Estar contigo

Semana de clases universitarias, de mentorización de proyectos emprendedores y terminando la semana con un webinar sobre innovación, “Innovar en tiempos de incertidumbre” para la Asociación de Mujeres Profesionales AP Lleida, es maravilloso compartir con un grupo de profesionales así.

Un webinar que he finalizado con la recomendación de que debemos dedicar un poco de tiempo a pensar en el futuro, a planificar y a poner foco en lo realmente importante. Lo que hagas hoy, te llevará a dónde estarás mañana. Las cosas no suceden por casualidad… si quieres innovar, si quieres cambiar alguna cosa, si te ilusiona algo en tu futuro, empieza hoy a pensar en qué puedes hacer para conseguirlo, traza un plan (realista) y cumple con los hitos que te has marcado.

Parece fácil, ¿no? Pues, para la mayoría de personas, resulta muy difícil, y consideran utopías muchos de sus sueños, por lo que ya ni lo intentan. Y yo no digo que sea fácil, solo digo que el único modo de alcanzar lo que quieres es intentarlo, intentarlo seriamente, aunque nada te garantice el éxito.

 

La vida no suele ser cómo esperábamos…

No, la vida no suele ser cómo esperábamos…

Cuando eres niñ@, te muestran una especie de camino pautado, predeterminado, de cómo debe ser la vida. Te lo van inculcando, de un modo sutil, casi inconsciente. Qué toca hacer en cada momento, qué debes hacer para ser una “persona completa”, para que te acepten en tu entorno, para “ser feliz” -según criterios de otros- y para llegar donde se espera que llegues.

Y tú, vas, y te lo crees.

 

El poder de los paradigmas

Los paradigmas tienen un poder extraordinario en nuestras vidas.

La palabra paradigma proviene del griego παράδειγμα, y significa modelo o ejemplo. Es una especie de marco de referencia, un mapa mental que nos sirve para interpretar la realidad.

Los interiorizamos casi sin darnos cuenta, porque están culturalmente muy arraigados en cada sociedad. Y pasan a ser nuestro mapa para caminar por la vida. Pero ¿y si ese mapa mental no es correcto, no es preciso?

A veces, hay que plantearse los paradigmas que tenemos interiorizados, ponerlos en duda y comprobar si realmente son así.

Sabes que trabajo para cambiar uno de los paradigmas de nuestra sociedad: el que asocia maternidad y trabajo a algo negativo -la maternidad es un problema en el trabajo, el trabajo de la madre es algo negativo para sus hij@s…-, cambiar el paradigma para poner en valor la maternidad en el mundo profesional. Cuando descubrí los estudios científicos que demuestran los beneficios para l@s hij@s de tener una madre que trabaja dentro y fuera de casa, me propuse enseguida escribir mi libro “¿Somos malas madres?” … lo hice con un claro propósito: ayudar a erradicar el sentimiento de culpabilidad de muchas madres, convencida de que tod@s debemos colaborar, de algún modo, a configurar un nuevo paradigma en la relación entre maternidad y trabajo. Lo escribía enMaternidad en positivo”. Nos han condicionado a ver la maternidad en negativo… y hay que darle la vuelta. Es hora de acabar con los complejos de «malas madres».

Y no es el único paradigma que debemos poner en duda, creo que deberíamos atrevernos a cuestionar muchos más.

Recuerdo que lo leí, hace años, en “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” de Stephen Covey, uno de mis libros preferidos -releído mil veces- y al que recurro con frecuencia.

“Todos tenemos muchos mapas en la cabeza, que pueden clasificarse en dos categorías principales: mapas del modo en que son las cosas o realidades, y mapas del modo en que deberían ser. Con esos mapas mentales interpretamos todo lo que experimentamos. Pocas veces cuestionamos su exactitud; por lo general ni siquiera tenemos consciencia de que existen”.

Stephen Covey

Necesitamos un nuevo nivel, un nivel de pensamiento más profundo. Como escribía Covey:

“El enfoque de la efectividad personal es de dentro hacia fuera. De dentro hacia fuera significa empezar por la parte más interior de la persona: los paradigmas, el carácter y los motivos.

Según lo que he visto, el paradigma de afuera hacia dentro genera personas infelices, que se sienten sacrificadas e inmovilizadas”.

Stephen Covey empieza su célebre libro justamente por ahí, por la necesidad de trabajar en ese nivel más profundo, en ese nivel que va de dentro hacia fuera.

Más allá de cómo crees que son las cosas y cómo crees que deberían ser, de vez en cuando es necesario parar un poco, y examinar el cristal a través del cual miras el mundo, porque es el que da forma a lo que ves. Y cuestionar si realmente debe ser así, porque muchas veces das cosas por supuestas, aunque tú las sientas de otra manera.

Porque has interiorizado muchos paradigmas sin darte cuenta.

Y esperas que la vida sea como te contaron que sería. Has sido “obediente”, has seguido las normas, así que esperas el resultado prometido. Para descubrir, a ciertas alturas de tu vida, que no, que la vida no es cómo esperabas, que hay recompensas que no se alcanzan nunca y, por el contrario, que hay regalos que llegan inesperadamente a tu vida, de un modo totalmente imprevisto y maravilloso para demostrarte que “la vida es linda”, en palabras de Mafalda: “la vida es linda, lo malo es que muchos confunden linda con fácil”.

Y, cuando te cuestionas temas, descubres la importancia de lo que te pasa por dentro.

Deberías escucharte más. Deberías valorarte más, tener más en cuenta lo que sientes y estar más y mejor contigo.

 

Estar contigo

Así que, hoy, no me refiero a otra persona cuando escribo “estar contigo”, me refiero a la importancia de estar bien contigo mism@.

 

Tú tienes la llave, cualquier reto que te plantees empieza por ti

el primer paso, siempre, empieza dentro de ti

valora todo lo bueno que hay en ti

eso no es arrogancia, ni presunción.

 

Lo escribí hace años: enamórate de ti. Porque solo si estás bien contigo mism@ podrás estar bien con los demás, solo si te quieres podrás querer a los demás… alguien a quién quiero mucho me abrió los ojos a la necesidad de quererme, algo que me escandalizó al principio, porque yo no lo hacía… pero he aprendido un poquito -aún tengo que mejorar-. He aprendido a quererme y a estar bien conmigo, porque es muy cierto: para que tu vida funcione bien, debes empezar por quererte.

Si, ya sé que no te lo contaron así… a mí, tampoco.

La vida no es como esperabas.

 

La vida no te da lo que le pides…

te da las personas, los lugares y los momentos

para que puedas crecer

y conseguir lo que querías.

 

Debes estar bien contigo… y, después, con quién quieras.

 

Let’s stay together…

 

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