Compartir
Clave del bienestar
Esta semana he tenido el honor de iniciar la edición 2025 de Generali for Women On Tour, un espacio pensado para compartir experiencias entre mujeres profesionales del sector de la mediación en seguros, a través de sesiones en diferentes ciudades de España.
Inauguramos con la primera sesión en Tenerife, en un entorno incomparable. El pasado día 20, fue una mañana en la que compartimos con mujeres profesionales del sector de la mediación el proyecto GFW, conversaciones, experiencias y aprendizajes.
Brillaron especialmente nuestras mujeres de la tercera edición, que nos compartieron un poco de su trayectoria y de su paso por el programa, enhorabuena por vuestra exposición Anna, Hanna y Valle. Una maravilla escucharlas. Además, en la sesión impartí una píldora formativa bajo el título “Conócete y comunica mejor”, basada en la herramienta DISC, que nos permitió reflexionar sobre cómo somos, cómo nos comunicamos y cómo podemos mejorar nuestra comunicación en nuestro día a día profesional y personal.
En Las Terrazas de Sauzal, disfrutamos de una jornada maravillosa, llena de energía, complicidad y conexión. Fue un encuentro muy emotivo, en un entorno incomparable.
Salí de esa sesión con una sensación poderosa: compartir nos conecta con los demás, y también nos llena de bienestar. Por ello, hoy quiero hablarte de la importancia de compartir, de cómo hacerlo conscientemente, porque es uno de los hábitos más sencillos y transformadores para cuidar tu bienestar.
El significado de compartir
Compartir es un acto profundo, no se trata de algo material, sino de regalar un poquito de ti: tu tiempo, tus conocimientos, es sentarte a escuchar sin distracciones, celebrar éxitos juntas, acompañar en momentos difíciles, …
Necesitamos momentos para compartir. Y es que, cuando compartimos, recibimos mucho más de lo que damos, aunque no nos demos cuenta.
Aunque a veces pase desapercibido, el acto de compartir te devuelve mucho más de lo que das. Al expresar lo que sientes y conversar abiertamente, liberas tensiones y colocas tus preocupaciones en una cierta perspectiva, lo cual ayuda a reducir el estrés.
Cuando alguien te escucha y valora tus palabras, tu autoestima se refuerza, y también cuando eres tú quien brinda esa escucha sincera, fortaleces vínculos que te dan seguridad. Compartir, además, te recuerda que formas parte de algo más grande; ese sentido de pertenencia te aporta calma y confianza.
Y, por último, descubrirás que compartir multiplica tu resiliencia, porque te hace sentir acompañado frente a los desafíos, recordándote que no tienes que hacerlo todo solo.
La neurociencia detrás de compartir
Y no se trata de una simple sensación, la ciencia respalda que compartir nos hace bien. Cuando nos relacionamos desde la empatía y la generosidad, nuestro cerebro libera oxitocina, conocida como la hormona de la confianza y el vínculo. También se activan mecanismos de recompensa que elevan los niveles de dopamina y serotonina, neurotransmisores asociados al bienestar y la felicidad.
En pocas palabras, compartir te hace sentir bien, porque literalmente mejora tu química cerebral.
Anímate a practicar el arte de compartir
Aunque pueda parecer difícil encontrar tiempo para compartir, lo es menos de lo que crees. Anímate a compartir más momentos con personas interesantes y saldrás ganando. ¿Cómo conseguirlo? Aplica estos 5 tips que te pueden ayudar
Encuentra tiempo para compartir con personas interesantes
No es cuestión de cantidad, sino de calidad. Dedica tiempo a encuentros que te inspiren: una comida con alguien que admires, una llamada a un amigo que te llena de energía, o un café con una persona con la que puedas tener una conversación profunda. El tiempo invertido en personas que suman es una inversión en tu bienestar emocional.
Escucha activa y sin prisas
Cuando alguien te hable, escucha de verdad. Deja el móvil a un lado, mira a los ojos y presta atención. La escucha activa crea un espacio de confianza donde la otra persona puede abrirse, y eso fortalece el vínculo.
Haz preguntas que inviten a la conversación sincera
No te quedes en lo superficial. Haz preguntas como: “¿qué es lo que más te ilusiona ahora mismo?” ó “¿qué te está costando últimamente?”
Las preguntas abiertas invitan a compartir de verdad, sin filtros.
Comparte tus emociones, no solo hechos
A veces hablamos de lo que hacemos, pero no de lo que sentimos. Atrévete a decirlo, algo como “hoy me he sentido agotada, pero esta charla me ha dado energía ” o “me hace ilusión contarte esto porque sé que me entiendes.”
La vulnerabilidad es el puente más directo hacia una conexión de verdad.
Regala tu tiempo sin mirar el reloj
El mayor regalo que podemos hacer a alguien es nuestra presencia total. Cuando compartas tiempo, hazlo sin prisas. Las conversaciones profundas necesitan calma, y esos momentos sin interrupciones son los que más se recuerdan.
Mi experiencia esta semana me ha recordado que compartir es un acto de generosidad y, a la vez, es un acto de autocuidado.
Cuando das, también recibes.
Cuando escuchas, también creces.
Cuando compartes, te sientes bien y haces sentir bien.
Así que, ya sabes, ¿con quién vas a compartir?
Te invito a que pienses en alguien con quien puedas compartir algo sencillo: un ratito de conversación, un café tranquilo, un mensaje bonito o un abrazo. Estoy convencida de que te va a hacer sentir bien.
Mil gracias por leerme.
Hoy te traigo una cover preciosa de una canción clásica, para darte las gracias y desearte una feliz semana
dar solamente aquello que te sobra
nunca fue compartir …
sino dar limosna, amor
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