Vida y felicidad

Ser mejor que ayer

 

Cerrando una semana en la que he estado muchos días fuera, con clases presenciales en la universidad, con mi programa femenino y con una visita muy interesante cerca de Zaragoza, organizada para todos los miembros del Consejo de Administración del gran grupo en el que tengo el honor de estar como consejera independiente. Viaje en coche, de 3 horas hasta Zaragoza, que nos permitió compartir un poco de tiempo y disfrutar de una conversación animada con profesionales extraordinarios, que hizo que se nos pasara el viaje volando.

Me encantó la reflexión que hizo Daniel sobre la vida. Cuando estábamos justamente hablando sobre un tema profesional, comentó lo curiosa que es la vida y cómo suceden determinadas cosas por la más grande de las casualidades. Porque algo puede haber sucedido simplemente porque hablaste con una persona en un determinado momento -y hablaste con ella por pura casualidad- o porque estabas en un determinado lugar en un momento concreto -aunque normalmente es muy raro que tú estés allí-.

No todo es fruto de la planificación … ni mucho menos. Esa eterna duda entre «casualidad» y «causalidad».

Es algo sobre lo que he pensado muchas veces. De hecho, decidí vivir donde vivo actualmente tras una conversación con una persona muy especial, que me hizo ver la realidad de otro modo. Lo curioso del caso es que esa conversación se produjo porque ese día tuve problemas con mi conexión de internet y no pude realizar online una sesión de trabajo que debía impartir, lo cual me obligó a desplazarme físicamente. Mi cabeza estaba diciéndome “qué mal”, “vaya trastada la avería de internet”,…. Y yo pensando que era un problema. La realidad fue que ese problema me llevó a tomar una de las mejores decisiones de estos últimos años. Si ese día internet hubiese funcionado bien, yo hoy no estaría viviendo aquí.

 

¿Qué te ha llevado dónde estás ahora mismo?

Lo que te ha llevado dónde estás ahora mismo es una combinación de circunstancias y de decisiones, y tú no las controlas todas – ni mucho menos-. En ocasiones, el motivo es absolutamente trivial, o aleatorio.

¿Qué te ha llevado a vivir donde vives? ¿Qué te ha llevado a hacer lo que haces en tu trabajo? ¿Cómo coincidiste con tus mejores amigos?

No niego que algunas decisiones puedan ser planificadas y buscadas, por supuesto. Pero juega también el azar.

Hay amistades con las que digo: qué bonito que la vida nos juntó. Amigos con los que conectamos a través de un blog, otros porque que coincidimos en un congreso o porque alguien nos presentó. Y recuerdas perfectamente qué te llevó a esas personas.

Y ya sé que no sólo llegan buenas personas a tu vida, sé que también te encuentras con personas “menos bonitas”, o personas que te dañan. Perdónalas. Creo que cada persona atraviesa sus propias tormentas y sus circunstancias les han llevado a ser cómo son. Muchas veces, el egoísmo de las personas es su modo de responder a lo que les ha sucedido, porque no saben canalizarlo de otro modo. A las personas egoístas o tóxicas que han llegado a tu vida, lo mejor es olvidarlas.

Quédate con lo positivo y bonito que llega a tu vida.

Y ¿qué hacer con lo negativo? ¿O con las cosas que no salen como tú quieres?

Mi recomendación siempre es aplica la teoría de la tostada quemada.

La teoría de la tostada quemada nos dice que, si tú que si tú quemas tu tostada del desayuno antes de ir a trabajar y tienes que prepararte otra rebanada tostada, eso te retrasa 10 minutos y puede que ese tiempo te salve de algo catastrófico. Puede haberte salvado de un accidente de coche, o hacer que llegues tarde a un evento y no poder entrar, con lo que conoces a una persona que de otra manera no habrías conocido….

Cuando te suceda algo que te hace sentir mal, aplica esta teoría. Porque muchas veces es así. Eso “tan terrible” en tu cabeza puede llevarte a que sucedan otras cosas no previstas que pueden ser maravillosas. No me digas que no te ha pasado alguna vez, porque estoy segura de que sí.

Es una práctica que te ayudará a elevar tu nivel de felicidad.

 

¿Sabes a qué edad somos más felices?

Como sabes, hay equipos de investigadores que se dedican a medir el nivel de felicidad de las personas. Después de más de 80 años de investigación, un equipo de investigadores de Harvard ha demostrado a qué edad somos más felices.

Al hablar de felicidad, solemos pensar que los niños y los jóvenes son las personas más felices. Sin embargo, el estudio nos demuestra que no es así.

«A partir de los 60 la gente es más feliz»

La curva de la felicidad tiene forma de U. El nivel de felicidad disminuye entre los 16 y los 50 años. La felicidad encuentra su punto más bajo entre los 45 y lo 55 años. A partir de ahí, el nivel de felicidad aumenta, para alcanzar el máximo vital entre los 65 y los 70 años.

 

Ya ves. A partir de una cierta edad, tu nivel de felicidad sube.

¿Qué es lo que provoca esa mejora de nivel de felicidad alrededor de los 60 años?

por las relaciones que hemos creado

Según los autores del estudio, Robert Waldinger y Marc Schulz, se mejora en el nivel de felicidad porque tenemos mejores relaciones, que hemos ido construyendo a lo largo de nuestra vida. Las buenas relaciones nos ayudan a sentirnos mejor.

porque somos emocionalmente más sabios

Uno de los directores del estudio, el psiquiatra Robert Waldinger se ha manifestado sobre por qué cree que las personas somos más felices a partir de los 60 años: «creemos que es porque tenemos el sentido de los límites de la vida y de que la muerte es algo real, y eso nos hace más felices porque cambiamos nuestras vidas. Nos quitamos obligaciones de encima, amistades que no nos hacen felices o reuniones que no nos gustan«. Según Waldinger, “somos emocionalmente más sabios”

 

Sin duda, con los años aprendes. La experiencia nos ayuda a ser más felices.

Creo, sinceramente, que el truco está en que cada día te importen menos cosas, pero que sepas elegir las que de verdad importan, las personas que te cuidan y te suman, las que te hacen sentir a gusto y las cuides bien.

Para sumar felicidad a nuestra vida es importante planificar y caminar en esa dirección. Pero es necesario también aceptar lo imprevisto.

 

En la vida, debemos estar preparados para que algunos sucesos nos pasen a buscar. Nos pasen a buscar para ir no sabemos dónde. Siendo conscientes de que habrá momentos buenos y malos… pero hay que estar dispuestos a ir descubriendo el camino. Y aceptarlo.

A veces, lo que esperamos no llega nunca. Y es lo inesperado lo que nos cambia la vida.

Lo inesperado nos puede hacer mejores. Ser mejor persona es un gran objetivo vital.

En la vida estamos de paso, así que mejor dejar huellas bonitas.

Ser mejor que ayer … tal vez de eso va la vida.

 

 

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Por cierto, Diego Torres ha sacado canción nueva y hoy te la traigo para darte las gracias por leerme y desearte una muy feliz semana.

 

Mejor que ayer

 

 

Y esta vida es pa’ sentir

no me quiero arrepentir

no le temo a ser feliz

 

Como ves, la canción tiene baile incluido 😉

Link a «Mejor que ayer» 

 

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