Lo importante en cualquier cosa que hagas, no es la acción en sí… sino lo que haces sentir a los demás con esa acción. Si escribes, lo más importante no es el contenido en sí mismo… lo realmente importante es si consigues llegar a quien te lee, si consigues que «entre» en tu texto.

Creo que la aspiración de todos los que escribimos es esa… mi objetivo al escribir no es conseguir escribir un libro, ¡qué va! Mi objetivo es conseguir que me lean, y hacerle sentir algo a quién me lee… No existe mayor gratificación cuando escribo algo, que los mensajes que recibo de quién me ha leído, y me encanta comprobar que mis palabras llegan a tocar muy dentro
Leí una entrevista a Alejandro Sanz en la que explicaba que nunca responde a las preguntas sobre qué le inspiró a escribir una canción determinada. Cuando le preguntan qué historia hay detrás de una canción, no lo cuenta… porque dice que descubrió que sus letras hacen sentir cosas diferentes a cada persona que la escucha, que les recuerda a algún momento de su vida, con el cual lo identifican, que a una persona le puede recordar una historia determinada que ha vivido, y que será radicalmente distinta a la que vivió él y que le llevó a escribir la canción. Por eso, prefiere que cada un@ se haga mentalmente su propia historia con esa canción… y no cuenta su caso concreto, para no hacer desaparecer la magia.

LA MAGIA DE LA CONEXIÓN

Lo mismo que sucede con una canción, sucede con un texto. Al escribir, lo que quieres es que tu lector sienta algo… Hace ya tiempo que descubrí que cuando cuento algún tema personal que me ha sucedido, y escribo sobre ello, el nivel de conexión con los lectores es muchísimo más alto, que cuando simplemente explico algún tema académico o científico. El hecho de incorporar las propias vivencias a un texto es lo que provoca la magia de la conexión

Y así, os voy contando pequeñas o grandes cosas que me suceden semana a semana. Cuando escribo sobre eso que he vivido, y comento las emociones que he sentido… es posible que tú conectes con eso, y que lo traslades a tus propias vivencias. Algunos me lo contáis. Lo sé porque muchos me escribís para contarme que el texto os ha llegado, para decirme que os ha pasado exactamente lo mismo que me ha pasado a mí.

Sin embargo, lo que a mí me ha sucedido, y he contado en mi texto, es una circunstancia muy diferente a la que tú supones… Es curioso. Y es que lo he repetido ya en muchas ocasiones… somos más emocionales de lo que creemos.

Durante muchos años, NO se ha concedido importancia al mundo emocional, pero la realidad nos va demostrando que  la tiene. Las emociones inciden en toda nuestra vida. Inciden en nuestro comportamiento económico –en qué compramos, en qué invertimos…–, inciden en nuestras relaciones –¡y vaya si lo hacen!– y, también, inciden en nuestro aprendizaje.
Y es que las emociones son IMPRESCINDIBLES en el proceso de aprendizaje. Lo comenté hace un tiempo aquí, en INED21«Sin emoción no hay memoria».

REVITALIZAR LA ENSEÑANZA

La neurociencia ha demostrado que el elemento esencial en el aprendizaje es la emoción. Si no hay emoción, no hay atención y, consecuentemente, no hay aprendizaje.

Solo se aprende aquello que se ama

Francisco Mora
Francisco Mora es Doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford y Catedrático de Fisiología, y nos ayuda, desde su trabajo, a comprender cómo se producen los procesos de aprendizaje desde los mecanismos cerebrales. El Dr. Mora, tras muchos años de investigación, es muy claro: «los maestros deben entender que nada que no pase por la emoción nos sirve en nuestro aprendizaje».

El Dr. Mora explica que «la neurociencia cognitiva nos indica, a través del estudio de la actividad de las distintas áreas del cerebro y sus funciones, que solo puede ser verdaderamente aprendido aquello que te dice algo, aquello que te llama la atención y genera emoción».
En el aprendizaje, la atención juega un papel fundamental, y la atención «nace de algo que puede significar recompensa (placer) o castigo (peligro) y, por tanto, que tiene que ver con nuestra propia vida».

Por ello, conocer cómo funciona el cerebro en los procesos de aprendizaje es un modo de revitalizar la enseñanza.
 

APRENDER Y MEMORIZAR

El proceso de aprendizaje y memorización

necesita de las emociones

Aprender y memorizar son dos actividades que modelan nuestro cerebro. Las investigaciones han demostrado que la educación produce cambios moleculares y neuronales en el interior del cerebro, tal y como se ha reflejado en artículos publicados en diversas revistas científicas como Science.
El cerebro es plástico y cambia de forma en el sentido original etimológico de la palabra. El hecho de aprender y memorizar modela constantemente el cerebro, creando sinapsis nuevas, los receptores de neurotransmisores pueden aumentar o desaparecer y se produce una larga lista de procesos neurobiológicos. Y el proceso de aprendizaje y memorización necesita de las emociones. Son afirmaciones que pueden parecer sorprendentes. ¿Cómo pueden afirmar este tipo de frases?
 

LA IMAGEN DEL PENSAMIENTO

Los científicos pueden confirmarlo porque existen técnicas avanzadas de neurorradiología que permiten ver el cerebro mientras trabaja. La resonancia magnética funcional y la tomografía por emisión de positrones permiten ver el cerebro mientras está funcionando. La tecnología ha permitido dar pasos de gigante en las investigaciones sobre neuroeducación.

¿Se puede modificar el cerebro?

El Dr. Karl Deisseroth –neurólogo, psiquiatra y experto en la mente humana– explica cómo podemos llegar a ver cómo la palabra actúa sobre el cerebro y lo modifica. El trabajo que está desarrollando en la actualidad consiste en dar un paso más: si ahora existen técnicas que permiten ver el cerebro, el siguiente paso es actuar sobre él.
El Dr. Deisseroth señala que, hoy por hoy, la forma más precisa para actuar sobre el cerebro humano sigue siendo a través de las palabras, pero confía en que se pueda llegar a intervenir sobre el cerebro a través de «una proteína del gen de una alga unicelular fotosensible» que actúe como «interruptor» cuando se introduce en las células del cerebro de un mamífero.

Su investigación pretende llevar sus progresos al ámbito de las terapias y la farmacología. Un equipo italiano de investigadores ya ha logrado desconectar los circuitos de adicción a la heroína en ratones aplicando estímulos.

El método consiste en detectar dónde está la conexión que causa un determinado efecto y actuar sobre ella. Se trata de un método realmente curioso, porque actúan sobre el cerebro del ratón con disparos de luz que realizan a través de un cable insertado en su cerebro, porque las neuronas son sensibles a la electricidad.

Nuestro cerebro continúa siendo todavía un gran misterio, pero las investigaciones van avanzando en conocer más sobre su funcionamiento. Y, en lo relativo al aprendizaje, sabemos que éste va unido a las emociones. No nos han enseñado a reconocer y gestionar nuestras emociones, pero esto va tener que cambiar, porque las emociones SÍ importan en educación.
Hagas lo que hagas, te dediques a lo que te dediques… si quieres hacerlo extraordinariamente bien, deberás hacer SENTIR algo especial a tu cliente, a tu usuario, a tu interlocutor, a tu alumn@

Sentir es lo que marca la diferencia.

No es lo que escribo… es lo que te hace sentir.

Gracias por sentir conmigo, aunque sea en situaciones distintas… compartimos sentimientos.
Hoy la canción es de Alejandro Sanz, porque he empezado hablando de él… una versión preciosa de su famosa «¿Y si fuera ella…?».

¿Y si la vida es una rueda,
   y va girando
   y nadie sabe cuándo
  tiene que saltar…?
Artículo publicado en INED21