Liderar con valores

 

Es curioso comprobar como, en muchos casos, a las personas la palabra «liderar» no les atrae. La palabra liderar, para muchas personas, tiene connotaciones de autoridad y de jerarquía, con las que no se identifican. Sin embargo, la capacidad de liderar es importante y necesaria.

Liderar es la capacidad de persuadir a las personas para que colaboren eficazmente en la consecución de un objetivo común, algo que no pueden lograr individualmente. Y en los momentos complicados -como el actual-, necesitamos más que nunca a personas capaces de guiar y de conseguir ese cometido.

Desde hace unas semanas, he empezado a publicar artículos sobre liderazgo en el blog de OBS Business School, de la cual soy profesora en varios programas de Máster, y me gustaría compartir hoy uno de ellos en mi propio blog. Creo que es necesario impulsar el liderazgo que necesita el mundo, y estoy convencida de que tenemos a grandes líderes en nuestras organizaciones y en potencia.

Mi artículo en el blog de OBS: «Tres claves de liderazgo en la nueva realidad«

 

El liderazgo: pieza vital en las organizaciones

 

En un momento en el que el mundo está finalizando una etapa de más de dos años pandemia, con una situación internacional inestable -por la guerra en Ucrania y por un contexto económico complicado- queda claro que organizaciones y sociedad necesitan un estilo de liderazgo diferente al de otras épocas.

Las empresas aún están gestionando cómo modificar la forma en que trabajan, para adaptarse a esos cambios cada vez más acelerados del entorno. La supervivencia de las empresas depende de que su tasa de cambio sea igual o superior a la tasa de cambio externa.

El liderazgo ha pasado a ser vital en la supervivencia de cualquier organización. Se ha evidenciado la necesidad de disponer de liderazgos fuertes, resolutivos y con un importante componente humanista.

 

Tres claves de liderazgo en la nueva realidad

La sociedad y las empresas necesitan líderes que inspiren confianza y, para ello, existen 3 claves que han pasado a tener una importancia muy superior a la que tuvieron en otras épocas.

 

1. Liderar sin miedo a cambiar las cosas

Liderar implica saber manejar contextos de crisis. Más que nunca, un punto básico para el líder es no permitir que situaciones problemáticas e injustas se mantengan.

Por ello, los líderes deben ser personas sin miedo a cambiar las cosas. Nada es intocable. Saber cuándo y cómo cortar de raíz con aquello que genera vicios en las organizaciones es un punto diferencial de un buen líder. Con toda la dificultad que comporta luchar contra la inercia que tiene un sistema.

 

2. Liderar para desarrollar equipos

Cuando pensamos en un líder auténtico, en alguien a quien hayamos conocido en nuestra vida profesional y que nos haya impactado, nos damos cuenta de que lo que hacía especial a esa persona líder tiene poco que ver con dar órdenes o con temas de gestión, y tiene mucho que ver con acompañar a las personas, con inspirarlas y con ayudarlas en su desarrollo.

Un gran líder es un ‘desarrollador de personas’, capaz de crear auténticos equipos, fomentando la autonomía de los mismos y generando un entorno de confianza para que cada persona del equipo dé lo mejor de sí misma.

 

3. Liderar con valores

La pandemia nos ha hecho ver el mundo de otro modo. Muchas personas se han replanteado sus prioridades. Las circunstancias de este último período han llevado a fenómenos como el de “la Gran Renuncia” en Estados Unidos, motivado en parte porque muchas personas sienten que sus valores están alejados de los de las organizaciones en las que trabajan.

Por ello, el líder debe ser inspirador, con unos valores claros, a quien queramos parecernos o seguir. Se necesita ir hacia modelos de liderazgo con mucha credibilidad, liderazgos sinceros y capaces de comunicar de forma transparente sus valores.

 

El liderazgo que necesita el mundo en esta nueva realidad tiene como pilares fundamentales una alta dosis de proactividad, de empatía, de desarrollo de personas, de poner a las personas en el centro, de inspirar para conseguir resultados y de credibilidad.

Ojalá sepamos aprovechar lo que hemos aprendido y se instaure el verdadero liderazgo: el liderazgo que no se basa en la obediencia, sino en el compromiso, el liderazgo que no emana del cargo, sino de la persona y que supone ayudar a los demás, a crecer y a aportar valor.

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La canción de hoy es un tema que me encanta de Ed Sheeran, para escuchar relajadamente…

feliz semana

 

 

 

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