Nunca es casualidad
Termina una semana bonita, unos días trabajando en Madrid, en la versión de continuidad de mi programa para mujeres profesionales. Esta vez, con un grupo de 15 mujeres profesionales dentro del programa Generali For Women: Next Level. Un espacio diseñado para trabajar competencias directivas desde una mirada consciente, conectada con la autenticidad y la fuerza personal de cada una.
Gracias a todas ellas por su entrega, su apertura y por esa sensación tan poderosa de “seguimos caminando juntas”.
Lo curioso es que, en varias de ellas surgía la misma reflexión:
«Este programa me llegó justo en el momento en que más lo necesitaba.»
Y entonces aparecía la pregunta: «¿Casualidad?»
Nunca es casualidad
Hay encuentros que llegan casualmente en el momento más oportuno. Personas, momentos o detalles que aparecen cuando más falta te hacen. Es algo que no siempre se puede explicar con lógica. Pero se nota. Y es algo que transforma.
Puede que tú también hayas vivido algo parecido: una persona que apareció cuando te planteabas rendirte, una amiga que te tendió la mano cuando no sabías cómo pedir ayuda, una frase que escuchaste justo cuando más lo necesitabas. Esos momentos no son coincidencias. Son conexiones. Y muchas veces, respuestas.
La sincronicidad: cuando el sentido va más allá del azar
En 1952, el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung introdujo el concepto de sincronicidad para describir aquellos momentos en los que dos hechos coinciden en el tiempo de forma significativa, aunque no exista entre ellos una relación causal directa. No se trata de casualidades fortuitas, sino de conexiones que adquieren sentido para la persona que las vive, especialmente cuando responden a una necesidad emocional, una etapa de transición o una búsqueda interna.
Jung lo definió como «la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero no por la causa«. Es decir: no es que un hecho cause al otro, sino que ambos ocurren a la vez y, al hacerlo, despiertan en quien lo vive una comprensión más profunda del momento que atraviesa.
En el contexto del desarrollo profesional y personal, esto puede traducirse en encuentros que ocurren justo cuando estás a punto de tomar una decisión importante, cambiar de rumbo o atravesar una crisis. La aparición de una persona, una conversación aparentemente espontánea o una frase que resuena como respuesta a una pregunta que aún no habías formulado… todo ello puede entenderse como una manifestación de sincronicidad.
Aunque este concepto no pretende ofrecer explicaciones sobrenaturales, sí nos invita a prestar más atención al significado subjetivo de las experiencias. Numerosos enfoques contemporáneos en psicología humanista y coaching sistémico retoman esta idea: el entorno puede estar lleno de señales, pero solo cuando estamos abiertos a interpretarlas, cobrará sentido lo que nos sucede.
Reconocer la sincronicidad no es buscar patrones donde no los hay, sino aprender a escuchar lo que ciertos momentos tratan de decirnos.
Y quizá por eso, cuando alguien llega justo en el momento preciso, lo sientes más que lo entiendes. Porque no es azar: es sentido.
¿Destino, intuición o necesidad mutua?
Quizá no podamos responder del todo, pero lo cierto es que hay algo en ti que cambia cuando estás abierto a recibir. Cuando dejas espacio. Cuando confías en que lo que necesitas puede estar más cerca de lo que crees.
A veces no vemos a tiempo quién llega para acompañarnos, retarnos o mostrarnos un espejo. Pero si prestas atención, si te escuchas y te permites sentir, puedes reconocer cuándo alguien llega a tu vida para mostrarte algo importante.
¿Y tú?
¿Has pensado últimamente en esas personas que llegaron justo a tiempo?
¿En los encuentros que no fueron casuales?
Te invito a que hoy hagas un pequeño ejercicio de gratitud: piensa en alguien que transformó tu camino —aunque haya estado solo un rato— y reconoce el valor de ese cruce. Y, simplemente, guárdalo como un recordatorio de que las cosas importantes, cuando llegan, no llegan porque sí.
Gracias por leerme un día más.
Y gracias a cada una de las mujeres que compartieron esta semana tan especial.
Nunca es casualidad.
En un solo día
.
Comentarios recientes