Emprender no es sinónimo de crear una empresa. Emprender es una actitud que nos lleva a las personas a convertir las ideas en realidad, a adoptar una actitud proactiva ante los retos que nos surgen día a día, para buscar soluciones y para alcanzar nuevas metas.
Educación e iniciativa emprendedora
Por ello, en educación se ha introducido la competencia emprendedora.
El pasado viernes se celebró en Lleida la VIII Jornada de Educación e Iniciativa Emprendedora en el ‘Parc Científic i Tecnològic’ para hablar de cómo se introduce en el aula, con la participación de la Universitat de Lleida, del Departament d’Ensenyament de la Generalitat, de Globalleida y con emprendedores que han desarrollado proyectos de éxito en el Parc Científic, como el de AKIS Internacional, realmente inspirador.

Por mi parte, tuve la suerte de participar como ponente de la conferencia inaugural: «Creatividad e innovación emprendedora en el aula», exponiendo mi opinión sobre cómo debemos pisar el acelerador a la hora de introducir esta competencia transversal y analizando las metodologías que sirven para aplicarla de forma efectiva, ante un auditorio de profesor@s con l@s que siempre es un placer debatir y compartir.
Algun@s de ell@s,  escéptic@s  a que la competencia emprendedora sea realmente necesaria  (l@s que asimilan ser emprendedor con ser empresario) y otr@s realmente convencid@s de que nuestr@s alumn@s deben desarrollar un mayor sentido de la iniciativa para enfrentarse a un mundo de cambios constantes, cada vez a mayor velocidad. Opiniones diversas para debatir y encantada de comprobar que seguimos coincidiendo con algunas profesoras en distintos jornadas educativas.
Y un momento de felicidad enorme para mi, antes de empezar… una profesora en la sala me mandaba un mensaje para decirme que tenía ganas de oírme de nuevo, a lo que le contesté que gracias, aunque ella ya conoce muy bien lo que yo explico sobre la actitud emprendedora… y su respuesta fue un maravilloso nuevo mensaje «si, pero es que me gusta escucharte, es como escuchar muchas veces la música que te gusta«.  Gracias, Rosa, es especial tenerte cerca, que seas tan generosa y poder comprobar que existen profesor@s tan motivad@s por impulsar el sentido de la iniciativa de sus alumnos como tú.
 
¿Por qué introducir la competencia emprendedora en el aula?

No vivimos en una época de cambios,
sino que estamos en un cambio de época
Leonardo da Vinci

Por un motivo muy sencillo: porque el mundo está cambiando de forma constante y a una velocidad de vértigo. En un entorno de cambios, la capacidad de adaptación se convierte en un activo muy valioso.
 
Las competencias en educación en la Unión Europea
La habilidad emprendedora se ha demostrado necesaria. Por ello, cuando el Parlamento Europeo definió las competencias clave en Educación en 2006, introdujo la competencia emprendedora:

  1. comunicación en la lengua materna;
  2. comunicación en lenguas extranjeras;
  3. competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología;
  4. competencia digital;
  5. aprender a aprender;
  6. competencias sociales y cívicas;
  7. sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor
  8. conciencia y expresión culturales.

El Parlamento Europeo define la competencia emprendedora como la habilidad de la persona para transformar las ideas en actos. Es una habilidad que está relacionada con la creatividad, la innovación y la asunción de riesgos, así como con la capacidad de planificar y gestionar proyectos con el fin de alcanzar objetivos.
 
Cómo introducir la competencia emprendedora en el aula
Introducir la competencia emprendedora en el aula no significa dar formación empresarial a l@s niñ@s. Para conseguir estimular el sentido de la iniciativa, es necesario adaptar el planteamiento a cada grupo de edad, teniendo claro que en las etapas iniciales se trata de estimular una actitud proactiva, posteriormente consistirá en desarrollar la creatividad, el trabajo en equipo, el logro de objetivos y acompañarles en el proceso de descubrir su «elemento» -en el concepto de Ken Robinson– y no será hasta edades mayores cuando se empiezan a exponer temas relacionados con la gestión de proyectos y la introducción de conceptos empresariales.
La preocupación por introducir en el sistema educativo la habilidad emprendedora se ha interpretado con frecuencia como un tema relacionado con la necesidad de generar un modelo económico más activo en la creación de empresas. Sin embargo, el concepto de habilidad emprendedora en el entorno educativo hace referencia al desarrollo de cualidades personales como creatividad, disposición a la innovación, autoconfianza, motivación al logro, trabajo en equipo y resistencia al fracaso.
No se trata de enseñar a los niños a ser empresarios ni de explicarles biografías de emprendedores de éxito, sino de enseñarles a superar retos creativamente, a buscar soluciones a problemas que se les puedan plantear y ofrecerles herramientas que les sean útiles en su vida personal y profesional -tanto si van a crear una empresa como si van a trabajar dentro de una organización-.

Nacemos con actitud emprendedora, se trata de no apagarla. Y este es un reto enorme, al que debemos aspirar. Los niños son emprendedores por naturaleza, se atreven a intentar cualquier cosa. La introducción de la competencia emprendedora en el aula no debe pretender otra cosa que no sea mantener el sentido de la iniciativa de l@s alumn@s y formarles en el mejor modo de afrontar situaciones complejas.
Introducir la competencia emprendedora  es positivo, necesario y urgente, porque es necesario preparar a l@s niñ@s para trabajos que hoy aún no existen, para resolver problemas y retos que hoy todavía no están planteados. Gran parte del éxito de las personas a lo largo de su vida se va a medir por su capacidad de adaptación  a los cambios y por su capacidad de innovar y de emprender nuevos proyectos.