Llegar de la playa, ducha, cena

y ponerme a escribir…

Debo reconocer que el sol, el aire libre y el mar son altamente beneficiosos para despejar la mente, para ver las cosas de un modo distinto, para poner la atención en determinados temas y planificar nuevos proyectos –que ya hace mucho tiempo que rondan por mi cabeza–.
Y pensando en esos proyectos, sobre los que estás meditando desde hace tiempo, piensas ¿cómo no me he atrevido antes a activarlos? ¿Por qué le doy tantas vueltas a las cosas? (ese «overthinking»… algo tan típicamente femenino). Aunque, al final, llega el momento en que decides que no vas a esperar más y pones fechas a esos nuevos proyectos… a pesar de que siempre da un poco vértigo arrancar un nuevo proyecto, de los temores que te asaltan y de que nunca puedes tener la seguridad de que va a funcionar como tú imaginas.

AUTOCONFIANZA
Para emprender cualquier proyecto o cualquier acción, cualquiera, necesitas confiar en ti mism@.
Y hay personas a las que nos cuesta…
Por suerte, la vida pone a tu lado a personas que te hacen ver aspectos de ti mism@ y de tu trabajo que tú no veías, que hacen que esa autoconfianza crezca un poquito…
Deberíamos esforzamos por mejorar nuestra autoconfianza. Algo que, a la mayoría, nos resulta complicado. Se nota en muchos pequeños detalles. Ya escribí sobre ello en INED21, en«Quiérete, te vas a necesitar».
La autoconfianza es un pilar fundamental en nuestro equilibrio emocional. La autoconfianza debe ser un motor que te impulse a perseguir tus metas, que te aporte seguridad y valor para afrontar problemas y que te permita tener la iniciativa necesaria para arrancar nuevos proyectos.

ACTIVA LA AUTOCONFIANZA

¿Cómo vas atreverte a hacer cosas

  si no confías en ti?

El sentido de la iniciativa no se activa si no hay autoconfianza. Nos han educado de un modo que, con frecuencia, nos cuesta ver nuestros puntos fuertes, nuestras posibilidades… Y cuando eso ocurre, hay que hacer un esfuerzo por activar la autoconfianza.
Lo escribía en mi libro «¡Vamos!», para iniciar cualquier acción en tu vida, debes activar la autoconfianza. Puedes hacerlo del modo que mejor te parezca, aunque si no sabes por dónde empezar, en el libro te propongo 5 sencillos pasos que pueden ayudarte a mejorarla:

I

Haz una lista de lo que haces bien

Te machacas recordando las críticas de los demás, los problemas, las cosas que haces mal… y te olvidas de recordar tus puntos fuertes y tus fortalezas. Dale la vueltaBusca dónde anotar y haz una lista de lo que haces bien. Si te cuesta completarla –es probable que te ocurra– pide ayuda, a tus amigos, a tu familia, a gente que trabaja contigo… te sorprenderás de lo que dicen de ti y vas a tener que reconocer que es cierto. Cuando tengas la listarecuérdala.

II

Acepta elogios

Muchas personas encontramos difícil aceptar un elogio. Pero debemos aprender a aceptarlo, porque un elogio es un regalo que nos ofrece la persona que elogia. Cuando alguien te felicite, respira y simplemente di «gracias» a la persona que te ha elogiado. Recuerda decirlo con una sonrisa sincera. Si elogian algo que has hecho bien, por lo que te has esforzado, sabes que el elogio es merecido.

III

Prémiate

Premia tus avances y tus logros. ¿Cómo? Empieza por pensar en pequeñas cosas agradables que te hacen sentir bien. No se trata de poner grandes cosas, sino pequeños placeres cotidianos, del tipo irme a correr una hora, desconectar un rato para escuchar música sin interrupciones, ir a darme un masaje…
Estos premios son los que debes concederte cada vez que logres hacer algo que querías hacer. Plantéate pequeños objetivos, pasos que te van llevando a conseguir lo que quieres y asegúrate de premiarte con cada paso conseguido.
Lo ideal es escribirlo. Si escribes hoy los pasos que debes seguir para llegar a tus objetivos, es mucho más fácil realizar el seguimiento de tus objetivos y te permitirá premiarte con cada paso conseguido.
Reconozco que yo soy muy fan de las listas, lo apunto todo… creo que es un hábito que adquirí en mi época en Arthur Andersen, con las famosas listas de TO DO. Pero es que, si no lo anotas, es fácil que no valores lo que vas consiguiendo y te parezca siempre que te queda todo por hacer. Escribe lo que debes hacer y verás como ayuda el ver que lo has conseguido. La motivación es fundamental en el logro.

IV

Acuérdate de ti

Está bien preocuparse por los demás, vivir para tu familia, ayudar a tus hij@s, apoyar a l@s amig@s… pero si siempre estás pendiente de los demás y de satisfacerles corres un riesgo: de insatisfacción. Esta semana me recordaba alguien que solo puedes hacer felices a los demás si tú eres feliz, que debería buscar un poco de tiempo para mí –tengo que grabarme esto en la mente–… Cuesta ponerlo en práctica.

Recuerdo haber leído a mi maravillosa amiga Yolanda «un día, nos damos cuenta de que solo damos y no recibimos…». No permitas que eso pase, hay momentos para dar y momentos para recibir. Piensa también en ti. Para ocuparte de los demás, primero debes ocuparte de ti mism@.

V

Aprende a gustarte

Deberíamos aprender del mundo de los niños… los niños se gustan. Ven sus propias virtudes. Se encuentran guap@s. Sin embargo, los adultos, en algún momento dejamos de gustarnos. Piensa, ¿en qué momento dejaste de gustarte? En algún momento de tu vida, dejaste de poner una sonrisa para la foto y empezaste a esconderte, dejaste de mirar cómo sonríes ante el espejo… Probablemente, porque te dijeron que eso no se hace, porque criticaron tu coquetería, porque te hicieron creer que eso no está bien

Pon en práctica estos cinco sencillos pasos y te aseguro que notarás la diferencia. La autoconfianza es necesaria en tu trabajo y en tu vida. La seguridad en ti mism@ es algo que, con frecuencia, no viene «de fábrica» y que debes esforzarte en desarrollar, porque marca un diferencial muy importante a la hora de conseguir objetivos.
Como decía Henry Ford «tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes… tienes razón».

 

EN MAYÚSCULAS

Pon en mayúsculas lo que haces

No escondas lo que llevas dentro,

no ocultes todo eso que se te da tan bien,

no silencies lo que quieres hacer…

atrévete a contarlo, atrévete a hacerlo

y hazlo en mayúsculas.

Atrévete a ponerte en MAYÚSCULAS

–aunque te cueste un poquito–

para destacarlo y que los demás lo vean.

Curiosa casualidad, ¿verdad? Los títulos de mis artículos se escriben en mayúsculas cada domingo desde hace dos años en INED21…  será que debía ser así. En unas pocas semanas, te contaré mi nuevo proyecto y te presentaré una ilusión que me ha venido moviendo desde hace muchos meses, ultimando una presentación que me gustaría que fuese en mayúsculas… no dudes tampoco tú a poner en mayúsculas lo que haces y lo que te mueve.

Capital letters

Esta canción me encanta… así que hoy, después de una tarde entre olas de mar, acabo el día en mayúsculas…

Gracias –de corazón– por leerme un día más.

 

 

Never was a leader
never had a thing for fairy tales
not really a believer…
Small voice in the quiet
guess I never dared to know myself
can my heart beat quiet? No…