Día internacional del libro.
La Unesco estableció, en el año 1995, que el día 23 de abril fuera el día internacional del libro. El argumento aportado por la organización de fomento de la Educación, la Ciencia y la Cultura fue -según el acta de la reunión –  que el 23 de abril de 1616 se produjo el fallecimiento de Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega -a pesar de las dudas que han aflorado sobre la exactitud de este dato-.
Coincide la fecha con el día de San Jorge, un día especial en Cataluña, donde se celebra desde hace años la tradicional ‘diada de Sant Jordi‘ en la que se regalan libros y rosas, en un día en el que los profesionales del sector esperaban unas ventas de más de 1,5 millones de libros -que suponen unas ventas superiores a 20 millones de euros-.
Marcar de forma especial un día en el calendario dedicado a los libros me parece absolutamente acertado, por todo lo que la lectura nos aporta. Vivimos en la era del aprendizaje (‘Learning Society‘), tal y como nos expone el premio Nobel Joseph Stiglitz, y en este entorno de constante aprendizaje, no cabe duda de que la lectura juega un papel fundamental.
Los beneficios de la lectura
La lectura de un buen libro es una experiencia única que nos aporta muchos beneficios. El hábito de leer ayuda a mejorar nuestra vida.
De hecho, circulan muchos artículos por la red que exponen los motivos científicos para leer, aunque es evidente que no todos son tratados con el debido rigor. Cada un@ tenemos nuestra motivación para leer, sin duda, pero sea cual sea, los beneficios que aporta la lectura son claros. De entre todos ellos, creo que es necesario destacar especialmente 4 beneficios que te aporta la lectura.
1- Leer es una fuente de información.
En un mundo en el que debemos estar permanentemente actualizando conocimientos, la lectura es indispensable. La lectura aumenta nuestra ‘reserva cognitiva’, aprendemos leyendo.
2 – Leer es hacer gimnasia cerebral.
La lectura ayuda a mantener el cerebro en forma. Sabemos que la lectura mejora nuestra capacidad de comprensión, nuestra capacidad de abstracción y nuestra memoria.
Cuando leemos, se van gestando nuevas conexiones neuronales en nuestro cerebro, lo cual nos permite disponer de más redes y más tejidos conectivos.  Ello tiene implicaciones positivas a lo largo de nuestra vida, y ayuda en caso de problemas cerebrales degenerativos, como puede ser el Alzheimer, ya que en caso de producirse, el avance es mucho más lento en personas que leen.
3- Leer te ayuda a descubrir algo que ya llevas dentro
Creo en lo que dice Robin Sharma:

“  No es lo que sacas de los libros lo que te enriquece tanto,
    lo que al final cambiará tu vida es
     lo que los libros consigan sacar de ti.
     Los libros en realidad no te enseñan nada nuevo.
     Los libros te ayudan a ver lo que ya está dentro de ti.
 

Es una visión muy estimulante del proceso de aprendizaje. Me quedo con la idea y ya sabes que me atrevo con mi propia versión: “aprender es ver lo que ya está dentro de ti”.
Por eso, todos no podemos aprender del mismo modo. Por eso tenemos pasiones distintas…. La lectura nos ayuda a descubrirlas.
4 – Leer es una escuela de empatía
Leer nos lleva a ver el mundo a través de otros ojos. Nos muestra el punto de vista de otras personas y nos coloca en otra posición, distinta a la que tenemos habitualmente. Es un modo de ver el punto de vista de los demás, de otras culturas, de otros perfiles… Nos permite enriquecernos con las experiencias de otros y disponer de otras perspectivas que tal vez no nos habíamos planteado. Sin duda, la capacidad de empatizar con los demás mejora con el hábito de la lectura.
 
Aunque por encima de los beneficios que nos aporta la lectura, estará siempre el placer de leer.   Es difícil dedicar horas a hacer algo que no nos guste… leemos porque disfrutamos con ello.  Qué duda cabe de que sumergirse en un libro es una experiencia reconfortante, enriquecedora y placentera.  Y descubrir lo que yo llamo un ‘libro-joya’ es una experiencia indescriptible. Debo reconocer que leo de forma muy rápida, y suelo terminar relativamente pronto un libro.  Sin embargo, cuando va a parar a mis manos un libro que me emociona o que me aporta algo especial, siento la necesidad de leerlo más despacio…  es algo que me ocurre en contadas ocasiones, y que me provoca un «subidón» de energía maravilloso.  Me obligo a leerlo de forma más lenta para prolongar esa sensación extraordinaria…   no podemos obviar que los libros también transmiten emociones, y una emoción permite asentar mucho mejor el recuerdo. Es una forma maravillosa de mejorar nuestra memoria.  Son mis ‘libros-joya’ que luego me acompañan a mis clases o a mis charlas, porque una joya siempre debe compartirse.
Leer nos hace más sabios, nos mantiene en forma, nos ayuda a explorar nuestro interior, nos permite acercarnos mejor a los demás y, todo ello, a través de una experiencia de disfrute… ¿se puede pedir más?
 


 
 
Y este año he podido disfrutar del día internacional del libro de una manera especial y maravillosa:  firmando mi nuevo libro en Barcelona…
Gracias a tod@s l@s que me acompañásteis ese día, al maravilloso apoyo a mi libro que dan los profesionales de mi editorial Profit – gracias Alexandre, Manel y Giovanna, que fuiste la alegría de la tarde en la Llibreria de Pedralbes Centre-, gracias a quiénes me leéis, gracias a los que tenéis la amabilidad de recomendar mi libro y, muy especialmente, gracias a todos los autores que nos ayudan a crecer con sus libros…
«Los libros están hechos 
  de libros»
Cormac McCarthy
 
FNAC