Tenía previsto escribir sobre la relación entre emprender y seguir tu pasión -porque sin un claro propósito difícilmente prosperará un proyecto emprendedor-… pero un cambio de planes esta tarde me ha hecho dejar el libro que estaba leyendo y me ha llevado al cine.
Y esas casualidades de la vida (una casualidad es una causalidad que aún no conocemos), la película trataba del tema… o sea, que no voy a hablarte de la parte académica y científica de qué significa perseguir tu sueño y si de la lección que nos ofrece «La la land». Una película deliciosa, que he terminado comentando con lágrimas en los ojos, porque tiene realmente un mensaje muy profundo y hace que te identifiques con alguna de las reflexiones que plantea… y, sí, sin duda, trata sobre lo que supone emprender.
Cada cuál sigue su camino…
En la vida cada cuál sigue su camino. Algunos optan por seguir caminos que ya existen, sendas que de algún modo están trazadas y tienen un destino altamente predecible.
Otros, sin embargo, decidimos trazar nuestro propio camino, seguir rutas digamos … menos “convencionales” y nos empeñamos en trabajar por un proyecto en el que creemos, por el que sentimos pasión.
A esta locura de sentir pasión por algo, empeñarte en saber más y más sobre ello, ponerle horas de trabajo, tener un sueño por alcanzar, darle forma, marcarte objetivos e ir a por ellos … le llaman ser emprendedor.
El emprendedor inicia, sin saberlo, una maratón en su vida. Esta maratón lleva a pasar por una serie de fases que son como una montaña rusa: hay momentos fantásticos, cuando consigues alguno de tus objetivos. Entonces, te sientes genial, optimista, con ganas de comerte el mundo y con fuerzas para todo. Pero también hay momentos de bajón, en los que parece que enfrentarte a las dificultades va a ser un reto imposible, momentos en los que tienes la sensación de pegarte contra una pared, que no se puede atravesar, porque las dificultades son grandes … situaciones y momentos duros que pueden hacer que muchos acaben por desistir de su aspiración y se desvanezca esa ilusión por llegar a la meta. Porque emprender puede ser una locura.
Emprender es difícil
La realidad nos muestra que emprender es difícil. Las estadísticas publicadas en todo lo mundo nos lo demuestran con toda su crudeza.
Porque, a pesar de lo que se publica en prensa sobre medidas adoptadas para impulsar a los emprendedores, los datos objetivos demuestran que no están resultando efectivas. Emprender hoy y aquí es difícil.
Y para confirmarlo con mayor contundencia, las estadísticas sobre mortalidad de empresas de nueva creación. Las cifras de fracaso de las pymes son abrumadoras en cualquier país que se analicen. Las estadísticas indican que, en promedio, el 90% de las pymes fracasa a los cinco años…
Sin embargo …
Emprender es importante
Emprender es positivo, necesario y urgente, porque tiene un doble retorno, personal y social:
– emprender puede resultar necesario a lo largo de la vida de las personas. Por ello, fomentar el espíritu emprendedor supone preparar a las personas para su futuro, para trabajos que hoy aún no existen, para resolver problemas que hoy todavía no están planteados … debemos promover su sentido de la iniciativa en todos los aspectos y hacer que no se apague esa chispa creativa que tienen en su interior. Más allá de conseguir la creación de nuevas empresas, es una actitud necesaria para adaptarse a un entorno cambiante y complejo;
– emprender supone conseguir en nuestra sociedad una mayor creación de valor, ayudar a crear más puestos de trabajo necesarios y contribuir al crecimiento económico para salir de la situación en la que nos encontramos.
Emprender es una locura
Y yo sigo con mi locura … ¡convencida de la importancia de la Educación! Mi carrera profesional podría seguir dentro del mundo corporativo, digamos que sería el camino “lógico”… sin embargo, decidí emprender una aventura hacia lo que me apasiona.
Lo he comentado en otras ocasiones, creo que la educación debe cambiar … es imprescindible que lo haga. En un entorno como el actual no sirven los modelos educativos de generaciones anteriores.
Sin un sueño no hay proyecto….
Para iniciar un proyecto, primero hay que soñarlo… y ese es el primer paso en La la land: los protagonistas sueñan su proyecto, dibujan ese futuro que desean.
Mia se imagina siendo actriz y el sueño de Sebastian es regentar su propio club donde rendir tributo al jazz más puro. Cuando hablan sobre su sueño, la conversación es pura pasión, pura energía.
Mia y Sebastian nos demuestran que la perseverancia y el esfuerzo son necesarios para lograr nuestros sueños.
No esperes que sea fácil…
Sin embargo, los sueños y la pasión no son sinónimos de camino fácil.
En esta vida, nada es fácil. Y los sueños, menos.
Seguir caminos preestablecidos es más cómodo… querer ser TÚ es mucho más complicado.
Me ha emocionado la escena en la que Mia expresa su cansancio tras 6 años de perseguir su sueño y empieza a dudar de su valía…
«tal vez no sea tan buena…»
y es que perseguir tu sueño, a veces «duele tanto…»
No esperes el final ideal….
La pasión, el trabajo duro, la perseverancia te conducirán a conseguir algo especial, maravilloso…
pero no esperes el final ideal.
Las cosas no acaban siendo siempre lo que deseábamos…
Cada uno desde nuestra personal “locura”, no podemos olvidar la necesidad de crear, aportar y sumar valor a nuestra actividad profesional.
Aunque sigo creyendo que el éxito profesional no tiene por qué estar reñido con lo mejor de tu vida. Creo que podemos encontrar la fórmula para vivir con sentido… aunque no sea fácil.
Como escribió Carlos Ruiz Zafón:
«el destino no hace visitas a domicilio…
hay que ir a por él»
Una película que no te puedes perder,
en la que la música es la «culpable»
de buena parte de este cocktail de emociones con el que sales del cine…
música para personas que perseguimos sueños…
Yes, all we’re looking for
is love
from someone else
.
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