En nuestra sociedad, la importancia que tiene aprender

para cualquier persona es enorme. 

Artículo publicado en INED21.

Aunque oímos hablar con frecuencia de que estamos en la sociedad del conocimiento –siguiendo la terminología que en su día acuñó Peter Drucker al hablar de aparición de una sociedad del conocimiento «knowledge society»–, en realidad, donde nos encontramos es en la «sociedad del aprendizaje». Las personas y las sociedades en su conjunto deben aprender para subsistir.

Aprender es el recurso de la inteligencia 

para sobrevivir y progresar 

en un entorno cambiante

José Antonio Marina 

Lo he comentado en otras ocasiones, el aprendizaje es uno de los principales motores del desarrollo económico de una nación. Pero, ¿qué se entiende exactamente por «aprender»?

El significado de

la palabra aprender

La palabra «aprender» proviene del latín «apprehendĕre», y según el Diccionario de la Real Academia significa, en su primera acepción, ‘adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia‘, en su segunda acepción aparece ‘concebir algo por meras apariencias, o con poco fundamento‘ y como tercera ‘fijar algo en la memoria‘. 

Sin ánimo de polémica, me parece evidente que el término aprender va más allá del concepto de ‘adquirir el conocimiento’ o de ‘memorizar’, y que se inscribe en ‘interiorizar de un modo más profundo los conceptos’. Aunque nuestro cerebro continúa siendo todavía un gran misterio, las investigaciones en neurociencia van avanzando de forma importante en conocer su funcionamiento. Y, en lo relativo a aprendizaje, sabemos que éste va unido a las emociones: sin emoción no hay memoria.

La neurociencia ha demostrado que el elemento esencial en el aprendizaje es la emoción. Si no hay emoción, no hay atención y, consecuentemente, no hay aprendizaje.

Solo se aprende

aquello que se ama

Francisco Mora

El Dr. Mora explica que:

«La neurociencia cognitiva nos indica, a través del estudio de la actividad de las distintas áreas del cerebro y sus funciones, que solo puede ser verdaderamente aprendido aquello que te dice algo, aquello que te llama la atención y genera emoción».

En el aprendizaje, la atención juega un papel fundamental, y la atención «nace de algo que puede significar recompensa (placer) o castigo (peligro) y, por tanto, que tiene que ver con nuestra propia vida». 

Por tanto, no podemos hablar de aprendizaje simplemente como de un proceso que va de fuera a dentro, sino que existe un componente personal fundamental.

Aprender es ver

lo que ya está dentro de ti

Solo puedes aprender si tienes motivación para hacerlo. Motivación para buscar ese algo, para descubrir más… Sólo puedes aprender aquello que ya está dentro de ti de alguna manera… escondido, en un rincón, esperando a que lo descubras, lo extraigas y lo disfrutes.

Nuestro gran filósofo José Antonio Marina explica que existe una gran diferencia en el proceso de aprendizaje de los humanos:

«Nuestra memoria comparte procesos básicos con la memoria animal, pero tiene una propiedad única. Los animales aprenden pero, además, nosotros podemos decidir lo que queremos aprender, es decir, podemos guiar los mecanismos de la memoria de acuerdo a un plan consciente».

El aprendizaje tiene un componente personal básico e imprescindible. La memoria puede retener información sin sentido, pero con mucha dificultad. Por eso el aprendizaje ideal tiene dos etapas: la comprensión y la retención. Trabajar solo en la retención de los conceptos no acostumbra a dar buenos resultados. El aprendizaje tiene un componente activo, personal muy marcado.

Por ello , me gusta recordar esta reflexión de Robin Sharma:

«No es lo que sacas de los libros lo que te enriquece tanto,

lo que al final cambiará tu vida es

lo que los libros consigan sacar de ti.

Los libros en realidad no te enseñan nada nuevo.

Los libros te ayudan a ver lo que ya está dentro de ti».

Es una visión muy estimulante del proceso de aprendizaje. Me quedo con la idea y me atrevo con mi propia versión: «aprender es ver lo que ya está dentro de ti». Por eso, todos no podemos aprender del mismo modo. Por eso, tenemos pasiones distintas. Dentro de ti hay algo grande y diferente a los demás… atrévete a buscarlo.

Ya sabes, para aprender, siempre…

mira dentro