DIFERENTES EN ALGO

Es curioso cómo nos esforzamos por encajar en nuestro entorno cuando realmente sentimos que somos diferentes. No es la primera vez que lo comento en INED21, es una curiosa contradicción que vivimos: nos esforzamos por encajar, a pesar de  no ser iguales.
Nunca me he sentido igual a los demás. Y, a pesar de ello, me he esforzado para que ello pasase desapercibido.
Hemos vivido, durante mucho tiempo, en un mundo que buscaba la uniformidad. Ya desde niños nos agrupan en clases por edades, debemos aprender los mismos contenidos, en el mismo período de tiempo… y, a partir de ahí, es muy probable que vayamos siguiendo las líneas que nos vienen marcadas, nos adaptamos a los grupos en los que nos debemos integrar y solemos imitar las pautas socialmente aceptadas. Se supone que debemos seguir un determinado patrón.
Sin embargo, entre tanta uniformidad, todos sentimos, de un modo u otro, que somos diferentes en algo. Sabemos lo qué nos apasiona, lo qué nos motiva y lo qué nos da alas. Y, probablemente, no es  lo mismo que mueve a otras personas.
 

SOMOS DISTINTOS

Intentando parecernos al estándar,

cuando en realidad todos somos distintos

Este disfraz respecto a nuestra diferencia no tiene mucho sentido en una sociedad como la actual, puesto que la diferencia es un valor, que deberíamos desarrollar en positivo.
Extracto de mi libro ¡Vamos!.

Sé original

Las personas capaces de ver el mundo con otros ojos son los que son capaces de crear nuevos conceptos. Como dice Adam Grant en su libro Originals, los no-conformistas mueven el mundo.

La persona razonable se adapta al mundo;

La irrazonable intenta adaptar el mundo a sí misma.

Así pues, el progreso depende de la irrazonable

George Bernard Shaw

 
Adam Grant explica cómo la originalidad empieza con la creatividad: generar un concepto que sea nuevo y útil. Y propone un extenso listado de acciones que podemos realizar a nivel individual para ser más originales, del cual, personalmente me quedo con las siguientes:

1

Generar y reconocer ideas originales

Cuestionar lo preestablecido: buscar los fallos en aquello que tenemos establecido por defecto: no tomes algo como dado, y plantéate si sería mejor cambiarlo.
Triplicar el número de ideas que generas. Prueba, prueba, prueba… hay que tener muchas ideas para generar una de valor. Es cuestión de ir besando ranas «kissing frogs»,en palabras de Grant.
Procrastinar estratégicamente puede conducir a la originalidad. Al procrastinar, retrasas deliberadamente un trabajo que tienes que hacer, pero retrasarlo tiene sus consecuencias. Cuando el trabajo se realiza en tiempo, se acostumbra a hacer un planteamiento más convencional de ideas, mientras que al procrastinar, los planteamientos que se realizan son más novedosos –resultados obtenidos en un estudio realizado en un trabajo de doctorado–. Se desconocen los motivos, aunque Grant apunta a que, probablemente, es debido a que al procrastinar, las personas se dedican a ver otros temas, encuentran más posibilidades remotas y generan más ideas creativas.

2

Dar voz a ideas originales

Equilibra tu portfolio de riesgo. Para ser original, es necesario asumir riesgos, pero no es factible arriesgarse en todo.
Subraya las razones para no apoyar tu idea. Explica las debilidades de tu proyecto ypregunta a otras personas que te digan más razones que pueden hacer conveniente no apoyarlo.
Habla a audiencias diferentes. Los enemigos pueden ser mejores aliados que los «ami-enemigos»cuando tengas que exponer tus ideas, atrévete a hacerlo ante una audiencia diferente, hacerlo ante una audiencia favorable te aporta poco.

 

3

Gestionar las emociones

Motívate ante las dificultades.
No intentes calmartecanaliza la ansiedad hacia el entusiasmo y la ilusión.
Date cuenta de que no estás soloencuentra a otras personas que crean en tu visión.
Recuerda que si no tomas la iniciativa, el status quo persistirá. Ante la insatisfacción, las investigaciones muestran que debes decidir entre 4 opciones: salir, quejarte, persistir o negarlo. A la hora de decidir qué hacer con una idea o un proyecto que no te convence, solo dos de estas opciones son válidasabandonarlo o persistir.

Además de las acciones que propone a nivel individual, plantea también acciones para desarrollar como líder y acciones para padresmadres y profesores.
Existen dos vías para conseguir nuestros objetivos: la conformidad y la originalidad. La conformidad significa seguir a la masa y mantener el status quo, mientras que la originalidad implica tomar un camino menos transitado, ir a contracorriente y tener como objetivo hacer mejor las cosas.

Ir a contracorriente

Ser diferente no es fácil…

parece que salirse de la “normalidad” esté penalizado

parece que asimilamos la palabra «normal»

al concepto ‘debe ser’.

Cuando decimos «eso no es normal», en realidad queremos decir ‘eso no debería ser así’.  Sin embargo, a mí me gusta recordar que la palabra «normal» es un término estadístico, que se refiere a una de las distribuciones de probabilidad que con más frecuencia aparece en fenómenos reales, denominada también «campana de Gauss».
Puedes no ser normal… en algunos aspectos. Y aunque de entrada no te suene bien, realmente es muy posible que tú no seas «normal» en el sentido de ‘ser igual a la mayoría’. Ante esa evidencia, se puede actuar de distintos modos… puedes esforzarte por cambiar ese aspecto tuyo que es diferente a la mayoría… o puedes aceptarlo, y tener claro que ahí eres diferente.

Ser diferente no implica ser peor

 
En un mundo como el que vivimos, las diferencias son necesarias, la diferencias suman, y son las grandes generadoras de valor.
¿Por qué no aceptamos bien las diferencias? Probablemente, por un tema cultural, porque venimos de una época en la que se promocionaba la «igualdad» como un valor por sí mismo.

Si siempre te esfuerzas en ser normal,

nunca descubrirás lo extraordinario de tu diferencia.

Las diferencias enamoran…

o ¿es que te  has enamorado de alguien exactamente igual a los demás?

Y tú, y tú, y tú, y solamente tú…

haces que mi alma se despierte con tu luz…

enseña tus heridas y así las curarás

que sepa el mundo entero

que tu voz guarda un secreto

 
Artículo publicado en INED21