CON “A” DE AMOR

5 claves para la serenidad

 

Hoy es mi cumpleaños.

Nací un 10 de septiembre. Una fecha en la que siempre intento echar la mirada hacia atrás y ver un poquito de mi camino. Hace un año estrenaba nueva web martagrano.com para celebrar todo lo nuevo que ha ido entrando en mi vida profesional -actualizando mis programas formativos, mis sesiones de coaching-. Hace dos años, me mudé de casa y me fui a vivir a Barcelona, algo que supuso un cambio importante en mi vida y que me ha dado una energía renovada. Creo que todos los años sucede algo remarcable el 10 de septiembre o, como mínimo, es un día en el que me hago consciente de los cambios y los puntos de inflexión que van apareciendo.

Mi cumpleaños me encuentra en un momento profesional precioso, trabajando en algo que me llena y me hace feliz. Sigo teniendo retos por delante y muchas cosas por hacer. Por mi forma de ser, y también por mi trabajo, a mi cabeza le gusta profundizar en lo que nos pasa por dentro y en el porqué de las cosas. Siempre he pensado que el secreto de la felicidad está en un@ mism@ y en amar lo que tienes. Mirar menos lo que hay fuera y mirar más dentro de ti.

 

Aspirar a la serenidad

En este momento de mi vida, tengo claro que aspiro a vivir con serenidad mi vida, buscando aquello que me da equilibrio. Mi equilibrio siempre ha estado gravitando alrededor de poder ayudar y cuidar. Tal vez por ello, me ha costado mucho llegar a comprender que debo cuidarme y quererme a mí misma también. He tenido que trabajarlo intensamente y ha sido un modo de entenderme a mí misma, que me ha servido para así poder ayudar a otras personas que les sucede lo mismo que a mí. Me ha llevado tiempo comprobar qué claves son fundamentales para alcanzar esa deseada serenidad.

A una cierta edad, la experiencia me ha mostrado qué funciona y qué no en la vida -al menos en mi vida-. Y como me gusta escribir (soy una convencida de que escribir es terapéutico), mi lista de claves a tener en cuenta ha quedado resumida en 5.

 

Cinco claves para alcanzar la serenidad

Con el paso de los años, vas aprendiendo un poquito cómo afrontar tu vida. No es fácil. Recuerdo que, por ejemplo, yo era muy impaciente, y eso es algo que alteraba mi tranquilidad. He tenido que aprender a lidiar con esa impaciencia y he ido descubriendo que hay acciones que hacen tu vida más bonita o, como mínimo, te la hacen más llevadera.

Mis 5 claves básicas para la serenidad son “5 A”, que terminan con la clave más importante. Hoy me gustaría compartirlas contigo, por si coincides en alguna de ellas y por si te ayuda a reflexionar (ya sabes que me gusta ayudar). Estas son las acciones que la experiencia me ha mostrado que son más efectivas para vivir un poquito mejor.

 

Agradecer

Agradecer lo que tienes es una fórmula infalible de felicidad.

En algún lugar leí la frase “el secreto de la felicidad es que te guste tu casa”. Y no puedo estar más de acuerdo. Si te gusta tu casa, si te gusta lo que tienes, si valoras lo que posees y lo agradeces, serás más feliz.

Tengo la suerte de que la gratitud surge de mi de forma espontánea. No necesito escribir un “diario de agradecimientos” ni nada por el estilo. Siempre he sentido una enorme gratitud por lo que tengo y no me canso de escribir la importancia de valorarlo.

 

Ayudar

Para mí, ayudar es fundamental. Ayudar es lo que da sentido a mi trabajo. Cuando alguna de las asistentes a mis formaciones me dice que la he ayudado, que algo ha cambiado en su vida, me hace feliz. No puede haber una mejor recompensa para mi trabajo.

Ayudar es un factor diferencial crucial en el ámbito profesional y en el personal. Cuando ayudamos a las personas que tenemos cerca, todo cambia. Se crea un clima positivo, las personas están mejor, todo fluye distinto. Ayudar genera un flujo de confianza, lealtad y gratitud.

Además, el acto de ayudar a otros estimula el crecimiento personal y profesional. Ayudar no sólo hace que nuestra trayectoria sea más gratificante, sino que también contribuye al éxito de equipos y organizaciones, y termina siendo un factor diferencial clave.

 

Aprender

Creo que no hace falta que me extienda mucho en este punto. Siempre he defendido la importancia de aprender.

El interés por aprender te suma siempre.

Mantener una actitud abierta a lo nuevo, sentir interés por ver el mundo desde otras perspectivas y ser capaz de aplicar los conocimientos adquiridos a tu día a día conforman un valioso capital humano en cualquier entorno.

Si eres capaz de reaccionar a los nuevos retos, de aplicar otros enfoques y de salir de los modelos encorsetados, te van a necesitar.

Para ello, es necesario querer aprender.

El verbo aprender conjuga mal en imperativo. Aprender correlaciona con la voluntad de hacerlo, libremente. Para aprender hay que querer aprender.

El interés por cualquier tema nace de ti, puede ser interés en la música, en la filosofía, en el deporte, en cocinar, en dibujar, …. ¡yo que sé!  En cualquier cosa. Cuando algo te interesa, no quieres dejar de aprender. Y eso es algo que te hace evolucionar y que te ayuda a crecer.

Aprender más de lo que te gusta, ¿ qué es aquello que te encanta hacer, que se te pasan las horas sin darte cuenta ?, ¿ cuál es tu hobby ? … aprender ahí te da valor, te diferencia y te hace destacar. No perder la ilusión por aprender…

Querer aprender marca esa sutil diferencia entre crecer… y hacerse mayor.

 

Aceptar

La vida no siempre es cómo querrías que fuese. Y en esos momentos toca aceptar lo que no puedes cambiar.

A veces, toca aceptar la parte injusta de la vida.

Como escribía hace poco, no tienes el control de lo que sucede, pero siempre te tienes a ti.

El tiempo dará la perspectiva para entenderlo todo.

Vivir implica aceptar y no esquivar todo lo que te va llegando… disfrutar los buenos momentos, agradecer cada detalle, encajar golpes inesperados y aceptar que, a veces, duele.

 

Amar

El amor es el motor más poderoso de la vida.

A veces me pregunto ¿qué mueve mi vida?

Creo que es una pregunta profunda. No es fácil responder a la pregunta ¿qué mueve mi vida? Cada persona es distinta y tú sabes qué es lo que te mueve. Considero que es importante pararse a pensar en ello, para recordarlo en los buenos y en los malos momentos.

A mí, personalmente, cuando lo pienso, volviendo a casa, mientras conduzco escuchando música, tengo claro qué mueve mi vida. Me pregunto ¿por qué haces lo que haces? ¿por qué te complicas? ¿por qué aspiras a llegar a todo, aunque, en el fondo, sabes que es casi imposible? …

Y la respuesta es clara: por amor.

Por amor a las personas que quiero, por amor a mis proyectos, porque hay causas en las que creo, porque quiero poner mi granito de arena en aquello que me importa…

No creo que exista un motor más poderoso que el amor.

Sólo lo que hagas con amor será valioso.

Así que, será cuestión de vivir la vida siendo consciente de lo que me mueve, algo que se escribe con “A”, “A” de amor.

Un año más…

 

 

Hoy me despido con una canción preciosa para desearte un feliz 10 de septiembre, y darte las gracias por leerme un día más.

 

Love someone

If you love someone

and you’re not afraid to lose ‘em

you probably never loved someone like I do

 

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