Empieza otra vez

 

Me gustan los rituales. Repetir ciertas cosas como una tradición bonita en momentos señalados. Y celebrar el cumpleaños es uno de mis favoritos. Por ello, hoy adelanto mi post semanal de los domingos. Porque hoy no es un día más, es mi cumpleaños.

Entre el 10 de septiembre de 2024 y hoy han ocurrido muchas cosas. Ha sido un año de muchos cambios. En lo profesional, se han consolidado proyectos maravillosos, han nacido algunos de nuevos -muy especiales- y he cerrado etapas que tocaba cerrar -aunque siempre cuesta hacerlo-. Orgullosa y feliz de cómo ha sido este año profesional. En lo personal, he conseguido descansar un poco más, he mantenido los buenos hábitos que me propuse, he sentido el orgullo de ver avanzar a mis hijos de un modo extraordinario y ha empezado una nueva historia en mi vida. De esas que no se planean, pero que llegan y lo cambian todo. Ahora mi vida se ve distinta, me sorprendo sonriendo sin darme cuenta y la música suena diferente. Un recordatorio de que la vida siempre guarda sorpresas para ti cuando dejas espacio para ellas.  

Y aquí estoy, el día 10 de septiembre preparada para empezar un año más. Sintiendo que cada cumpleaños es, en realidad, una invitación a empezar otra vez.

 

El falso mito de empezar de cero

Existe la suposición de que para comenzar de nuevo hace falta borrarlo todo, hacer un cambio radical, romper con lo anterior y reinventarnos desde la nada. Pero yo no creo que sea así. Nadie empieza desde cero. Cada inicio está hecho de lo que ya somos, de nuestros aprendizajes, nuestros errores, nuestros éxitos y también de nuestras dudas. Comenzar otra vez no significa negar lo vivido, sino usarlo como base.

Con el paso del tiempo, esta idea cobra aún más sentido. Cumplir años no es solo una cifra, es una manera distinta de mirar la vida. La madurez no consiste en no equivocarse ni en dejar de arriesgarse, sino en aprender a encajar lo inesperado con mayor rapidez y serenidad. Y no se trata de dejar de disfrutar, de vivir o de lanzarte a lo nuevo, sino de hacerlo desde otra perspectiva. Con cada cumpleaños acumulas más herramientas, que no te sirven para evitar los momentos difíciles o las dudas, pero sí para afrontarlos de otra manera.

Así que, de nuevo, vuelves a empezar.

Porque los inicios no ocurren solos, ocurren cuando te atreves. Atreverte a dar un paso distinto, a tomar una decisión incómoda, a salir de tu zona de confort, a decir sí o a decir no. Ese gesto —pequeño o grande— es la chispa que enciende el nuevo comienzo. Y es ahí donde tu vida cambia.

 

Cada día puede ser el primero de algo, si decides que lo sea.

Cumplir años no es pasar páginas en un calendario, ni pretender correr contra el tiempo. Significa reconocer lo que ya eres, agradecer el camino recorrido y, a la vez, abrir espacio a lo que está por venir.

A veces se da por hecho que un nuevo inicio nace del descontento, como si empezar de nuevo fuera una obligación porque lo anterior no hubiera valido la pena. Pero yo lo vivo al revés: empiezo otra vez porque celebro lo que ya tengo, lo que ya soy y lo que ya aprendí.

Hoy empiezo otra vez.

No desde cero, sino desde mí. Con lo aprendido, con lo que solté y con lo que quiero. Y con la certeza de que el mejor momento para empezar no aparece solo: lo decides tú.

Feliz con mis nuevos inicios. Feliz con mi vida. Gracias a quiénes estáis en ella, porque la hacéis más bonita.

La vida no empieza una vez, empieza cada vez que te atreves.

 

Hoy te comparto la que ha sido mi canción favorita este año que hoy cierro, para darte las gracias por leerme en un día especial para mí y para desearte que te atrevas a muchos inicios en tu vida

Birds of a feather

 

 

 

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