Brecha de género en la era de la Inteligencia Artificial

 

Semana muy intensa de trabajo, con algún momento de evasión y que termino feliz por todos los proyectos nuevos que no dejan de aparecer en mi agenda. Proyectos maravillosos, alineados totalmente con mi propósito.

La semana pasada OBS Business School -grupo Planeta- publicó el último informe que he dirigido sobre “Brecha de género en la era de la Inteligencia Artificial”. Puedes leerlo completo y descargarlo en este link: “Informe Brecha de Género”.

 

Qué es la brecha de género

La brecha de género es la disparidad que existe entre hombres y mujeres en cuanto a derechos y oportunidades, en diferentes aspectos de la vida social, económica y política por razón de género.

Esta brecha se manifiesta en áreas como la educación, el empleo, la salud, los ingresos, la representación política y los derechos legales, y es un indicador clave de la igualdad de género en las sociedades.

La brecha de género se ha empezado a medir recientemente a través de índices establecidos, que permiten su seguimiento en distintos países del mundo, así como su evolución con el paso de los años. Desde 2006 lo está midiendo el Foro Económico Mundial (FEM), a través del índice Global Gender Gap Index (Índice Global de Brecha de Género), a través de 4 dimensiones:

    1. Económica
    2. Nivel educativo
    3. Salud y supervivencia
    4. Representación política.

 

El desarrollo de mi informe proporciona una visión detallada y actualizada de la situación en 2024. Algunas de las principales conclusiones del informe son las siguientes:

El último informe publicado “Global Gender Gap Report 2023” muestra que el Índice Global de Brecha de Género en 2023 se ha cerrado al 68,4%. El cierre de la brecha de género al 68,4% significa que, en general, se ha logrado un 68,4% de igualdad entre géneros, en comparación con un escenario ideal de 100% de igualdad. Aunque la evolución es positiva desde entonces, el avance es lento.

En términos prácticos, un cierre del 68,4% indica que aún queda un 31,6% de brecha por cerrar para alcanzar la igualdad de género completa.

Serán necesarios 131 años para llegar a la paridad en el mundo, 67 años en Europa, si el ritmo de avance es el mismo que hasta ahora.

Los países más avanzados en conseguir cerrar la brecha son Islandia, Noruega y Finlandia.

Dentro de las investigaciones sobre brecha de género, destaca especialmente la labor investigadora de la Dra. Claudia Goldin, galardonada con el Premio Nobel de Ciencias Económicas 2023. La Dra. Goldin es la tercera mujer en la historia que gana el Nobel de Economía.
La Dra. Goldin ha realizado investigaciones pioneras y su trabajo se ha centrado en comprender las causas de la brecha de género en términos de ingresos y participación en el mercado laboral. De su amplio análisis, la Dra. Goldin destaca que:

se produce «segregación ocupacional«, un fenómeno que se evidencia en la tendencia de hombres y mujeres a ocupar distintos tipos de trabajos. Y eso lleva a una representación excesiva de las mujeres en sectores con salarios bajos y la presencia minoritaria de mujeres en los sectores y posiciones mejor remunerados. 

y las mujeres enfrentan barreras significativas para avanzar en sus carreras, especialmente en puestos de liderazgo, a pesar de tener habilidades y educación equivalentes a sus homólogos masculinos. Este techo de cristal se manifiesta en una menor representación de mujeres en roles de alta dirección y en los consejos de administración de las empresas. Factores como los prejuicios inconscientes, las normas culturales que promueven estereotipos de género. Según la Dra. Goldin, uno de los principal desafíos de la mujeres el de combinar maternidad y carrera profesional.

 

Género y algoritmos

En el momento en que vivimos, en el que la Inteligencia Artificial (IA) está teniendo un impacto transformador en muchos aspectos de la vida y el trabajo, la brecha de género adquiere una relevancia crítica. A medida que esta tecnología avanza, la representación equitativa de géneros en su desarrollo y aplicación se vuelve esencial para evitar sesgos y garantizar que los sistemas de IA sean justos y efectivos para todos. Una brecha de género pronunciada en este campo puede llevar a la creación de sistemas de IA que perpetúen estereotipos de género y discriminación, afectando a muchos ámbitos – como pueden ser decisiones de contratación, diagnósticos médicos, etc-.

Por tanto, los sesgos de género en algoritmos y sistemas de Inteligencia Artificial son un problema significativo y creciente. Estos sesgos ocurren cuando los sistemas de IA exhiben prejuicios o discriminación por razones de género:

Por una parte, los datos que se utilizan pueden estar sesgados. Muchos algoritmos de IA se entrenan con grandes conjuntos de datos. Si estos datos contienen prejuicios históricos o culturales, el algoritmo aprenderá y perpetuará estos sesgos.

Por otra parte, puede ser el diseño o desarrollo el que esté sesgado. Esto es debido a que los equipos de desarrollo suelen ser poco diversos.

 

Conclusiones del informe

En conclusión, los datos nos muestran que la brecha de género persiste en la actualidad y, a pesar de los notables avances logrados en las últimas décadas, conseguir cerrarla y alcanzar la paridad puede requerir todavía más de un siglo a nivel global, si avanza al ritmo actual.

La educación se revela como un factor clave en la reducción de la brecha de género. Abordar estos desafíos requiere un enfoque multifacético que incluya cambios en la educación y la formación. Estas iniciativas deben iniciarse en la educación temprana y extenderse hasta los niveles universitarios y profesionales.

Conseguir impulsar medidas que ayuden a cerrar la brecha de género debería ser una prioridad. Para ello, el primer paso es la concienciación del punto en que nos encontramos respecto a la brecha de género. Es momento de mostrar al mundo datos, estadísticas y estudios científicos sobre mujer y brecha de género, para que más personas conozcan la situación real. Mi informe y mi trabajo son mi modesta aportación para avanzar en ese sentido.

Frente a las diferencias que persisten, hay que mostrar la información estadística y científica relevante, mostrar la realidad, para que la sociedad sea consciente de que queda todavía mucho camino por recorrer. Porque las personas «podemos tener opiniones distintas, pero no podemos tener datos distintos».

 

 

Hoy te comparto una canción preciosa que ha sonado esta mañana, para darte las gracias por leerme y desearte una feliz semana.

Somewhere only we know

 

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