¿Nos estamos olvidando de besar?
Una reflexión en la era digital
Semana bonita, trabajando en Palma de Mallorca, compartiendo con mujeres extraordinarias. Feliz con mi trabajo y con mi vida.
Y hoy, 13 de abril es el día internacional del beso. Así que, ¿qué te parece dedicarle 2 minutos al tema?
El beso: un lenguaje universal
Besar es un acto cargado de significado emocional, fisiológico y social. Según estudios realizados por Helen Fisher, antropóloga biológica de la Universidad de Rutgers, el beso activa regiones cerebrales asociadas con la recompensa y el apego. Besar libera dopamina, oxitocina y serotonina, sustancias químicas clave en la formación de vínculos afectivos duraderos. Además, un estudio publicado en el Journal of Evolutionary Psychology (Wlodarski & Dunbar, 2013) sugiere que el beso cumple funciones evolutivas como la evaluación biológica de una pareja y el mantenimiento del vínculo romántico.
El beso, en sus distintas formas, aparece en prácticamente todas las culturas. Puede simbolizar afecto, deseo, respeto o saludo. En muchas sociedades, sigue siendo uno de los primeros gestos de intimidad en las relaciones amorosas. Sin embargo, en la era digital, la expresión física del afecto parece estar siendo reemplazada por formas más virtuales de conexión.
Relaciones en la era digital: ¿más conectados o más distantes?
Muchas cosas han cambiado en poco tiempo. Con las nuevas tecnologías, el auge de las redes sociales y la comunicación instantánea, el paradigma de las relaciones humanas se ha transformado. Esta hiperconectividad, paradójicamente, nos ha llevado a una desconexión física en muchos casos.
En el artículo “Digital Romance: Love in the Age of Technology” (Hertlein & Ancheta, 2014), se advierte que la tecnología, aunque facilita la comunicación, puede obstaculizar el desarrollo emocional profundo y las manifestaciones físicas de afecto. Los besos se ven reducidos a stickers, gifs y corazones animados. Está bien enviar un emoticono de beso, pero creo que está muy lejos de ser un beso de verdad.
La comunicación digital es positiva y nos facilita la vida, pero no puede reemplazar la comunicación corporal, ¿no crees?.
Una caricia, un abrazo y un beso parece que se convierten en lujos ocasionales, menos frecuentes.
¿Menos besos?
El beso parece estar en crisis. Los datos lo demuestran. Diversos estudios recientes apuntan a una disminución del contacto físico entre parejas estables. Un estudio realizada por la British Heart Foundation en 2017 reveló que el 18% de las parejas británicas casadas se besan sólo una vez a la semana o menos, y uno de cada cinco adultos no había besado a su pareja durante todo un mes.
Esto puede atribuirse al ritmo de vida acelerado, el aumento del tiempo frente a pantallas y el estrés cotidiano, pero también a un desplazamiento del afecto hacia formas digitales. El «beso del buenos días» se cambia por un emoji; el «beso de buenas noches», por un simple mensaje.
Desde la psicología, se ha argumentado que el contacto físico, incluyendo el beso, contribuye a la regulación emocional y a la reducción del estrés. La oxitocina liberada durante un beso tiene efectos calmantes y refuerza la confianza en la pareja. En palabras de Kory Floyd, profesor de comunicación en la Universidad de Arizona: «Los seres humanos necesitamos el afecto táctil para sobrevivir y prosperar. La ausencia de afecto puede ser tan perjudicial como la falta de alimento o sueño.»
El beso tiene un valor emocional que no puede ser replicado digitalmente. Es una afirmación de cariño o de amor que no tiene sustituto.
Celebra el día internacional del beso
En el día internacional del beso, vale la pena recordar lo importante que resulta este gesto y celebrarlo. Seguro que sabes cómo… si no, aquí van algunas sugerencias para que lo hagas. Practicar el beso es una forma maravillosa de conectar, expresar amor y celebrar.
1. Recrea tu beso de película favorito
Elige una escena icónica del cine —ya sea un beso bajo la lluvia o un encuentro apasionado— y revívela con tu pareja. Además de divertido, es una manera romántica de rendir homenaje a esas historias que nos inspiran.
2. Sorprende con un desayuno en la cama y un beso por la mañana
Comenzar el día con cariño marca la diferencia. Prepara algo especial, lleva el desayuno a la cama y acompáñalo con un beso. ¿Cómo lo ves?
3. Sesión de fotos de besos
Capturar la ternura de un beso puede ser un recuerdo fantástico. Improvisa una pequeña sesión fotográfica en casa o en un lugar especial…
4. Crea un «bote de besos»
Toma un frasco y llénalo de papelitos con vales canjeables por diferentes tipos de besos (besos sorpresa, besos largos, besos en lugares inesperados, …). Es un juego diferente que se puede disfrutar cualquier día.
5. Simplemente, bésame
No hace falta una excusa especial para besar.
A veces, lo más valioso es un beso sin motivo, con intención, cariño. Aprovecha cualquier momento.
Porque más allá de los mensajes rápidos y las notificaciones,el contacto real es fundamental.
En una sociedad que avanza a gran velocidad, tal vez el beso sea uno de los pocos gestos capaces de detener el tiempo.
Hoy puede ser un buen día para practicarlo… ¿te atreves?
Esta es la canción de hoy para darte las gracias por leerme y desearte una semana genial.
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