Empujar el cambio

Vivimos en una sociedad llena de prejuicios. De conceptos preestablecidos y de caminos pautados. Parece que la sociedad está obsesionada con una especie de cliché de vida perfecta que se atreve a imponer a las personas. Debes moverte dentro de unos parámetros concretos para aparentar tener esa vida perfecta. Y así, sin darte cuenta, vas cayendo en una espiral que te impone lo que debes hacer, vas cediendo a presiones que te empujan hacia ese camino que se espera que sigas.

Caes en la trampa. Trayectorias personales preestablecidas por otros. Caminar para conseguir ese ideal. ¡No hay dolor! Jornadas laborales interminables. Saltos profesionales a otros puestos de trabajo para mejorar. Renuncias importantes en tu vida personal para no detener nunca el ritmo de tu vida profesional…  acabas persiguiendo unos sueños que no son los tuyos.

Recuerdo muy bien cómo me sentía hace unos años. Tras terminar mi licenciatura en ESADE, inicié mi carrera profesional en grandes multinacionacionales -empecé en Deloitte-, organizaciones en las que siempre estuve bien valorada, donde todo era impecable. Externamente, tienes la vida perfecta. En un puesto de trabajo sensacional, en una organización con imagen magnífica, con apariencia impoluta y con traje impecable.  La vida profesional, como la vida misma, te acaba llevando por caminos muy curiosos. Pero, al final, nada es lo que parece…

Porque a veces notas que tu vida no va por dónde quieres. Una cierta intranquilidad interior te da el mensaje de alarma. Al principio es un mensaje débil, pero va creciendo. Hasta que llega un momento en el que tu cuerpo presenta síntomas de necesitar un parón para pensar, para dedicar tiempo a lo que realmente es importante para ti. Sabes que tienes que llegar a un lugar en el que puedas oír a tu corazón, en el que puedas sentir a tu verdadero yo. Pero… ¿cuándo ese cambio?

Hasta que un día te levantas y te das cuenta de que la frase de John Lennon tiene más sentido que nunca: “la vida es aquello que pasa mientras tú haces otros planes”. Y piensas, en tu interior “¿vas a dejar pasar tu vida sin vivirla?”

Yo decidí cambiar. En 2015, tomé la decisión de dejar el mundo corporativo y empezar a trabajar por mi cuenta en aquello que me motiva y me llena.

 

Wow, ¡vaya cambio!

Hoy, 6 años más tarde, tras un camino con muchas, muchas horas de esfuerzo, trabajo en “mi elemento”. Dedico mis horas a la universidad y a ayudar a personas en los procesos de cambio que necesitan en su vida.

Ayudo a profesionales con experiencia que deciden cambiar y empiezan su etapa como emprendedores. Después de 6 años de mentorizar proyectos -en escuelas de negocios, en aceleradoras y en mi programa “Vamos”-, la experiencia no puede ser más estimulante, es increíble la sensación de ver crecer tantos proyectos.

También acompaño en el cambio a líderes que quieren transformar sus organizaciones, que necesitan otras formas de hacer las cosas, para pasar a trabajar con verdaderos equipos y con propósito. Es un proceso de trabajo conjunto con todas las personas del equipo, aprendiendo de todos, algo que siempre resulta enriquecedor.

He colaborado con grandes organizaciones y con grandes profesionales, con los que he aprendido y hemos conseguido avanzar y llegar a grandes progresos tangibles. Hoy, después de cientos de proyectos, de publicar 5 libros y de sentir que ayudo a las personas, solo puedo sentir agradecimiento. Cuando me escriben lo que opinan de mí, me emociono, no lo puedo ocultar.

Ayudar a cambiar es mi misión.

Y ello me ha llevado a poder vivir libre, a tener el control de mi agenda -lo valoro como un lujo, aunque a veces tenga jornadas maratonianas, soy yo quién decide cómo y cuándo-, y a ayudar a otras personas a cambiar.

 

Todo empieza con una decisión

Nada de esto habría sucedido en tan poco tiempo – ¿qué son 6 años en la escala de una vida? – si no hubiese decidido afrontar mis miedos, coger el timón de mi vida profesional y reinventarme alrededor de mi elemento.

Todo empieza en un momento muy concreto… te das cuenta de que, si miras dentro de ti, encuentras la respuesta. Sabes si estás donde debes estar o si estás en el sitio equivocado. Justo en ese momento… dejan de importarte los clichés, lo que otros piensan y sigues lo que sientes en tu interior, sin dejar que los juicios o las críticas de los demás te detengan.

Si yo he logrado transformar mi vida en tan solo 6 años, tú también puedes lograrlo. Y además sin sufrir tanto como yo… porque yo me subí a esta aventura sin prácticamente ningún apoyo.

¿Te identificas con una situación así? ¿Te gustaría saber cómo cambiar y cómo tomar el control de tu vida profesional y disfrutar de lo que haces?

Hoy me he propuesto sorprenderte en mi blog, y compartir la próxima semana un poco de mi tiempo contigo si estás en un momento de cambio.

Apúntate a una mini-sesión de diagnóstico conmigo y en 20/25 min te explicaré cómo enfocar y dar los primeros pasos más inteligentes hacia tu propia reinvención profesional

 

>> Reserva tu sesión en este enlace: RESERVA

 

Me he propuesto hablar con 5 personas en los próximos 5 días. Si has decidido pasar del mundo corporativo al mundo emprendedor y necesitas apoyo en este camino, ¡nos vemos en la sesión!

La sesión es gratuita, y como tengo tiempo limitado -¡ya me gustaría poder hacer más!-, será para aquellas personas que cumplan este requisito (profesionales que han pasado de trabajar en el mundo de la empresa a emprender por su cuenta) y para las primeras en apuntarse. Si te interesa, no te lo pienses mucho, ya que mientras tú piensas, otros ya reservan su sesión en RESERVA.

El cambio es tu opción… y se inicia cuando tú lo decides

Ya no persigo sueños rotos… me he propuesto perseguir mis propios sueños. Con todas sus ventajas y todos sus inconvenientes

Porque, a veces, sueñas con otra vida, con otro mundo… en el que todo sea un poco mejor. Atrévete a cambiar, ya conoces mi palabra mágica para activar el cambio: “¡Vamos!”

 

Que hoy he soñado en otra vida,

en otro mundo…

pero a tu lado

 

O, si lo prefieres, en su versión original …

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