Numerosos estudios económicos han tenido como objetivo determinar ¿qué es lo que genera crecimiento y hace progresar a una sociedad? Después de diversas teorías, resultados de estudios científicos recientes señalan la necesidad de crear una sociedad del aprendizaje.
Se trata de estudios desarrollados por el premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz, que corrobora la necesidad de crear una sociedad de aprendizaje como fórmula para conseguir crecimiento económico, desarrollo y progreso social. Para entender cómo los países consiguen crecimiento y desarrollo, expone que es necesario profundizar en cómo se realiza el aprendizaje, buscar conseguir una mejor formación, mayor eficiencia y un mayor grado de innovación. Stiglitz plantea la necesidad de que se promueva el aprendizaje como vía de mejora social a largo plazo.
Si se busca un proceso de crecimiento social a largo plazo, se debe poner el foco en el conocimiento y en el aprendizaje. Por ello, Stiglitz asegura que la desigualdad no se refiere sólo a los ingresos, sino que tiene que ver con la Educación o la Sanidad y la igualdad de oportunidades. Una de las prioridades debe ser la educación. Porque la rentabilidad de este tipo de políticas beneficia no sólo a las personas individualmente, sino a la sociedad en su conjunto.
Nuevos tiempos … nuevas habilidades
Vivimos en una sociedad que experimenta cambios de forma continua y a velocidad vertiginosa. Nuestra sociedad está instalada en el cambio permanente, con grandes saltos demográficos y un desarrollo extraordinario de las tecnologías. En este entorno, resulta evidente la necesidad de actualizar los modelos educativos -como ya se está haciendo a través de diversas iniciativas en diferentes países- y estimular a las personas a desarrollar habilidades que hasta ahora no eran prioritarias … pero que han pasado a serlo. Entre ellas, es necesario promover la habilidad de aprender a aprender.
No me refiero a convertir las mentes de las personas en una especie de ordenador que procesa información continuamente. Todo lo contrario, es necesario suscitar en las personas una curiosidad sana, una actitud activa ante la realidad, el ánimo para enfrentarse a cada situación y saber buscar los recursos necesarios para encontrar soluciones. Una actitud proactiva y emprendedora.
Por muy difícil que resulte afrontar los problemas, es necesario hacerlo. Los países con sistemas educativos que respondan eficientemente a esta nueva realidad serán los que conseguirán mayores tasas de crecimiento y sociedades más desarrolladas. El gran reto para afrontar nuestro futuro será conseguir desarrollar el talento de las personas. Y la educación es la gran generadora de talento. Lo resume de forma magistral José Antonio Marina: «La educación es la gran generadora de talento. Por eso resulta tan obvio que las naciones tienen que invertir en mejorarla. Si tuviéramos bajo nuestros pies un gigantesco yacimiento de petróleo parecería estúpido que no nos preocupáramos de extraerlo. Con el talento sucede igual.»
Hemos entrado ya en la sociedad del aprendizaje. El mayor tesoro de las sociedades es su capital humano. Y el mayor reto … promoverlo.
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