FELICIDAD
La responsabilidad es tuya
A veces, una situación inesperada te puede hacer ver lo diferente que es tu vida en comparación a la de otras personas. Y es que termino una semana especialmente bonita, con el cierre de una nueva edición del programa Generali For Women en Madrid y con un sábado de relax especial. Cuando estás bien, que se te acerque alguien con actitud de enfado y rabia para darte prisa y recriminarte que estás viviendo un momento feliz, es algo que sorprende. Es evidente que hay personas que son capaces de vivir momentos felices y otras que, por algún motivo, no logran encontrar esa paz. ¿Es realmente tan difícil alcanzar la felicidad?
Esta es la pregunta que ronda hoy por mi cabeza. Así que me gustaría profundizar un poco más en este concepto de felicidad y explorar por qué para algunos resulta tan esquivo mientras que otros la logran con naturalidad.
¿Qué es la felicidad?
¿Te has detenido a pensar en qué es la felicidad para ti? La felicidad, algo que todos buscamos de una forma u otra, pero que sin duda resulta difícil de definir.
Si empezamos analizando la definición de felicidad, encontramos que diversos autores han aportado sus propias interpretaciones.
Aristóteles
Aristóteles define la felicidad (eudaimonía) como el objetivo último de la vida humana, alcanzable a través de la virtud y la razón. La felicidad es vivir de acuerdo con la virtud y alcanzar la excelencia en las acciones a lo largo de la vida. Para Aristóteles, la felicidad es una actividad racional y un proceso continuo, más que un estado emocional pasajero.
Aristóteles, Ética a Nicómaco (siglo IV a. C.)
Epicuro
Para Epicuro, la felicidad se alcanza mediante la búsqueda del placer y la ausencia de dolor (ataraxia), tanto físico como mental. Sin embargo, distingue entre placeres naturales y necesarios (como el placer de comer cuando se tiene hambre) y placeres innecesarios o excesivos. La felicidad radica en una vida simple y moderada, donde se satisfacen los deseos naturales y se evita el sufrimiento.
Epicuro, Carta a Meneceo (siglo III a. C.)
Martin Seligman (Psicólogo, fundador de la psicología positiva)
Seligman define la felicidad como «bienestar» y lo descompone en cinco elementos que conforman su modelo PERMA: emociones positivas (Pleasure), compromiso (Engagement), relaciones positivas (Relationships), sentido (Meaning) y logros (Accomplishment). Según Seligman, una vida plena es aquella que incluye estos cinco componentes, y la verdadera felicidad radica en alcanzar un balance entre ellos.
Martin Seligman, “Flourish: A Visionary New Understanding of Happiness and Well-being” (2011)
Daniel Kahneman (Economista y psicólogo, Premio Nobel de Economía)
Kahneman distingue entre dos tipos de felicidad: el bienestar experimentado y el bienestar recordado. El bienestar experimentado se refiere al nivel de satisfacción en el momento presente, mientras que el bienestar recordado es cómo una persona evalúa su vida en retrospectiva. Para Kahneman, estos dos tipos de felicidad pueden diferir, ya que lo que una persona experimenta en el momento puede no coincidir con cómo lo recuerda.
Autor: Daniel Kahneman, “Thinking, Fast and Slow” (2011)
Ed Diener (Psicólogo, investigador de la felicidad)
Diener propone la felicidad como «bienestar subjetivo», que incluye la evaluación cognitiva de la vida de una persona, así como el equilibrio entre emociones positivas y negativas. Para él, la felicidad no es solo una emoción momentánea, sino una percepción continua de satisfacción con la vida y una frecuencia mayor de emociones positivas que negativas.
Ed Diener, “Subjective Well-Being: The Science of Happiness and Life Satisfaction” (2000).
Viendo las principales definiciones de felicidad que diferentes autores han propuesto, queda claro que no existe un consenso. Cada perspectiva ofrece una visión distinta: para Aristóteles, la felicidad está profundamente vinculada a la virtud y la razón; para Epicuro, radica en el equilibrio entre placer y ausencia de dolor; mientras que Seligman, Kahneman y Diener aportan enfoques más contemporáneos, enfocados en el bienestar subjetivo, el equilibrio entre emociones y el sentido de satisfacción personal. Estas definiciones, aunque variadas, no se excluyen entre sí, sino que nos ofrecen diferentes lentes a través de los cuales podemos reflexionar sobre lo que significa vivir una vida feliz.
Sin embargo, más allá de las definiciones teóricas, es probable que lo más importante sea cómo practicamos la felicidad en nuestra vida diaria. Tal vez debamos centrarnos en cómo aplicamos esos principios en nuestras acciones cotidianas.
Creo que la felicidad es más una experiencia. Y creo que lo esencial es vivirla en cada oportunidad que nos da la vida.
La práctica de la felicidad
Más allá de la teoría, la práctica de la felicidad es especialmente relevante.
Y esta semana ha sido muy feliz para mí.
Así cerramos una nueva edición de Generali for Women
Felices de haber compartido dos días intensos de formación, aprendizaje y crecimiento en Madrid. La felicidad de haber coincidido con un grupo de mujeres increíbles, profesionales y apasionadas, compartiendo tiempo, intercambiando ideas y experiencias. Nos vamos llenas de energía por los momentos especiales que hemos vivido juntas, aprendiendo, compartiendo, sonriendo, también con alguna lágrima – y es que somos emocionales, no lo podemos evitar-.
Gracias a cada una de las participantes por hacer de estos días una experiencia inolvidable. Sabéis que os quiero mucho y que os admiro, sois lo mejor del programa.
Unos días maravillosos, un sábado feliz.
Estoy convencida de que la felicidad es algo que tenemos la responsabilidad de construir.
Cuando algo no está bien en tu vida, tienes la responsabilidad de cambiarlo.
Y no va a ser fácil, pero si tú no lo haces, nadie lo hará por ti.
En la vida no vas a tener lo que quieras, vas a tener lo que construyas.
La felicidad no llega… debes ir en su búsqueda.
Si quieres ser feliz… sonríe
y empieza a trabajar para conseguirla.
No esperes a que te regalen felicidad…
porque la felicidad no es un regalo…
es una conquista.
Mi definición favorita de felicidad
Y para definir la felicidad, creo que lo mejor es una definición sencilla. Como lo que obtuvo Charles Darwin cuando le preguntó a un niño qué era la felicidad, y éste le respondió:
“hablar, reír y dar besos”
Tal vez no necesites más para ser feliz que tener cerca a las personas que quieres, y poder hablar, reír y dar besos.
Y tal vez a las personas infelices les falta eso, ¿no?
Gracias por leerme,
hoy te traigo una canción para alegrar el día, bailar un poco y subir el nivel de felicidad
te deseo una semana genial
Por la vida como una quinceañera …
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