No valoramos lo que tenemos

Nos lo muestra la neurociencia. Con frecuencia, el cerebro nos juega malas pasadas. Percibimos el mundo que nos rodea a través de los sentidos, que pasan la información que reciben al cerebro, y es el cerebro quien se encarga de interpretarla a su manera, aunque no siempre se corresponda fielmente con la realidad.
Los neurólogos nos explican que nuestro cerebro se acostumbra muy rápidamente a lo que tenemos y deja de valorarlo al poco tiempo. Y empieza, entonces, a pensar, a buscar y a desear otras cosas. Es un modo de complicar la realidad que se produce de un modo muy generalizado.
Y es que parece que tendemos siempre a infravalorar lo que tenemos y a sobrevalorar lo que no tenemos. Y ese es un modo muy peligroso de complicar nuestra vida.

No le damos el valor que tiene a lo que tenemos cerca, a nuestro entorno ni a aquello que aparece como simple en nuestra vida.

Es como una espiral por crear complejidad en aquello que no lo necesita. Es como si muchas personas pensaran “si es sencillo… no merece la pena”.

«NADA QUE QUITAR»

Es muy difícil

que algo llegue a ser simple

Sin embargo, yo soy una gran defensora de la simplicidad. Creo que es muy difícil que algo llegue a ser simple… creo que debes ser muy buen@ en algo para poder explicarlo de un modo sencillo, que las cosas bellas son las más simples, que la perfección se alcanza con la simplicidad…

La perfección al final se alcanza

no cuando ya no haya nada que añadir…

sino cuando ya no haya nada que quitar

Antoine de Saint-Exupéry

Las grandes cosas son simples. Aunque no todo el mundo puede verlo. Y hago una reivindicación de la simplicidad. Siempre. En la vida de las personas y en la trayectoria de las organizaciones. Porque aquí, en las empresas, en mi trabajo en el ámbito de la Innovación también aplica.

TODO MÁS HUMANO

Transformación digital

NO es añadir complejidad

Inmersos en plena era de transformación digital, tecnologías que cambian constantemente, 4ª Revolución Industrial, robotización, Big Data… con las implicaciones que ello supone.
Un mundo tecnológico que puede servir para hacerlo todo más frío, o puede servir para hacerlo todo más humano.
Debo reconocer que sigo sorprendida por la cantidad de mensajes que recibo de personas que deciden contactar conmigo. Cada una de esas personas encuentra la vía para mandarme su mensaje –muchas a través de algo tan simple como mi mail, que encuentran en mi página web–.  Y me cuentan (me contáis) temas diversos… A veces lo que alguno de mis libros os ha hecho sentir, o ese artículo de INED21 con el que os habéis sentido indentificad@s, o algún mail con sorpresa altamente imprevista que me da novedades sobre mi propia vida –siempre es bueno que te cuenten cosas que no sabías–.

Y es que una de las consecuencias de este mundo digital es que nos acerca más a las personas. Disponemos de nuevas herramientas que permiten hacer cosas que nunca habíamos podido hacer.

Y toda esta sofisticación tecnológica empieza a girar alrededor de las personas, nunca como ahora se había hablado tanto de temas humanos, relacionados con sensaciones y con experiencias, como es el caso de la «Customer Experience» –experiencia cliente–.
Estamos en plena era de transformación digital.

INNOVACIÓN Y SIMPLICIDAD

Vivimos un momento en el que todas las organizaciones necesitan innovación. Esa innovación puede buscarse a través de diferentes vías; muchas veces, a través de nuevas tecnologías y nuevos desarrollos, otras, a través de cambios en los procesos y, otras, a través de las personas.
Sin embargo, sea cual sea la vía de innovación, difícilmente se conseguirá a través de la complicación. Y es que el cambio para la mejora tiene que ver con la simplicidad.
Añadir complicación a lo existente no nos conduce a innovar. Solo si somos capaces de hacer las cosas sencillas, avanzaremos.
La transformación digital va a modificar muchos ámbitos de nuestra vida: nuestro cuerpo va a recibir más servicios digitales, vamos a vestir otro tipo de prendas «wereables», que nos acompañarán como prendas de vestir con valor añadido, los hogares y las ciudades se irán transformando, convirtiéndose en más Smarty las empresas ya están cambiando.
La transformación digital no se limita a digitalizar procesos o a incorporar contenidos digitales, sino que abarcará todas las esferas. Las organizaciones necesitan tener una estrategia clara de transformación digital y, para llevarla a la práctica, conseguir el talento necesario para implementarla.

TENDENCIAS

Tres grandes tendencias

en transformación digital

1

IoT: Internet of Thinks  

«Internet de las Cosas» será la tecnología de uso general para la transformación digital de las empresas. Cada vez hay más personas conectadas a Internet a través de distintos dispositivos inteligentes, que se pueden monitorizar a distancia. Ello genera una cantidad enorme de datos que ofrecen información valiosa sobre los usuarios. El gran reto de las empresas es saber utilizar esta información.

2

Smart City

Cada vez más población vivimos en las ciudades, que van creciendo en tamaño.
Todo ello genera la necesidad de repensar el concepto de ciudad, aprovechando las tecnologías a nuestro alcance. El término Smart Cities se empezó a utilizar para tratar temas de mejora energética, pero pronto el término pasó a aplicarse a más ámbitos. En la actualidad, existen 6 grandes ámbitos de transformación digital en las ciudades:

1. Smart People – Ciudadanía y participación ciudadana
Las nuevas tecnologías propician nuevas formas de trabajar, nuevas formas de relación social y de colaboración. Todo ello incide en cambios en las fórmulas de participación ciudadana y en las formas de organización de las ciudades.
2. Smart Living – Calidad de vida
La calidad de vida ha pasado a ser más prioritaria, haciendo referencia a aspectos que mejoran nuestro bienestar como la cultura, el ocio, el turismo y la salud (eHealth) .
3. Smart Governance – Administración
Relacionado con el primer punto: la participación ciudadana, las nuevas tecnologías están favoreciendo otros modelos de participación y de gestión de las Administraciones.
4. Smart Environment – Entorno
Todo lo relacionado con la gestión de la energía, el agua y los residuos está cambiando también. La eficiencia energética ha pasado a ser prioritaria.
5. Smart Mobility – Movilidad
Una smartcity  debe tener un sistema de transporte ecológico, integrado y rápido, en línea con la sostenibilidad. El ámbito del transporte se transforma a velocidad acelerada, y le afecta también todo el ámbito de economía colaborativa.
6. Smart Economy – Economía
La economía también se enfoca de un modo distinto: se priorizan temas de promoción económica y de marca de la ciudad, se promueven los productos locales, la inserción social y las iniciativas empresariales autóctonas.

3

Industria 4.0

La innovación en fabricación se hace visible a través de la Industria  4.0 o Smart Factory, un concepto que hace referencia a la 4ª Revolución Industrial, y que se fundamentará en gran parte en IoT, su conexión mediante sensores, que permitan hacer a las máquinas más inteligentes e intuitivas para las personas.
Las nuevas tecnologías emergentes están impulsando una industria más digitalizada, con más procesos automatizados y robotizados mediante la interacción de máquinas y personas, y buscando siempre mejorar la experiencia cliente.

NUEVAS COMPETENCIAS

Nuevas tecnologías hacen necesarias nuevas habilidades. Las personas necesitan nuevas competencias para trabajar en este entorno. Nunca en la historia, se había necesitado un cambio de competencias para el trabajo de la magnitud como el que se requiere ahora.
Los cambios en la tecnología deben trasladarse a la empresa. La economía de esta era digital necesita de personas con otras competencias distintas a las que se han demandado en épocas anteriores.
Según el World Economic Forum, las nuevas habilidades que buscan las organizaciones son:

Resolución de problemas complejos

Pensamiento crítico

Creatividad

Nuevas habilidades para un nuevo entorno. Entender las implicaciones de la transformación digital e invertir en formación para adquirir nuevas competencias es algo necesario en nuestro entorno híper VUCAVolátil  Incierto  Complejo  Ambiguo ).
Muchos de los empleos actuales pueden estar pronto desempeñados por máquinas. Sin embargo, siempre habrá una parte del trabajo que no la podrán desarrollar las máquinas. Es necesario entender que el componente humano será imprescindible en algunas áreas de este mundo robotizado hacia el que caminamos.
«No se puede digitalizar el alma»
Publicaba Harvard Business Review que la Inteligencia Artificial será un rival tremendamente poderoso para los humanos, que nos llevará a una carrera frenética por seguir siendo relevantes y que nos obligará a elevar nuestras capacidades ante esta competencia feroz.
Y es que las máquinas inteligentes pueden encontrar, procesar, almacenar y recuperar información mucho más rápido que las personas, pueden incluso aprender más rápido que nosotros.
Por ello, las personas deberemos diferenciarnos cada día más en todas aquellas tareas que requieran de una implicación emocional con otros seres humanos y en trabajos que requieran de pensamiento crítico,creativo e innovador.

AFRONTAR EL DESAFÍO

El gran desafío de las organizaciones está servido: gestionar la complejidad y la variabilidad en la que se mueven, en este entorno híper VUCA.
Y hay dos formas de hacerlo: añadiendo complejidad a lo que se hace, o buscar crear valor desde la simplicidad y el sentido común.
Lo simple suele ser más difícil que lo complejo. Tienes que ser muy buen@ para llegar a ser simple y debes tenerlo muy claro para defenderlo y para exponerlo con sencillez.

Hay quien busca la magia en lo lejano y complicado…

y, a veces, solo hay que mirar alrededor

y tener la inteligencia de poner en valor lo simple

Hoy una canción de jazz, para escuchar relajadamente a última hora del día, de las que te hace sentirte bien…  y valorar el placer de lo simple

Dolce vita


 
Artículo publicado en INED21