De la idea a la realidad

Hay días en los que se acumulan mil temas, y tengo que ir con mis listas de “To do’s” perfectamente planificadas para cumplir a rajatabla. Esta semana ha tenido alguno de estos días condensados al 200%, como este viernes: clase en la universidad por la mañana (mi primera clase presencial en la universidad desde marzo, con todas las medidas de prevención preceptivas y con un grupo con la mitad de alumnos, todo con mucha precaución y con la felicidad de poder dar clases presenciales de nuevo), sesión de mentorización para un programa de aceleración de start-ups y master class para el programa INJOY 2020 de la Universidad de Barcelona, un programa para promocionar proyectos relacionados con la alimentación y vida saludable, hablando de “Business Models & Sustainability” (“Modelos de Negocio & Sostenibilidad), dentro de un interesantísimo programa, con ponentes internacionales de primer nivel, un honor estar ahí.

 

Modelos de Negocio y Sostenibilidad

Mi sesión fue una masterclass online para hablar sobre Modelos de Negocio & Sostenibilidad, en un programa que tiene como objetivo potenciar nuevos proyectos para vida saludable. En cualquier proyecto, el diseño del modelo de negocio es fundamental y, en la actualidad, resulta imprescindible hacerlo considerando muy de cerca los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Así que hablé sobre ello, justamente el día mundial del Medio Ambiente y de los ODS, cuando se cumplen 5 años de que fueran aprobados por las Naciones Unidas. Y, en este contexto, les expuse el esquema de trabajo para un proyecto emprendedor, mi propio modelo de proceso a seguir, a través de cuatro etapas.

 

 

 

Cuando quieres impulsar una idea, sea del tipo que sea, es conveniente seguir un proceso, para que tu idea pase por cuatro etapas: desde la idea hasta la realidad. Son cuatro etapas diferenciadas y conviene dedicar tiempo a cada una de ellas. A mi modelo lo denominé “IDEA”, que es justamente el acrónimo que forman las iniciales de las 4  cuatro etapas:

    I dea

    D iseño

    E xperimentación

    A cción

Todos tenemos ideas. Pero es bueno recordar que, cuando yo tengo una idea, en un mundo con más de 7.500 millones de habitantes, existe alta probabilidad de que la hayan tenido también otras personas.

¿Qué sucede con una idea? Una persona puede convertir una idea en un proyecto de éxito, mientras que esa misma idea en la mente de otras personas, puede quedar en nada. ¿Qué marca la diferencia para que una misma idea se transforme en un éxito o no? La diferencia radica en la ejecución. La forma en la que una persona lleva a la práctica esa idea es la que la convertirá en una realidad que funciona o no. Y eso aplica para cualquier idea, ya sea en el ámbito profesional o en el personal.

Es necesario buscar fórmulas que nos ayuden a materializar ideas, que nos impulsen a convertir en realidad eso que ronda en nuestra cabeza y que aspiramos a conseguir. Desde mi modelo IDEA, te propongo estas cuatro etapas para pasar a la acción.

 

El primer paso imprescindible en cualquier proyecto es la Idea. Sin las ideas no es posible iniciar un nuevo proyecto. La dificultad suele radicar en discernir cuáles son buenas ideas, cuáles realmente tienen sentido y pueden llevarse a la práctica. Aquí expuse la necesidad de que una idea cubra una necesidad real, las buenas ideas tienen relación con ayudar las personas a solucionar un problema. Y ahí hay que pensar también en cómo tu idea puede contribuir a mejorar el mundo, desde el punto de vista de la sostenibilidad, ver tu idea a través de las lentes de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aunque de entrada te pueda parecer extraño. 

Si tu idea soluciona una necesidad real y, además, contribuye a hacer el mundo un poco mejor, tendrá una ventana de oportunidad exponencialmente mayor.

 

La segunda fase es la de Diseño. Esta es una fase fundamental, que suele requerir la inversión de bastante tiempo.

A partir de la idea, se trata de definir de qué modo vas a implementarla. Una misma idea puede tener distintas formas de llevarla a la práctica, según las personas que impulsen el proyecto, su experiencia y su visión del mismo.

El concepto fundamental en esta fase es cuál es tu “propuesta de valor”. Para desarrollarla, una herramienta imprescindible: el Business Model Canvas, un modelo elaborado por 450 especialistas durante nueve años y coordinado por Osterwalder y Pygneur, cuyo resultado plasmaron en el libro «Generación de Modelos de Negocio». A ese primer libro, se han ido sumando otros, que van ampliando y profundizando en el concepto. El Modelo Canvas es una herramienta para analizar y crear modelos de negocio de forma simplificada. Se visualiza de manera global en un lienzo dividido en nueve apartados, que recogen los principales aspectos del proyecto y gira entorno a la propuesta de valor. Una poderosa herramienta que ofrece una visión global de la estrategia del proyecto en una sola hoja.

 

La tercera fase es la de Experimentación. Aunque muchos proyectos pasan directamente del diseño a la acción, es muy recomendable incorporar una tercera fase de experimentación.

El diseño que has desarrollado para tu idea es algo en lo que has profundizado, sin duda, pero no olvides que lo has preparado entre las 4 paredes de tu casa o de tu despacho, haciendo hipótesis sobre aquello que puede funcionar. Lo ideal, es salir fuera de esas 4 paredes, acercarte a tu potencial cliente y preguntarle, obtener información sobre lo que valora y lo que necesita.

Para ello, la metodología adecuada es “Lean Startup” y su principio de aprendizaje validado. Es una metodología propuesta en 2008 por Eric Ries y basada en el ‘Lean Manufacturing’ de Toyota –la filosofía de producción ajustada desarrollada en los 80s–. Trabaja con un proceso de aprendizaje validado, que permite reducir el riesgo a la hora de lanzar un producto o servicio innovador al mercado. El principio es que todo parte de una idea que se debe validar en el mercado, para lo cual se crea un prototipo denominado ‘producto mínimo viable’ para probarlo, el objetivo es poder medir los resultados para aprender, insistir en lo que funciona o pivotar e incluso abandonar en lo que no funciona.

La fase de experimentación es necesaria para descartar lo que no funciona, para mejorar la idea y conseguir aportar más valor.

 

La cuarta y última fase es la de pasar a la Acción. Una vez diseñado nuestro proyecto y testeado qué es lo que funciona y qué es lo que no, para adaptarlo y mejorarlo, es el momento de llevarlo a la realidad.

El difícil momento de dar el paso… que tanto asusta.

Cuando quieres impulsar un proyecto, un cambio en tu vida, seguro que dedicas tiempo a pensarlo, a planificarlo. Es algo necesario, pero ten claro que, una vez decidido qué es lo que quieres hacer, lo que va a marcar la diferencia es pasar a la acción.

Lo he escrito varias veces, y me gusta recordarlo en mis exposiciones:

Somos buenos planificadores y pésimos ejecutores

 

Y es algo que debemos recordar… la acción es la que separa a quién tiene ideas de quién las hace. El mundo está lleno de personas con grandes ideas en mente, de personas planificando proyectos y cambios en su vida, planificando con todo lujo de detalles, esperando el momento perfecto para llevarlo a la práctica…

Aunque pocos se atreven a dar el paso.

No todas las ideas que pasan por nuestra mente van a terminar siendo una realidad, no vamos a hacer todo lo que queremos hacer… algunas cosas se quedan por el camino, las desestimamos por algún motivo, y es lógico que así sea. Pero lo que no desestimas, lo que realmente quieres hacer, no puede estar en un eterna zona de dudas, esperando el momento perfecto.

El momento perfecto no llega nunca. Y, a pesar de ello, cuando una idea ha madurado y has decidido impulsarla… en algún momento debes pasar a la acción.

Si realmente quieres hacer algo, dedícale tiempo, diseña cómo lo vas a hacer, experimenta, adapta y pasa a la acción. Nada te puede garantizar el éxito, pero solo intentándolo lo puedes conseguir.

Si lo tienes claro en tu cabeza, seguro que puede ser.

 

Puede ser…

Voy haciendo mis planes
voy sabiendo quien soy
voy buscando mi parte
voy logrando el control …

 

.