El fin de la abundancia y la simplicidad voluntaria

 

Vamos de una situación convulsa a otra.

Tras dos años de pandemia, cuando el mundo deseaba volver a esa ansiada “normalidad” anterior, la realidad de los últimos meses ha sido muy distinta. Diversos factores han trastocado los planes en muchos países del mundo: la inflación, el incremento de los precios de la energía, la guerra en Ucrania, el cambio climático, …

El escenario futuro que se abre ante nuestros ojos es incierto. Los analistas no han acertado precisamente en las predicciones que han hecho en los últimos meses. Casi nadie se atreva a vaticinar qué puede ocurrir a partir de otoño.

Las declaraciones de diversos representantes políticos y económicos de esta última semana son para hacernos pensar. Jay Powell (presidente de la Reserva Federal) advertía desde Jackson Hole que rebajar la inflación va a provocar dolor a familias y empresas.

También me llamaron especialmente la atención las declaraciones de Emmanuel Macron en su discurso de apertura del nuevo curso político:

«Estamos viviendo el fin de la abundancia, la evidencia y la despreocupación«

El presidente de Francia arrancaba el curso político avisando de los desafíos económicos, energéticos y sociales por venir. «Asistimos a una gran convulsión, un cambio radical».

 

El fin de la abundancia

Son tiempos de cambio y determinadas prácticas en el consumo o en la forma de vida deberán modificarse. Habrá que renunciar de forma voluntaria o forzada a muchas cosas. Se ha iniciado una nueva geopolítica de la energía y del agua en el mundo, que tendrá sus consecuencias.

Creo que el momento nos invita a elegir voluntariamente un modo de vida más austero y más sencillo. Siempre he considerado la sencillez como un valor, he escrito sobre ello en diversas ocasiones (“El valor de la sencillez”).

La decisión de vivir con sencillez es muy personal, cada cual decide si quiere hacerlo y sabrá los beneficios que puede obtener. Vivir con menos tiene su impacto, no solo en tu economía, sino que también puedes contribuir a un desarrollo más sostenible del mundo y te deja espacio para poner tu atención en lo que ya tienes.

 

La simplicidad voluntaria

La simplicidad voluntaria es un movimiento que se enfoca hacia una vida contenida frente al consumismo, la acumulación de dinero y de bienes materiales.

No existe un representante único del movimiento, sino que encontramos multitud de organizaciones y movimientos sociales en todo el mundo que asimilan esta filosofía como propia. Una de las redes más significativas es Simply Living, surgida en Ohio, que apoya la creación de un mundo más sostenible y apuesta por el cambio social y la responsabilidad ambiental. También encontramos Simplicity Collective o el movimiento surgido en Canadá, y que ha tenido a Serge Mongeau como uno de sus principales impulsores. Mongeau, médico y político, publicó en 1985 el libro “La simplicidad voluntaria. Más que nunca”.

En el libro, Mongeau escribe:

“Cuando pienso en las consecuencias negativas de la sociedad de la abundancia, pienso en la vida cotidiana, la salud, el trabajo, el amor, la felicidad, … todas esas cosas que no se pueden comprar.

He descubierto que ’el sistema’, la sociedad de consumo en la que vivo, nos encierra, individual y colectivamente, en una jaula que nos deja cada vez con menos opciones reales de libertad. Que los barrotes de la jaula sean de oro no cambia la profunda realidad de la alienación de sus prisioneros.”

Son varios los libros que puedes encontrar sobre el tema. E incluso un desafío:  The 100 Thing Challenge (“El reto de las 100 cosas”), que anima a las personas a reducir sus posesiones a un número máximo de 100.

El movimiento de la simplicidad voluntaria está en el mundo desde hace décadas.

 

Para pensar

A nivel macroeconómico, universalizar el modo de vida de los países ricos no es posible. No podemos suponer que la cantidad de recursos que existen en el mundo son ilimitados, es evidente que no es así.  

A nivel personal, debemos plantearnos también el tipo de vida que queremos llevar.

A veces, ciertas reflexiones pueden ayudar a verlo todo con más claridad. ¿Qué responderías a esta pregunta?:

Si tu casa estuviera ardiendo y solo tuvieras 30 segundos para llevarte algo, ¿qué te llevarías?

Si quieres llevarte todas tus cosas, toda tu ropa, tus zapatos, tu móvil, tu ordenador, tus joyas, … lo más probable es que no consigas salir con vida de tu casa.

¿A qué se reduce lo más importante? Pues eso es lo que necesitas realmente.

Hace tiempo ya que llegué a esta conclusión, que practico el vivir con menos y que defiendo la sencillez como filosofía de vida. No me impresiona nadie por lo que tiene o aparenta… Mi visión de la vida es esta. La riqueza está en lo verdaderamente importante.

Te comparto un dibujo maravilloso de @72kilos , una cuenta que me descubrió mi hija y de la que soy muy fan desde entonces:

Las posesiones físicas tienen el valor que tú quieras darles.

No permitas que el ruido exterior te impida ver lo que de verdad importa.

Lo que de verdad importa siempre es sencillo y no se puede comprar.

La felicidad no suele estar en las grandes cosas, ni en los lugares más lejanos y exóticos…sino en los pequeños detalles, en un paseo por la montaña, en una visita a un lago, en un mensaje inesperado y en lo que compartes con las personas que quieres.

 

 

Hoy la canción que suena mientras escribo es «Rather be» de Clean Bandit …

 

Gracias por leerme, te deseo una feliz semana y que te rodee siempre lo que de verdad importa.

 

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