrio emocional por estrés, después de la pérdida de un ser querido y de un despido. Cambiar de casa o de ciudad puede tener un enorme impacto en la salud emocional, por el proceso en sí y por todo lo que supone la adaptación a una nueva vida.

Hacer una mudanza te hace reflexionar, aunque no quieras. Te hace dar cuenta de aquello que dejas, te muestra todo lo que acumulas, todo lo que guardas, cosas que a lo mejor has estado años y años sin ni siquiera tocar… pero ahí están. Y te empeñas en conservarlas, porque ‘está nuevo’, porque ‘me trae recuerdos’ o por mil motivos que pasan por tu cabeza.

Pero cuando llevas días empaquetando cosas, cuando ves el volumen de todo lo que te quieres llevar… empiezas a plantearte si realmente lo necesitas todo.

Y es que, en ese proceso de mudanza, resulta curioso el contraste entre lo que sentía en mi antigua casa y en mi nueva casa. En las semanas en que estuve empaquetando todo lo que me iba a llevar, quería empaquetarlo todo. Empecé poniendo en cajas todo lo que iba encontrando, sin seleccionar, sin descartar nada, queriendo llevármelo todo, absolutamente todo…

No obstante, cuando estaba en mi nueva casa, sentía que me gustaba ese espacio vacío que había, esperando a que yo me instalara allí. Me gustaba la amplitud de ese espacio, la luz que entraba por las enormes ventanas y la tranquilidad que se respiraba en un espacio totalmente minimalista.

Me di cuenta, cuando vi todas las cajas que había dejado el camión de la mudanza, que me daban una cierta aprensión, que no tenía ganas de abrir todas esas cajas, que no quería ocupar los estantes, los armarios, los cajones, … no tenía ganas de llenarlo todo el primer día. Así que decidí hacer una selección de lo que necesitaba y lo que no, decidí tirar o regalar cosas y muchas de las cajas fueron a parar a un trastero. De hecho, descubrí que me habría encantado empezar de cero, con mucho, muchísimo espacio libre. 

 

Si quieres cosas nuevas en tu vida…

Creo que, a veces, somos incoherentes con nosotros mismos.

Si quieres cosas nuevas en tu vida, debes dejar espacio para acogerlas. Si no tienes un espacio vacío, no van a poder entrar.

Me di cuenta de que si lleno los estantes de mi biblioteca con los libros que ya tengo, no dejo espacio a los nuevos libros. Así que seleccioné los libros más importantes para mí y decidí que serían los únicos que colocaría en las estanterías, dejando sitio para los libros que quiera comprar (y te aseguro que fueron muchas cajas de libros que ya no están en casa).

Llenamos nuestra vida cotidiana con muchos objetos, compramos demasiadas cosas y nos empeñamos en conservarlo casi todo. Acumular cosas por acumular. De vez en cuando es necesario hacer limpieza, hacer un resumen y dejar espacio libre a tu alrededor. Aunque sea difícil desprenderse de cosas, aunque cueste hacer esa selección de que sí y qué no.

Hacer limpieza y desprendernos de lo que no necesitamos es un ejercicio muy sano. Después de esta mudanza, tengo clarísimo que mínimo una vez al año es necesario hacer un resumen en casa. Mi hermana Maite lo practica con frecuencia, siempre lo recomienda, diciendo que hay que conservar las mínimas cosas no necesarias, ya iba siendo hora de que yo le hiciera caso.

Y lo mismo que pasa con los objetos materiales, pasa con nuestro tiempo.

Si quieres realmente algo nuevo en tu vida, ¿estás dejando el espacio de tiempo necesario para que eso entre?

Somos especialistas en llenar nuestro tiempo de ocupaciones, supuestas urgencias y temas ‘inaplazables’. Muchas veces, ocupamos nuestro tiempo con el trabajo “estoy muy ocupad@”, “tengo mucho que hacer”, “es que tengo que hacerlo ahora”, o llenamos nuestro tiempo con los hijos, con escribir, con listas interminables de temas que “debo hacer ya”… sin dejar un espacio vacío en nuestra agenda. Si no dejas espacio, no puede llegar nada nuevo.

Los espacios vacíos son necesarios. Y muchas veces no permitimos que existan.

Si quieres que entre algo nuevo en tu vida, debes dejar un espacio vacío, para que pueda entrar y quedarse.

Y esa necesidad de dejar espacio aplica a todo: si quieres iniciar una nueva etapa en tu vida profesional, si quieres aprender a bailar, si quieres estudiar un máster, si quieres conocer a personas nuevas, si te gustaría iniciar una nueva relación o si tienes un reto por conseguir, sea cual sea.

Son aprendizajes de una mudanza. Hoy comparto una foto mía en casa, con estantes vacíos, con espacios por llenar y con el propósito de empezar a dejar también más espacio libre en mi agenda -de trabajar un poquito menos y de pensar en mi un poquito más-. Me gustan esos espacios vacíos.

 

Tienes un tiempo y un espacio para vivir tu vida

Porque la vida es imprevisible.

Porque tienes un tiempo y un espacio para vivir tu vida

Todo ser humano dispone

de un tiempo y de un espacio

para materializar su vida,

para edificar la obra de arte más importante:

su propia existencia

 

F. Torralba

 

Una afirmación de Francesc Torralba que tengo muy presente en mi vida.

Tu tiempo y tu espacio.

No te olvides de ti.

Deja tiempo y deja espacio en tu vida 

para escucharte, para hacer lo que quieres hacer

y para lo que tenga que llegar.

Entre tus recuerdos y tus sueños está tu espacio para la vida

tus recuerdos van a acompañarte siempre,

son parte de tu vida…

pero para alcanzar tus sueños,

deberás dejar espacio también a lo que está por venir.

 

 

Hoy la canción tenía que ser una de mis favoritas: “La verdad” de Dani Martín, una maravillosa canción de gratitud a la vida y a todo lo que tiene que llegar… mil gracias de corazón por compartir un poco de tu tiempo conmigo  

 

 

Yo cuidaré todo lo que me regalas

y me dejaré cada día sorprender

y viviré cada instante con la calma

gracias, vida, por tus armas…

voy a aprender a usarlas bien

 

.