«Solo triunfa quien se levanta y busca las circunstancias…

y, si no las encuentra, las crea»

George Bernard Shaw

El mundo cambia constantemente y a una velocidad tan enorme que no podemos saber cómo será el futuro. Son muchas las incógnitas y, entre ellas, no sabemos cómo será el trabajo del futuro. Si no sabemos cómo serán las profesiones del  futuro, es más importante que nunca ayudar a descubrir el talento que tiene cada persona y acompañarla para que lo desarrolle, porque ese talento puede ser su futuro profesional. Con ello podemos conseguir que una persona esté absolutamente motivada, que ponga metas estimulantes a su vida y que pueda aportar más a la sociedad. Es el momento de impulsar nuevas habilidades…  y, entre ellas, estoy convencida que es esencial desplegar la iniciativa emprendedora.
Este era el objetivo de la jornada «Muscular el espíritu emprendedor» en la que tuve el honor y el placer de realizar la ponencia inaugural hablando sobre talento emprendedor. Mi participación fue desde el convencimiento más absoluto: es necesario desarrollar el espíritu emprendedor de las personas y, por ello, expuse mi visión personal, siguiendo dos procesos esenciales.
Encuentra el talento que hay en ti
En este mundo de prisas, a veces es necesario pararse y pensar hacia dónde quieres ir. Da la sensación de que todos vamos rápido… hacia ningún sitio. Es necesario dedicar un tiempo a reflexionar cuál es la dirección que quieres seguir.
En este proceso de reflexión personal, es preciso que te preguntes cuál es tu talento. Hay muchas vías para explorarlo, pero tal vez la más sencilla y a la vez efectiva es la que propone Sir Ken Robinson, experto internacional en desarrollo de talento, con una trayectoria profesional impresionante en el campo del análisis de la educación. Él propone que busques tu «elemento»:  la intersección entre aquello que te gusta, que te apasiona… y aquello que sabes hacer muy MUY bien -eso implica mucho esfuerzo, claro-.
Encontrar tu talento es el primer paso.

Encontrar tu elemento
lo cambia todo
Ken Robinson

 
Una vez tienes claro cuál es tu elemento, decide si te quieres dedicar a él. Y si la respuesta es afirmativa… pasa a la acción. Para ello vas a necesitar actitud emprendedora… te lo aseguro. O sea que, el siguiente paso es:
Entrena tu inteligencia emprendedora

La habilidad emprendedora se puede entrenar. Y te preguntarás ¿es eso posible?
Pues si, por extraño que parezca. Todas las habilidades se pueden entrenar. Es un tema ampliamente estudiado y contrastado. Con la metodología adecuada y con la motivación necesaria puedes entrenar tu inteligencia emprendedora. Se trata de conocer los pasos que debes seguir para desarrollar esta habilidad. Es algo en lo que trabajamos en talleres y sesiones de formación específica que funciona. Ciertamente, puedes tener una grado de actitud emprendedora muy elevado o puede ser más limitado… pero en cualquier caso es necesario conocer las claves para entrenar tu habilidad emprendedora.
La habilidad emprendedora es un activo estratégico esencial para nuestro crecimiento personal, empresarial y social. Es necesario fomentar la inteligencia emprendedora. Porque nos ayuda de forma individual a afrontar nuevos retos y porque necesitamos proyectos que ayuden a la humanidad, que generen riqueza y que mejoren nuestro mundo. Vivimos un momento en el que toca fomentar e incentivar, de verdad, la actitud emprendedora
El ser humano emprende cada día. Cada uno en su parcela personal. Así que hay que fomentar esa habilidad y adaptarla a los nuevos tiempos. Porque es más necesaria que nunca.
Mi más sincera felicitación a los organizadores de «Muscular el espíritu emprendedor de los jóvenes» por el buen trabajo realizado, por el éxito de asistentes a la jornada y por la magia que desprendía el acto…  deberían promoverse muchas más iniciativas como esta.