El saber es solo poder en potencia. Para convertir el poder en realidad es necesario que ese saber lo apliques, lo lleves a la práctica.
La mayoría de gente sabe lo que le gustaría hacer en su vida. El problema es que no aplica medidas coherentes para ir en la dirección deseada. Para llegar a tu meta es necesario saber dónde quieres llegar, planificar el camino, aprender mucho y ponerlo en práctica. Cada pequeño paso te acerca un poco más a tu objetivo. Nada que merezca la pena se consigue de la noche a la mañana. Todo requiere constancia y esfuerzo… mucho esfuerzo.
Sea cual sea el objetivo que te propongas en la vida, deberás armarte de valor, emprender, perseverar, saber escuchar, estudiar, practicar, reflexionar, probar, probar y… aprender.
Y solo puedes aprender si tienes motivación para hacerlo. Motivación para buscar ese algo, para descubrir más… Sólo puedes aprender aquello que ya está dentro de ti de alguna manera… escondido, en un rincón de tu corazón, esperando a que lo descubras y lo disfrutes.
Creo en lo que dice Robin Sharma:
“  No es lo que sacas de los libros lo que te enriquece tanto,
    lo que al final cambiará tu vida es
     lo que los libros consigan sacar de ti.
     Los libros en realidad no te enseñan nada nuevo.
     Los libros te ayudan a ver lo que ya está dentro de ti.
 
Es una visión muy estimulante del proceso de aprendizaje. Me quedo con la idea y me atrevo con mi propia versión: “aprender es ver lo que ya está dentro de ti”. Por eso, todos no podemos aprender del mismo modo. Por eso tenemos pasiones distintas. Dentro de ti hay algo grande y diferente a los demás… atrévete a buscarlo.
Ya sabes, para aprender, siempre… mira dentro.
 

 
Recordando la entrada en mi blog de 5/10/14