Los analfabetos del siglo XXI
no serán aquellos que no sepan leer ni escribir,
sino los que no sepan
aprender, desaprender y reaprender.
 
Durante siglos. el período de formación acababa al aprender un oficio o finalizar unos estudios. Las tecnologías evolucionaban lentamente, al igual que la realidad social y económica.
Pero, en la actualidad, la velocidad y profundidad de los cambios que se producen nos obligan a aprender continuamente… y a cambiar nuestra visión de las cosas. La capacidad de aprender es hoy el activo más valioso.
Para poder crecer como personas y como sociedad es necesario aprender, desaprender y reaprender… siempre.